Así como sucedió en otras ciudades argentinas, el geólogo sostiene que el Bloque Mesopotámico se pudo haber corrido al menos unos dos centímetros. Enciende la alerta sobre el embalsado de Yacyretá y sus posibles consecuencias ante estos fenómenos.
Los movimientos sísmicos que se producen en Chile desde hace dos semanas generaron consecuencias sobre toda la Placa Sudamericana, y en Argentina en particular, llevó al corrimiento de tierras. Sucedió en Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, San Luis y Entre Ríos, donde las ciudades se desplazaron de 4 a 23 centímetros, indistintamente.
Para encontrar explicación sobre este fenómeno y conocer las consecuencias que pudo traer al Nordeste argentino, El diario La República de Corrientes entrevistó en Resistencia a un profesional especialista en el tema: el doctor en Geología y docente investigador full time del Departamento de Geociencias de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, Roberto Torra, quien dio algunos detalles de lo sucedido y señaló que similar tendencia pudo haber tenido el bloque Mesopotámico integrado por Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
Dijo que el corrimiento en esta región pudo haber sido mínimo, de entre 1 y 2 centímetros, y opinó que ante “la situación excepcional que vivimos en el Cono Sur de Sudamérica, por una cuestión práctica y lógica de precaución, debería considerarse la posibilidad de bajar temporalmente la cota del embalsado de Yacyretá”.
—¿Cómo y por qué se generó el movimiento registrado en algunas ciudades, como Buenos Aires?
—El evento sismológico “mayor” que está afectando a la República de Chile desde hace casi dos semanas ininterrumpidamente tiene consecuencias sobre toda la Placa Sudamericana, dada la intensidad del mismo y sus características estructurales que corresponden a la colisión frontal de dos placas tectónicas (la Pacífica y la Sudamericana).
Es posible que el movimiento de los bloques tectónicos que integran una placa tectónica sudamericana ante tal episodio de liberación de energía se hayan reacomodado ligeramente, en términos geológicos. Esto puede originar un corrimiento de bloques. La provincia de Buenos Aires está conformada por varios bloques, siendo éstos pasibles de recibir las ondas o vibraciones telúricas del “terremoto chileno”, que bien podría ser un fenómeno excepcional aún desconocido por la humanidad.
Hay que esperar ver cómo evoluciona este sistema geológico-cortical. En mi opinión, luego de dos semanas el episodio constituye sin dudas un fenómeno extraordinario para los actuales habitantes de nuestro planeta Tierra.
Así es como la energía disipada por la Placa Sudamericana puede haber movido los bloques de Buenos Aires con un consiguiente desplazamiento hacia el Oeste. De todos modos, en la rigurosidad de la ciencia, es necesario obtener más datos y éstos deberían provenir de triangulaciones geodésicas de primer orden, estudios con GPS (Ground Potion System) y estudios satelitales.
Esto último, que es metodología, vale para todos los estudios de la Placa Sudamericana y en especial para el sitio geológico de Yacyretá en Corrientes.
—¿Es posible que Corrientes se haya movido o se esté moviendo?
—Sí, sólo que la magnitud de ese movimiento es muy pequeña, pero debe tenerse presente que la energía se va concentrando en las zonas de fallas geológicas, que son muy comunes e importantes en toda la provincia y en especial en la zona de la represa Yacyretá. Tentativamente, si los datos manejados para Buenos Aires fueran ciertos, Corrientes podría haberse movido, un poco en forma de leve giro levógiro (en el sentido antihorario), alrededor de 1 a 2 centímetros que es un valor válido para todo el “Bloque Mesopotámico (Entre Ríos, Corrientes y Misiones).
En mi opinión, ante la situación excepcional que vivimos en el Cono Sur de Sudamérica, por una cuestión práctica y lógica de precaución debería considerarse la posibilidad de bajar “temporalmente” la cota del embalsado de Yacyretá, al menos unos cinco metros, a pesar de los problemas que esto acarrearía.
Si la situación cortical continental que estamos viviendo toma inesperadamente otro rumbo, es decir que de golpe finaliza la actividad sísmica, se podría volver con un “poco” de tranquilidad a la cota actual, que igualmente será discutida por otras muchas razones.
—¿Qué características o dirección pudo haber tenido?
—Reitero que aún no está totalmente verificado el movimiento y su magnitud métrica horizontal, pero corresponde a un movimiento de empuje tangencial horizontal Oeste-Este.
La dirección más lógica corresponde a un corrimiento o movimiento hacia el Oeste dado que el fenómeno sísmico, en términos muy generales, correspondería a un cabalgamiento de la Placa Sudamericana sobre la Placa Pacífica que la subduce (es decir que se introduce por debajo de ella).
—¿Podría afectar esto al Nordeste argentino?
—Sí, puede afectarlo, aunque en pequeña escala. Hay que recordar que la sismicidad y el vulcanismo son primos hermanos. Desde hace dos años, el volcán El Chaitén en el sur de Chile, estaba avisando que algo iba a ocurrir.
Y así fue. El gran sismo “chileno” está ocurriendo con final abierto…
Por otra parte no podemos dejar de observar el mapa global ya que este fenómeno excepcional, en mi opinión, no es un hecho aislado. Muy por el contrario, es un fenómeno que empieza, poniéndolo en escala humana, con la gran ruptura-desgarro cortical producido el 25 de diciembre de 2004, el que desafortunadamente para la humanidad dio origen al maremoto o tsunami que costó miles de vidas humanas.
Hasta donde estoy enterado, no conozco que se haya boyado (como mínimo) todo el océano Índico a fin de poseer una herramienta de alerta temprana…
Sin remontarnos tanto, veamos qué pasó hace unas semanas con el desgarramiento y fricción cortical que afectó a la isla de Haití en el Caribe, con pérdida de vidas humanas y destrucción total de obras civiles.
—¿Representa algún peligro para la población este fenómeno?
—Sí, todos los fenómenos naturales representan riesgo para la población. Recordemos que nosotros nos hemos adaptado a convivir con ella, pero la Tierra no dejará nunca, hasta que se extinga dentro de 5.000 millones de años, de realizar y proseguir con sus procesos naturales que están gobernados por leyes físicas, químicas y astronómicas en general, y en definitiva por el fenómeno de masa-energía que representa el Universo, del cual formamos parte.
—¿Se registraron corrimientos de este tipo en Argentina, en el pasado?
—Sí. Los geólogos conocemos muy bien este tema y sería extenso explayarse. Mediante disciplinas como la Geología Estructural, la Tectónica de Placas, la Estratigrafía, la Paleogeografía, la Sedimentología, la Teledetección, etc. nos ocupamos de reconstruir el pasado geológico y determinar la evolución de los últimos 2.300 millones de años (edad de las rocas más antiguas encontradas hasta el momento en Argentina en la provincia de Buenos Aires en Sierra de la Ventana).
Hubo muchos corrimientos, pero aún no estábamos…
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