Un trabajo realizado por técnicos del INTA Pergamino indica que es necesario “mejorar sustancialmente la implantación del cultivo de maíz”.
El trabajo tuvo la intención de recabar información acerca de la eficiencia de la siembra, en el ámbito y en las condiciones reales en que se realiza la tarea de siembra de maíz, como así también, de los aspectos críticos que condicionan el logro de mejores resultados.
En este sentido los Ings. Agrs. Javier Elisei, Néstor González (Maquinaria Agrícola del INTA Pergamino); Pablo Borrás, Omar Tesouro, Angel Romito, Juan Pablo D’Amico y Marcos Roba (INTA Castelar); y Carlos Senigagliesi (UNNOBA), elaboraron el trabajo “Caracterización de la siembra de maíz en el área de influencia de la Estación Experimental Pergamino”.
Este trabajo se realizó en el marco del plan de acción del Proyecto Específico, Mejoramiento de la implantación de los principales cultivos del INTA. En el mismo se presentan los resultados obtenidos del estudio efectuado en la siembra del cultivo de maíz, entre los meses de septiembre y octubre de 2008, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
Para poder llevar a cabo la investigación, durante el período de siembra se relevaron, en una primera visita, las características de la maquinaria, y las condiciones en las cuales se efectuó la labor en lotes en producción de 18 establecimientos ubicados en los partidos de Pergamino, Arrecifes, Salto y Colón, provincia de Buenos Aires.Parque de maquinaria y prácticas de siembraEn el 17% de los establecimientos analizados efectuó la siembra de maíz con labranza previa mientras que el 83% lo hizo mediante siembra directa. En el 40 % de los casos en siembra directa se uso descompactador sin remoción superficial. Es importante destacar que en aquellos casos donde se realizó la implantación con labranza previa, las sembradoras utilizadas fueron de siembra directa. El distanciamiento entre líneas predominante fue de 525 mm (83% del total).
La información respecto a la práctica de la fertilización a la siembra indicó que la totalidad de los entrevistados fertilizó, el 24% lo hizo en el surco, el 59% de forma lateral a la línea de siembra y el 18% realizaron ambas formas de fertilización.
Características y resultados de la siembra En el 89 % de los casos tuvo a la soja como cultivo antecesor mientras que en los restantes fue el doble cultivo trigo/soja.Se evaluó la cobertura de rastrojo antes y después del paso de la sembradora. El valor más frecuente (valor modal) de cobertura de rastrojo antes de la siembra, fue 87 % con una media de 58.1 %. La cobertura de rastrojo se redujo después de la siembra a un valor modal de 75 % y un promedio de 45.6 %.
La velocidad de trabajo varió entre 4.9 y 9 Km./h con una media de 6.5 km/h y un desvío estándar de 1.1 km/h.
La densidad de siembra utilizada en los establecimientos bajo estudio fue relativamente constante, alcanzando en promedio a 80.662 semillas por hectárea.
La población de plántulas obtenidas a 17 días de la siembra fue de 72.177 plántulas por hectárea, lo cual arroja un porcentaje de logro promedio (eficiencia de implantación) cercano al 89.8%. Solamente en tres casos, no existieron diferencias significativas entre la cantidad de semillas sembradas y la cantidad de plántulas logradas. El patrón de distribución de plántulas observado en los surcos de siembra indica que las semillas consideradas aceptablemente sembradas alcanzaron un valor promedio de 82.9% del total. El valor máximo registrado fue del 91.9% y el mínimo, del 70.5%. Resulta claro que toda semilla que no haya sido aceptablemente sembrada, constituye una entrega múltiple o una falla.
En la gran mayoría de los sitios analizados las fallas superaron, con mayor o menor intensidad, a las entregas múltiples o doble golpe. En promedio, los porcentajes obtenidos fueron del 10.1% de fallas y del 6.9% de dobles. Resulta claro que la cantidad máxima de aceptables está determinada, en primera instancia, por la precisión del dosificador.
El desvío estándar medio en la línea de siembra fue de 109 mm para separaciones entre surcos de 525 mm y de 85 mm para las de 700 mm, lo cual equivale a coeficientes de variación del 42.3% y del 40% respectivamente.
La profundidad de siembra efectiva varió entre un máximo de 54.5 mm y un mínimo de 24mm. Los coeficientes de variación fluctuaron entre un máximo de 32.8.5% y un mínimo de 8.6%, con un promedio de 18.8 %, indicando que, en las condiciones en las cuales se realizó este estudio, la profundidad de siembra presenta mayor nivel de regularidad que la distribución de semillas en el surco. Conclusiones En la campaña 08-09 y zona de influencia del INTA Pergamino no hubo problemas climáticos, ni de plagas en la implantación del cultivo de maíz.
La mayoría de las sembradoras se encontraron en buen estado de mantenimiento y las que tenían distancia entre surcos 0.525 m (83 %) poseían una antigüedad de 6.4 años.
El porcentaje de logro (20 días después de la siembra) promedió el 89.8%, con un valor modal del 98.9 %.
El porcentaje medio de aceptables, doble golpe y fallas fue 82.9, 6.9 y 10.9 respectivamente El coeficiente de variación para la variable distancia entre plantas en sembradoras con separación entre líneas de 0.525 m fue de 42.3, mientras que para sembradoras con separación entre líneas de 0.7m fue de 40 %. El coeficientes de variación de la profundidad de siembra dio un valor de 18.8 %.
Se pudo diferenciar tres grupos de casos en relación a parámetros de eficiencia de implantación del cultivo de maíz. Esto trae como consecuencia la necesidad de mejorar sustancialmente la implantación del cultivo de maíz en la zona relevada
Fuente: INTA Pergamino
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