Mientras los programas televisivos y medios gráficos afines al gobierno nacional realizan informes y condenan a la represa Ayuí Grande, cuyo promotor es entre otros un directivo del Grupo Clarín, a la vez omiten referirse a la represa Garabí, promovida por el propio gobierno nacional y que en Misiones tendrá un impacto cuatro veces mayor al que Ayuí Grande tendrá en Corrientes.
¿Por qué para los medios nacionales oficialistas es condenable una represa que inundará 8 mil hectáreas pero no otra que inundará 30 mil?
Por estos días, los informativos de Canal 7 (la Televisión Pública), programas diarios como 6,7,8 y los diarios oficialistas Miradas al Sur, Página 12 y Tiempo Argentino se vienen ocupando con gran preocupación del proyecto Ayuí Grande, emprendimiento de – entre otros – el vicepresidente del Grupo Clarín, José Aranda, que consiste en construir una represa en la localidad correntina de Mercedes con el objetivo de generar riego para vasta superficies arroceras.
Con consignas justas en defensa del medio ambiente e invocando los consabidos impactos sanitarios y sociales que generan todas las represas, los medios oficialistas arremetieron duramente contra el proyecto Ayuí Grande, logrando el loable objetivo de poner en eje de discusión nacional una nueva amenaza contra al patrimonio natural público y la calidad de vida de miles de argentinos.
Lo llamativo, es que ninguno de estos medios jamás hizo mención alguna a la represa hidroeléctrica Garabí (también en Corrientes), cuya construcción fue anunciada por Cristina Fernandez de Kirchner y Lula da Silva en la última Cumbre del Mercosrus celebrada en San Juan, a pesar de que el impacto de Garabí será al menos cuatro veces mayor al que podría provocar la represa que pretende instalar el magnate de Clarín.
Los medios nacionales oficialistas, tampoco publicaron ni publican absolutamente nada acerca de los terribles impactos ambientales y del genocidio social y cultural que implicó la represa Yacyretá, que este año elevará su cota a 83, y que ya costó la relocalización involuntaria – en la mayoría de los casos las familias ribereñas fueron desalojadas a los bastonazos por el aparato represivo estatal y estafadas con las indemnizaciones – de casi 80 mil personas en los últimos años.
La pregunta inevitable es, para los medios nacionales oficialistas ¿las represas son malas cuándo las quiere construir el vicepresidente de Clarín pero las hay buenas si el que las promueve es el Estado Nacional?
Distinta vara
Parafraseando al segmento del programa 6,7,8, la “distinta vara” con la que los medios oficialistas abordan la cuestión represas en Argentina es realmente notoria.
Mientras se invisibiliza que el Estado nacional firmó un acuerdo bilateral con Brasil y confirmó la construcción de Garabí – que inundará 30 mil hectáreas en Misiones, obligará al éxodo forzado a más de 2 ml familias y desaparecerá pueblos enteros, amén de la debacle ambiental y sanitaria - , estos medios recrudecen sus ataques contra Ayuí Grande, dejando de este modo en evidencia animosidad de utilizar a la defensa del medio ambiente sólo con finalidad política y de modo oportunista, o bien, un desconocimiento del proyecto Garabí que resultaría cuando menos poco creíble tratándose de medios que cuentan con fuentes de primera mano del gobierno nacional.
¿Qué ocurriría si la prensa nacional tuviera que denostar también al proyecto Garabí, para lo cuál sobran motivos si de defender al medio ambiente y los ríos se trata?
¿No estarían atentando entonces contra intereses propios del gobierno nacional y poniendo en peligro los negociados gigantescos que el ente estatal Ebisa proyecta con el estado brasileño a costas del sufrimiento de miles de misioneros?
¿Por qué para los medios nacionales oficialistas es condenable una represa que inundará 8 mil hectáreas pero no otra que inundará 30 mil?
Ojalá, el seguimiento de estos medios para con la represa Ayuí Grande no solo ayude para que ese emprendimiento nunca se concrete, sino que además pueda instalarse en esa agenda mediática nacional la preocupación de toda una provincia – la de Misiones – por la amenaza que representa el monstruoso proyecto Garabí, sobre el cuál hoy esos medios callan.
