Las organizaciones que
integramos la Plataforma de la Sociedad Civil de la Argentina, comprometidas con la construcción de una sociedad justa y
solidaria y encolumnadas tras
la demanda permanente de justicia social de nuestro pueblo, hemos decidido
elaborar una Plataforma Nacional que exprese las posiciones, las propuestas y
las iniciativas de nuestras organizaciones
frente al G20 y los procesos de integración que se desarrollan en la
región, planteando alternativas al modelo económico global vigente. En este
sentido, valoramos y defendemos las posiciones coherentes con las propuestas de
nuestras organizaciones que el gobierno ha venido asumiendo dentro del G-20 y
apoyaremos los futuros posicionamientos
e iniciativas que coincidan con el mismo sentido.
Consideramos que el G-20 permanece en buena medida prisionero de la lógica neoliberal del libre comercio y el predominio de las finanzas globales desreguladas, alentando la imposición de ajustes estructurales nocivos, especialmente para los países en vía de desarrollo y los más débiles (Grecia es el ejemplo mas patético). El G-20 no logra tomar distancia de las “lógicas” de un modelo que se encuentra en plena debacle.
Entendemos, sin embargo, que es hoy en el espacio del G-20 donde se está dirimiendo un capítulo de la larga batalla por la gobernanza global. Resultan visibles las grandes contradicciones entre aquellos países del G-8 que buscan reafirmar y legitimar su dañado liderazgo y el grupo de países entre los cuales se encuentran Brasil y Argentina, que han modificado sus prácticas y su modo de ver las políticas económicas nacionales y regionales y el devenir global.
Reivindicamos a las Naciones Unidas – que aun necesitando reformas radicales - es el espacio más democrático y representativo para debatir, discutir y acordar las políticas macro y los problemas globales. El espacio del G-20 es -en contraste- un espacio impulsado en su origen por el G8, nacido al calor del neoliberalismo y de mera coordinación ante la presente crisis global, que no debería arrogarse roles que no le fueron concedidos por la comunidad internacional.
Teniendo esto en cuenta, esbozamos los principios sobre los cuales deberíamos trabajar de aquí en adelante para instalar los temas de mayor interés de nuestros pueblos en la agenda de la próxima cumbre del G-20:
1- Romper con el paradigma de la “flexibilización laboral” que se está intentando imponer en Europa (y se trataría, luego, de extender a nuestros países). Buscar, por el contrario, el pleno empleo, la accesibilidad al crédito por parte de los productores y las familias, y la articulación de los mercados internos y regionales que apunten al desarrollo sustentable con justicia social.
2- Lograr consenso para establecer una tasa regional a las transacciones financieras internacionales que sea regulada por organismos regionales, tales como UNASUR, para ayudar a proteger a los países de la especulación financiera (que termina por afectar las condiciones de vida de nuestros pueblos). Lograr que la América del Sur pueda ser declarada, en el más corto plazo posible, “zona libre de paraísos fiscales” y que las instancias se encaminen hacia esa dirección entre Argentina y Uruguay (para lo cual deben resolverse, de común acuerdo, las cuestiones pendientes al respecto con la República Oriental del Uruguay).
3- Promover el abandono de los instrumentos que sostienen el paradigma de valorización financiera y la lógica de financiarización de la economía global. En tal sentido, se alienta la regulación severa de los productos de la ingeniería financiera que sustentan las conductas especulativas del capital; el uso de derivados y futuros debe ser reglamentado en función de propender a la estabilidad financiera, impidiendo expansiones desmedidas que degraden su carácter convirtiéndolos en fuente de volatilidad, incertidumbre y perjuicios a la economía real. La evidencia muestra que esa carencia regulatoria perjudica más intensamente a los países de menor desarrollo y a los sectores más humildes de sus poblaciones.
4- Alentar la adopción de un conjunto de políticas públicas, además de las laborales, que conduzcan al desarrollo y la equidad social. Comprender que las decisiones clave son responsabilidad de las autoridades elegidas por los pueblos y no deben responder a “soluciones mercantiles”, resultantes de la mera fuerza de “los mercados”. Las decisiones globales vinculantes deben surgir –a su vez- del seno de las Naciones Unidas y no del G-20.
5- Enfrentar las crisis alimentaria y climática con un nuevo modelo agrícola orientado a garantizar la seguridad y la soberanía alimentarias, con el debido cuidado de los recursos naturales y garantizando los derechos de la agricultura familiar. Rechazar toda utilización de los alimentos como factores de especulación de los mercados financieros y sus impactos sobre los precios y el hambre para los pueblos mas desfavorecidos, con un fuerte compromiso por erradicar la desnutrición infantil y materna.
Reafirmando, en consecuencia, a Rio+20 como el espacio de la ONU en donde se deben debatir las políticas sobre estos temas.
6- Encontrar mecanismos eficaces de industrialización sustentable, que puedan hacer frente a los desafíos que plantean la construcción de proyectos autónomos respecto de las lógicas de las corporaciones multinacionales, la monopolización de las tecnologías y uso de patentes, el proteccionismo del mundo desarrollado y la financiarización de la economía.
