Esta experiencia piloto en São Pedro de Moel se desarrollará en una sociedad constituida por la REN (las siglas de la sociedad Redes Energéticas Nacionais), y que conservará íntegramente su capital social inicial, el cual deberá ser siempre mayoritariamente público.
Se trata de una concesión en régimen de servicio público que pretende regular la utilización privada de los recursos hídricos del dominio público y promover el desarrollo del aprovechamiento de las ondas marinas para la producción de energía eléctrica. De esta forma, el titular de la concesión podrá después autorizar a entidades privadas la instalación de equipos y unidades aptas para producir energía eléctrica a partir de las ondas del mar en el espacio de la experiencia piloto.
El elevado potencial de la costa portuguesa y el empeño en dinamizar un clúster industrial conectado a las actividades del mar han llevado al Gobierno de este país a dedicar especial atención a la energía de las ondas.
La tecnología de aprovechamiento de energía procedente de las ondas marinas se encuentra todavía en estado incipiente aunque hay gran expectativa respecto a cómo evolucionarán los costes de producción, hoy por hoy, aún muy elevados. No obstante, el Gobierno portugués, al habilitar una zona para desarrollar esta experiencia piloto, está contribuyendo a desarrollar esta tecnología y a que el objetivo de tener una potencia instalada de 250 MW pueda ser una realidad en 2020.
El ritmo de crecimiento de las energías renovables permitió ya un ahorro de 500 millones de euros en combustibles fósiles, lo que, según el Gobierno portugués, demuestra que la apuesta por las energías renovables ha contribuido no sólo a reducir la dependencia energética externa de Portugal, sino también a reducir el saldo importador energético, que es esencial para disminuir la deuda externa del país.
En su Estrategia Nacional para la Energía con el horizonte de 2020 (ENE 2020), aprobada en Consejo de Ministros el pasado 15 de abril, Portugal estableció el objetivo de reducir en 2 mil millones de euros las importaciones de combustibles fósiles hasta 2020.
Tomado de ISR España
Se trata de una concesión en régimen de servicio público que pretende regular la utilización privada de los recursos hídricos del dominio público y promover el desarrollo del aprovechamiento de las ondas marinas para la producción de energía eléctrica. De esta forma, el titular de la concesión podrá después autorizar a entidades privadas la instalación de equipos y unidades aptas para producir energía eléctrica a partir de las ondas del mar en el espacio de la experiencia piloto.
El elevado potencial de la costa portuguesa y el empeño en dinamizar un clúster industrial conectado a las actividades del mar han llevado al Gobierno de este país a dedicar especial atención a la energía de las ondas.
La tecnología de aprovechamiento de energía procedente de las ondas marinas se encuentra todavía en estado incipiente aunque hay gran expectativa respecto a cómo evolucionarán los costes de producción, hoy por hoy, aún muy elevados. No obstante, el Gobierno portugués, al habilitar una zona para desarrollar esta experiencia piloto, está contribuyendo a desarrollar esta tecnología y a que el objetivo de tener una potencia instalada de 250 MW pueda ser una realidad en 2020.
El ritmo de crecimiento de las energías renovables permitió ya un ahorro de 500 millones de euros en combustibles fósiles, lo que, según el Gobierno portugués, demuestra que la apuesta por las energías renovables ha contribuido no sólo a reducir la dependencia energética externa de Portugal, sino también a reducir el saldo importador energético, que es esencial para disminuir la deuda externa del país.
En su Estrategia Nacional para la Energía con el horizonte de 2020 (ENE 2020), aprobada en Consejo de Ministros el pasado 15 de abril, Portugal estableció el objetivo de reducir en 2 mil millones de euros las importaciones de combustibles fósiles hasta 2020.
Tomado de ISR España
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