26 oct 2011
El lunes pasado, el Presidente Felipe Calderón publicó en este blog un video en el cual, en un tono personal y con la intención de conversar directamente con la gente, habló de lo que para él es el principal problema que decidió enfrentar y resolver en beneficio de todas y todos los mexicanos, sin distingo alguno: la salud.Quizá el logro más importante para cualquier nación en el mundo, y que pocas han conseguido, sea el de garantizar a sus habitantes el acceso a la salud. En México estamos a punto de lograrlo. Gracias al Seguro Popular y demás instituciones de salud públicas, el próximo año no habrá una sola mexicana o mexicano que, necesitándolo, no pueda recibir atención médica.
La firme convicción de que la discriminación en salud es una de las injusticias más dolorosas que una persona puede enfrentar, fue la motivación principal para hacer de la salud una de las más altas prioridades de este gobierno. Para que una persona pueda acceder a servicios de salud no debe ser una traba su nivel de ingresos o su situación laboral o gremial, su género, su edad o su filiación partidista. Es muy sencillo: no existe un impedimento que valga.
La magnitud de lo que estamos viviendo en México con respecto a la salud es enorme. Hace algunos años, por ejemplo, cuando a una mujer le detectaban cáncer de mama, era muy posible que tuviera que abandonar el tratamiento por no poder pagarlo. Para ella y su familia era una desgracia seguida de otra desgracia, un sufrimiento acompañado de una impotencia. Hoy esto ya no sucede; hoy, cualquier mujer que requiera tratamiento para enfrentar el cáncer de mama ─una de las principales causas de muerte entre las mujeres─ cuenta con la atención y la garantía de recibir el tratamiento en el Seguro Popular o en alguna otra de las instituciones de salud del Estado. Hoy, ninguna mujer está sola.
El logro de México con respecto a la salud es histórico. Antes del inicio de la administración del Presidente Calderón, 25 mujeres de cada 100 tenían la necesidad de abandonar el tratamiento contra el cáncer de mama; hoy en día sólo 3 mujeres de cada 100 lo hacen, y nunca por motivos económicos.
El poder salvar la vida de tantas y tantas mujeres, madres, hermanas, hijas y amigas de cualquiera de nosotros, por sí mismo, vale el logro que todos los mexicanos hemos alcanzado. Y esto es sólo un ejemplo del cambio que la cobertura universal representa en la vida de los mexicanos
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