Reserva rio Mocoretá
Un grupo de ignorantes, falazmente ha tergiversado hechos, y ha criticado un trabajo de EIA, realizado por personal profesionalmente capacitado.
El primer lugar ha confundido un “proyecto” con la EIA, esto es fácil de comprender al hacer lectura de la evaluación que han propuesto.
En segundo lugar han ignorado el proceso administrativo que se realiza teniendo en cuenta en primer lugar los objetivos de la política de estado que el Estado, en su estamento particular pretende llevar adelante.
Así vemos que la política de la Municipalidad de Chajari pretende un desarrollo sustentable del turismo, no la creación de una reserva y en ese sentido debe encaminarse el proceso de EIA.
Por otro lado han pasado ya varios años de que la Municipalidad ha comenzado con las artes de arreglar los caminos a fines de que la llegada al lugar en cuestión sea apta para permitir el arribo de niños, discapacitados, ancianos, tal cual es uno de los objetos del turismo sustentable y educativo, tal cual se decide en el Proyecto y no en la EIA, y se puede observar a la fecha que el ecosistema está en perfecto estado y no ha habido pérdida de biodiversidad, la que por otro lado es muy común en millones de hectáreas y no existe en la región y menos en ese lugar ninguna especie que no pueda encontrase desde Buenos Aires al Chaco.
La pretensión, que roza el fascismo, por el efecto discriminatorio propuesto por los “genios”, inhábiles, como el biologo Carlos Grassini, se ve totalmente descolocada en una sociedad que hace un año volvió a confiar en la administración que nos encargo hacer la EIA, no el proyecto.
Por último lo más importante de una crítica a un trabajo es haber leído las conclusiones la que dice que recomendamos que una ONG controle el proceso de actividades para garantizar la sustentabilidad.
El principal crítico es un biólogo, título obtenido con 4 años de la Universidad, rodeado de otros personajes algunos acomodados en el INTA para estudiar pastizales que no los vemos en los grupos críticos a la creación de represas como la del Ayuí, y otros mas que no han conseguido un conchabo a partir del “trabajo”, cuya única intensión fue desacreditar y hacer política en forma ruin; hacemos constar también que ninguno posee posgrado en EIA.
A los hechos nos remitimos, la reserva está intacta a pesar del camino y va a ser visitada por miles de personas sin sufrir ningún deterioro y unos pocos se habrán quedado sin su coto de caza privado.
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