La sierra había cortado casi la mitad del caño conectado al pozo cuando se atascó, y la empresa petrolera BP tardó 12 horas en liberarla. Asimismo, la compañía dijo también que puso en marcha los preparativos para reanudar el corte, pero no anticipó un cronograma sobre el nuevo comienzo.
El plan es colocar una especie de tapón en el tubo del pozo que está fuera de control a unos dos kilómetros de profundidad. El tapón permitiría capturar la mayor parte del crudo que se derrama y que ya puso en vilo a Estados Unidos. El tubo, que está torcido y roto, tiene que ser cortado primero para permitir que el tapón empalme a la perfección.
"Creo que el problema no es si podemos o no hacer un segundo corte. El asunto es cuán perfecto lo podamos hacer, cuán parejo lo podamos hacer", puntualizó el almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, el funcionario designado por el gobierno para seguir de cerca la situación.
Mientras tanto, los meteorólogos advirtieron que el crudo llegaría a las costas de Florida mañana, con lo cual amenazaría un sistema delicado de islas, ensenadas y playas de arena blanca que son un refugio de la vida silvestre y un importante destino turístico. A raíz de ello, las cuadrillas de emergencia se apresuraron a conectar el último tramo de una cadena de flotadores de varios kilómetros de largo para impedir el avance del crudo.
La fuga de petróleo, ahora considerada la peor en la historia de Estados Unidos, fue desencadenada el 20 de abril por una explosión que mató a 11 trabajadores en una plataforma marítima de prospección. Desde entonces, el crudo ha recorrido unos 200 kilómetros y llegó también a la costa de Alabama. El pozo ha vertido al mar en las últimas seis semanas unos 100.000 metros cúbicos de petróleo, según estimaciones del gobierno norteamericano.
El mensaje de Obama. Ayer, Obama expresó en la universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh: "Estamos luchando esa batalla cada minuto de cada día. Puede que se demuestre que la catástrofe que se está desarrollando en el Golfo es el resultado de un error humano o de corporaciones tomando atajos peligrosos que ponen en juego la seguridad".
Obama se refirió a la dependencia del petróleo que tiene Estados Unidos en materia de energía: "También tenemos que reconocer que un Estados Unidos que dependa únicamente de hidrocarburos como combustible no debe ser la visión para nuestros hijos y nietos".
Por ello, dijo: "Llegó el momento de que, de una vez por todas, esta nación opte plenamente por un futuro de energía limpia. Eso significa continuar nuestros esfuerzos sin precedente para hacer que nuestras casas y empresas, nuestros autos y camiones sean más eficientes en el uso de energía. Y utilizar nuestras reservas de gas natural y seguir adelante con nuestro plan de expandir el número de plantas de energía nuclear en nuestro país".
Obama advirtió que, un esfuerzo en ese sentido, significa también dejar de lado los "miles de millones de dólares que se le han dado en recortes tributarios a las petroleras para darle prioridad a la inversión en investigación y desarrollo de energía limpia".
"La única manera en que la transición a la energía limpia tendrá éxito -dijo Obama- es si el sector privado se compromete plenamente a este futuro, si se invierte capital de manera generalizada y si damos rienda suelta al ingenio empresaria".
Por ello Obama pidió ayer al Congreso que derogue millones de dólares en exenciones fiscales otorgadas a las empresas petroleras y elabore un proyecto de ley de energía limpia que permita a Estados Unidos poner fin para siempre a su adicción a los combustibles fósiles.
Agencias AP, DPA y Reuters
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