(*) Co-director de la Revista Superficie de Misiones
¿Por qué para los medios nacionales oficialistas es condenable una represa que inundará 8 mil hectáreas pero no otra que inundará 30 mil?
Por estos días, los informativos de Canal 7 (la Televisión Pública), programas diarios como 6,7,8 y los diarios oficialistas Miradas al Sur, Página 12 y Tiempo Argentino se vienen ocupando con gran preocupación del proyecto Ayuí Grande, emprendimiento de – entre otros – el vicepresidente del Grupo Clarín, José Aranda, que consiste en construir una represa en la localidad correntina de Mercedes con el objetivo de generar riego para vasta superficies arroceras.
Con consignas justas en defensa del medio ambiente e invocando los consabidos impactos sanitarios y sociales que generan todas las represas, los medios oficialistas arremetieron duramente contra el proyecto Ayuí Grande, logrando el loable objetivo de poner en eje de discusión nacional una nueva amenaza contra al patrimonio natural público y la calidad de vida de miles de argentinos.
Lo llamativo, es que ninguno de estos medios jamás hizo mención alguna a la represa hidroeléctrica Garabí (también en Corrientes), cuya construcción fue anunciada por Cristina Fernandez de Kirchner y Lula da Silva en la última Cumbre del Mercosrus celebrada en San Juan, a pesar de que el impacto de Garabí será al menos cuatro veces mayor al que podría provocar la represa que pretende instalar el magnate de Clarín.
Los medios nacionales oficialistas, tampoco publicaron ni publican absolutamente nada acerca de los terribles impactos ambientales y del genocidio social y cultural que implicó la represa Yacyretá, que este año elevará su cota a 83, y que ya costó la relocalización involuntaria – en la mayoría de los casos las familias ribereñas fueron desalojadas a los bastonazos por el aparato represivo estatal y estafadas con las indemnizaciones – de casi 80 mil personas en los últimos años.
La pregunta inevitable es, para los medios nacionales oficialistas ¿las represas son malas cuándo las quiere construir el vicepresidente de Clarín pero las hay buenas si el que las promueve es el Estado Nacional?
Distinta vara
Parafraseando al segmento del programa 6,7,8, la “distinta vara” con la que los medios oficialistas abordan la cuestión represas en Argentina es realmente notoria.
Mientras se invisibiliza que el Estado nacional firmó un acuerdo bilateral con Brasil y confirmó la construcción de Garabí – que inundará 30 mil hectáreas en Misiones, obligará al éxodo forzado a más de 2 ml familias y desaparecerá pueblos enteros, amén de la debacle ambiental y sanitaria - , estos medios recrudecen sus ataques contra Ayuí Grande, dejando de este modo en evidencia animosidad de utilizar a la defensa del medio ambiente sólo con finalidad política y de modo oportunista, o bien, un desconocimiento del proyecto Garabí que resultaría cuando menos poco creíble tratándose de medios que cuentan con fuentes de primera mano del gobierno nacional.
¿Qué ocurriría si la prensa nacional tuviera que denostar también al proyecto Garabí, para lo cuál sobran motivos si de defender al medio ambiente y los ríos se trata?
¿No estarían atentando entonces contra intereses propios del gobierno nacional y poniendo en peligro los negociados gigantescos que el ente estatal Ebisa proyecta con el estado brasileño a costas del sufrimiento de miles de misioneros?
¿Por qué para los medios nacionales oficialistas es condenable una represa que inundará 8 mil hectáreas pero no otra que inundará 30 mil?
Ojalá, el seguimiento de estos medios para con la represa Ayuí Grande no solo ayude para que ese emprendimiento nunca se concrete, sino que además pueda instalarse en esa agenda mediática nacional la preocupación de toda una provincia – la de Misiones – por la amenaza que representa el monstruoso proyecto Garabí, sobre el cuál hoy esos medios callan.
(*) Co-director de la Revista Superficie de Misiones
Aclaramos que no es nuestra opinion , pero en este blogs se difunden libremente las opiniones.
Enviado por Prensa ICAA a esta redaccion
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