Más de 48 horas después de comunicar la apertura del puente aéreo, los trabajadores del PMA están cargando en el aeródromo de Nairobi el boeing 737 para que alcance durante la tarde la capital somalí, Mogadiscio. El aparato tiene previsto llevar en cada vuelo -se prevé que sean diarios- 14 toneladas de alimentos para niños, una suerte de pasta de cacahuete con alto contenido proteínico y energético llegada de Francia. El PMA tiene como objetivo llevar ayuda a 25.000 menores. El puente aéreo volará también a Dolo Ado, en la región fronteriza entre Somalia y Etiopía, y a la ciudad keniana de Wajir. Por el momento y a la espera de que dé sus frutos el diálogo entre la ONU y las milicias islamistas de Al Shabab, que controlan la mitad del país, la ayuda no viajará hacia el sur, la zona precisamente más castigada por la sequía y el hambre.
El despegue ayer del primer vuelo con destino Mogadiscio se vio entorpecido por los obstáculos de las autoridades kenianas en la aduana. Estas mismas autoridades son objeto de críticas por Médicos sin Fronteras, una de las organizaciones con mayor presencia en el país. Esta ONG ha denunciado a través de un comunicado que la negativa de Nairobi a abrir el campo de Ifo 2, una extensión de la megalópolis de refugiados sita en Dadaab (387.893 personas), ha llevado a la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) a trasladar a cientos de familias a Ifo3, "cuyas instalaciones aún carecen de servicios mínimos".
"[El traslado] se ha llevado a cabo de forma poco transparente y sin apenas consultar a otras agencias sobre el terreno", ha manifestado MsF en una nota. Según esta organización, ACNUR está llevando hasta Ifo 3 a 200 familias al día, con previsiones de albergar allí a unos 60.000 refugiados. Msf afirma que el campo, "que dispone de escasos servicios básicos, como agua y saneamiento", solo está proyectado para dar cobijo a 40.000 personas.
Tomado de El País de España 
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