Proponemos un plan de trabajo a tener en cuenta por parte de las organizaciones sociales y el gobierno de la Nación Argentina, que procure:
a) Generar un amplio proceso de socialización de las discusiones acerca de los determinantes de la crisis global actual y la búsqueda de soluciones efectivas y duraderas a la misma.
b) Organizar seminarios y foros de discusión abiertos a toda la comunidad, para proponer y debatir sobre posibles tópicos a tener presente en la agenda de nuestro país, en la CELAC, la UNASUR y el G-20.
c) Promover la interacción más productiva posible con las organizaciones sociales de Brasil y México para conformar la agenda latinoamericana del G-20.
d) Impulsar que desde el gobierno argentino se generen mecanismos de integración regional en donde se discutan de manera colectiva los posicionamientos que planteen nuestros hermanos y hermanas brasileños y mexicanos para conformar una agenda binacional y regional en representación de nuestros pueblos. A su vez, generar los mecanismos para ampliar la agenda a los demás países de América Latina que no son miembros del G-20.
e) Exigir la facilitación del acceso a la información relevante sobre la participación del país en esos espacios y garantizar los mecanismos y los recursos necesarios para hacer efectiva la plena participación de las organizaciones en esos procesos.
f) Establecer un espacio de diálogo directo y permanente con el Gobierno Argentino, a los efectos de generar instancias de vinculación técnico – políticas con el gobierno y el Estado con la finalidad de impulsar las propuestas de nuestra agenda de transformación.
Por último, a la Coalición Mexicana Frente al G-20 le acercamos nuestra solidaridad y fuerza para continuar con la lucha por los derechos de todos los pueblos, imponiendo tópicos que no sólo abarquen los cambios socio-económicos estructurales necesarios, sino también las mejoras perentorias posibles en el bienestar de nuestros pueblos (incluida la cuestión central previa de garantizar el propio derecho a la vida).
Plataforma de Organizaciones de la Sociedad Civil de la Argentina
Adhesiones hasta la fecha (19 de abril de 2012)
Agrupación 25 de Febrero
Asociación Civil Joven Amanecer
Asociación Civil Un Techo
Asociación Civil Red Ambiental
Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas - CEMOP
Centro de Estudios y Acción Social
Centro Nueva Tierra
Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio
Comisión de economía de Carta Abierta
Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo
Encuentro de Entidades No Gubernamentales para el Desarrollo
Equisalud
Equipo de Trabajo e Investigación Social - ETIS
Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos - FOCO
Fundación Otras voces
Fundación SES
Fundación para la Integración Federal - FUNIF
Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana
jóvenes Solidarios
Instituto Patagónico de Desarrollo Social - INPADES
Instituto de Investigación Social, Económica y Política ciudadana - ISEPCI
Mujeres Activas
Organización Comunitaria Cruz del Sur – FUNCRUSUR
Suma Veritas
Trabajo Investigación Desarrollo y Operación - TIDO
Consideramos que el G-20 permanece en buena medida prisionero de la lógica neoliberal del libre comercio y el predominio de las finanzas globales desreguladas, alentando la imposición de ajustes estructurales nocivos, especialmente para los países en vía de desarrollo y los más débiles (Grecia es el ejemplo mas patético). El G-20 no logra tomar distancia de las “lógicas” de un modelo que se encuentra en plena debacle.
Entendemos, sin embargo, que es hoy en el espacio del G-20 donde se está dirimiendo un capítulo de la larga batalla por la gobernanza global. Resultan visibles las grandes contradicciones entre aquellos países del G-8 que buscan reafirmar y legitimar su dañado liderazgo y el grupo de países entre los cuales se encuentran Brasil y Argentina, que han modificado sus prácticas y su modo de ver las políticas económicas nacionales y regionales y el devenir global.
Reivindicamos a las Naciones Unidas – que aun necesitando reformas radicales - es el espacio más democrático y representativo para debatir, discutir y acordar las políticas macro y los problemas globales. El espacio del G-20 es -en contraste- un espacio impulsado en su origen por el G8, nacido al calor del neoliberalismo y de mera coordinación ante la presente crisis global, que no debería arrogarse roles que no le fueron concedidos por la comunidad internacional.
Teniendo esto en cuenta, esbozamos los principios sobre los cuales deberíamos trabajar de aquí en adelante para instalar los temas de mayor interés de nuestros pueblos en la agenda de la próxima cumbre del G-20:
1- Romper con el paradigma de la “flexibilización laboral” que se está intentando imponer en Europa (y se trataría, luego, de extender a nuestros países). Buscar, por el contrario, el pleno empleo, la accesibilidad al crédito por parte de los productores y las familias, y la articulación de los mercados internos y regionales que apunten al desarrollo sustentable con justicia social.
2- Lograr consenso para establecer una tasa regional a las transacciones financieras internacionales que sea regulada por organismos regionales, tales como UNASUR, para ayudar a proteger a los países de la especulación financiera (que termina por afectar las condiciones de vida de nuestros pueblos). Lograr que la América del Sur pueda ser declarada, en el más corto plazo posible, “zona libre de paraísos fiscales” y que las instancias se encaminen hacia esa dirección entre Argentina y Uruguay (para lo cual deben resolverse, de común acuerdo, las cuestiones pendientes al respecto con la República Oriental del Uruguay).
