Se revisan a la baja los precios de los productos básicos
debido al deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial y a la
abundancia de suministros
Se prevé caída de los precios de la energía y de los
metales en 2019 y 2020
por desaceleración de la demanda
por desaceleración de la demanda
CIUDAD DE WASHINGTON, 29 de octubre de 2019. Según
la edición de octubre del informe del Banco Mundial Commodity Markets
Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos) (i), se
espera que, tras los fuertes descensos registrados en 2019, los
precios de la energía y de los metales continúen bajando en 2020 debido al
deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial y la consiguiente
disminución de la demanda.
“La disminución de la demanda de productos básicos
constituye un reto para los exportadores y una oportunidad para los
importadores”, dijo Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento
Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial. “A
medida que estos grupos reemplacen un producto básico por otro debido a la
fluctuación de los precios y a los avances tecnológicos, será importante que
dichos recursos se produzcan y consuman de una manera ambientalmente
sostenible”.
Se
prevé que en 2019 los precios del petróleo crudo alcanzarán un promedio de
USD 60 por barril y que se reducirán a USD 58 por barril en 2020. Estos
pronósticos son USD 6 por barril y USD 7 por barril, respectivamente,
más bajos de lo previsto en la edición
de abril de Commodity Markets Outlook. En consonancia con la
desaceleración del crecimiento mundial, se espera que el consumo de petróleo
aumente a un ritmo mucho menor que las previsiones anteriores y que solo
aumente de forma moderada el año próximo. El mayor riesgo vinculado a las
previsiones sobre el precio del petróleo estaría dado por una recesión
económica más aguda de lo previsto. En términos más generales, se
prevé que en 2019 los precios de la energía, que también incluyen el gas
natural y el carbón, serán, en promedio, casi un 15 % más bajos que en
2018, y que seguirán bajando en 2020.
También se prevé que en 2019 los precios de los metales
caerán un 5 % y que continuarán descendiendo el próximo año, ya que la
desaceleración de la demanda mundial repercute en gran medida en el mercado. Se
espera que los metales preciosos, cuyos precios han aumentado considerablemente
este año, sigan aumentando en 2020 en respuesta a la mayor incertidumbre
mundial y a la aplicación de políticas monetarias acomodaticias. Se prevé que
los precios de la agricultura disminuirán este año, pero se estabilizarán en
2020.
La resolución de las tensiones comerciales podría hacer que
suban los precios de algunos productos básicos agrícolas, como la soja y el
maíz, mientras que el descenso de los precios de la energía podría reducir los
costos de los combustibles y los precios de los fertilizantes, con lo que
disminuirían los precios de los cultivos intensivos en energía, como las
semillas oleaginosas.
En una sección especial del informe se analizan los factores
que impulsan a los consumidores a sustituir un producto por otro, como el
carbón por gas natural o el plástico por papel. Estas sustituciones están
impulsadas por la innovación tecnológica y los cambios en los precios de los
productos básicos. Este fenómeno pone de relieve los riesgos para las perspectivas
de crecimiento a largo plazo de los países que dependen en gran medida de un
grupo reducido de exportaciones de productos básicos.
“Las economías en desarrollo exportadoras de productos
básicos que dependen de los ingresos de exportación de un pequeño grupo de
productos básicos son vulnerables, dado que el aumento de la demanda y el
aumento de los precios podrían inducir a la innovación y facilitar la
sustitución entre productos básicos”, afirmó Ayhan Kose, director del
Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial.
En otra sección especial se analiza el impacto de los
ataques del 14 de septiembre sobre las instalaciones de producción de petróleo
en Arabia Saudita. La respuesta del mercado fue efímera desde el punto de vista
histórico, debido al rápido restablecimiento de la producción, a la
diversificación cada vez mayor de las fuentes de suministro de petróleo,
incluido el petróleo de esquisto, y al debilitamiento de la demanda. No
obstante, los ataques fueron un recordatorio de que el mercado mundial del
petróleo sigue dependiendo de varios cuellos de botella críticos de
infraestructura y transporte que pueden ser vulnerables a las
desestabilizaciones.
Tomado de envio de banco mundial
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