3- Promover el abandono de los instrumentos que sostienen el paradigma de valorización financiera y la lógica de financiarización de la economía global. En tal sentido, se alienta la regulación severa de los productos de la ingeniería financiera que sustentan las conductas especulativas del capital; el uso de derivados y futuros debe ser reglamentado en función de propender a la estabilidad financiera, impidiendo expansiones desmedidas que degraden su carácter convirtiéndolos en fuente de volatilidad, incertidumbre y perjuicios a la economía real. La evidencia muestra que esa carencia regulatoria perjudica más intensamente a los países de menor desarrollo y a los sectores más humildes de sus poblaciones.
4- Alentar la adopción de un conjunto de políticas públicas, además de las laborales, que conduzcan al desarrollo y la equidad social. Comprender que las decisiones clave son responsabilidad de las autoridades elegidas por los pueblos y no deben responder a “soluciones mercantiles”, resultantes de la mera fuerza de “los mercados”. Las decisiones globales vinculantes deben surgir –a su vez- del seno de las Naciones Unidas y no del G-20.
5- Enfrentar las crisis alimentaria y climática con un nuevo modelo agrícola orientado a garantizar la seguridad y la soberanía alimentarias, con el debido cuidado de los recursos naturales y garantizando los derechos de la agricultura familiar. Rechazar toda utilización de los alimentos como factores de especulación de los mercados financieros y sus impactos sobre los precios y el hambre para los pueblos mas desfavorecidos, con un fuerte compromiso por erradicar la desnutrición infantil y materna.
Reafirmando, en consecuencia, a Rio+20 como el espacio de la ONU en donde se deben debatir las políticas sobre estos temas.
6- Encontrar mecanismos eficaces de industrialización sustentable, que puedan hacer frente a los desafíos que plantean la construcción de proyectos autónomos respecto de las lógicas de las corporaciones multinacionales, la monopolización de las tecnologías y uso de patentes, el proteccionismo del mundo desarrollado y la financiarización de la economía.
Proponemos un plan de trabajo a tener en cuenta por parte de las organizaciones sociales y el gobierno de la Nación Argentina, que procure:
a) Generar un amplio proceso de socialización de las discusiones acerca de los determinantes de la crisis global actual y la búsqueda de soluciones efectivas y duraderas a la misma.
b) Organizar seminarios y foros de discusión abiertos a toda la comunidad, para proponer y debatir sobre posibles tópicos a tener presente en la agenda de nuestro país, en la CELAC, la UNASUR y el G-20.
c) Promover la interacción más productiva posible con las organizaciones sociales de Brasil y México para conformar la agenda latinoamericana del G-20.
d) Impulsar que desde el gobierno argentino se generen mecanismos de integración regional en donde se discutan de manera colectiva los posicionamientos que planteen nuestros hermanos y hermanas brasileños y mexicanos para conformar una agenda binacional y regional en representación de nuestros pueblos. A su vez, generar los mecanismos para ampliar la agenda a los demás países de América Latina que no son miembros del G-20.
e) Exigir la facilitación del acceso a la información relevante sobre la participación del país en esos espacios y garantizar los mecanismos y los recursos necesarios para hacer efectiva la plena participación de las organizaciones en esos procesos.
f) Establecer un espacio de diálogo directo y permanente con el Gobierno Argentino, a los efectos de generar instancias de vinculación técnico – políticas con el gobierno y el Estado con la finalidad de impulsar las propuestas de nuestra agenda de transformación.
Por último, a la Coalición Mexicana Frente al G-20 le acercamos nuestra solidaridad y fuerza para continuar con la lucha por los derechos de todos los pueblos, imponiendo tópicos que no sólo abarquen los cambios socio-económicos estructurales necesarios, sino también las mejoras perentorias posibles en el bienestar de nuestros pueblos (incluida la cuestión central previa de garantizar el propio derecho a la vida).
Plataforma de Organizaciones de la Sociedad Civil de la Argentina
Adhesiones hasta la fecha (19 de abril de 2012)
Agrupación 25 de Febrero
Asociación Civil Joven Amanecer
Asociación Civil Un Techo
Asociación Civil Red Ambiental
Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas - CEMOP
Centro de Estudios y Acción Social
Centro Nueva Tierra
Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio
Comisión de economía de Carta Abierta
Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo
Encuentro de Entidades No Gubernamentales para el Desarrollo
Equisalud
Equipo de Trabajo e Investigación Social - ETIS
Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos - FOCO
Fundación Otras voces
Fundación SES
Fundación para la Integración Federal - FUNIF
Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana
jóvenes Solidarios
Instituto Patagónico de Desarrollo Social - INPADES
Instituto de Investigación Social, Económica y Política ciudadana - ISEPCI
Mujeres Activas
Organización Comunitaria Cruz del Sur – FUNCRUSUR
Suma Veritas
Trabajo Investigación Desarrollo y Operación - TIDO
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