sábado, 2 de junio de 2012

REPUBLICA DE ITALIA 2 de junio retornaron al sistema que hizo grande Roma

Tras un referéndum en el que el sistema republicano salió ganador con respecto al monárquico, finalmente, el 2 de junio de 1946, se proclamó la República Italiana. El 2 de junio de 1946 los italianos volvieron a dar el poder a Alcide de Gasperi. La Democracia Cristiana se consagró como el partido más fuerte de Italia, con el 35 % de respaldo electoral.
Por el Dr. Leonardo M. GonzAlez
El Reino de Italia fue el estado surgido tras la unificación italiana (1848-1870) liderada por Víctor Manuel II que se coronó Rey de Italia en 1861. El Reino de Italia participó de las dos guerras mundiales.
Precisamente, su participación en la Segunda Guerra Mundial llevó a su desaparición tras celebrarse un referéndum en 1946 en el que el sistema republicano salió ganador con respecto al monárquico debido al desprestigio de este durante la guerra. Finalmente, el 2 de junio de 1946, se proclamó la República Italiana.
Historia
En 1849, Víctor Manuel II fue coronado como Rey de Cerdeña y Duque de Saboya. Fue este monarca quien, después de liderar la Unificación de la mayor parte de la península, consiguió ser coronado Rey de Italia en 1861. Su nieto Víctor Manuel III abdicó en mayo de 1946 a favor del heredero de la Corona, Humberto II, quien reinó hasta junio de ese año, cuando Italia fue proclamada República.
Desde 1861 hasta 1922, Italia fue una monarquía constitucional con un parlamento elegido mediante voto restringido (en 1913 se celebró el primer sufragio universal masculino). En política exterior, el Reino de Italia fue mientras tanto excluido (debido a su tardía unificación) del reparto colonial de Africa en la Conferencia de Berlín. Logra, sin embargo, establecer colonias en Eritrea, Somalia, Etiopía y Libia.
El Reino del Sur
Con el término Reino del Sur (Regno del Sud) se conoce el período comprendido entre septiembre de 1943 a junio de 1944, cuando el rey Víctor Manuel III y Pietro Badoglio se instalaron en Brindisi, territorio ocupado por las tropas aliadas. Este período, que concluye con la proclamación de la República Italiana, se subdivide en cuatro:
* Interregno: desde la tarde del 8 de septiembre de 1943 (cuando Badoglio lanzó la proclama en la que anunciaba el armisticio con los aliados, momento que coincidió con la fuga de Roma de Víctor Manuel III tras la reaparición del rey y su familia en Brindisi.
* Reino de Italia: con capital en Bari desde el 9 de septiembre de 1943 hasta el 4 de junio de 1944.
* Regencia del príncipe Humberto de Saboya, del 5 de junio de 1944 al 9 de mayo de 1946.
Reinado de Humberto II: del 9 de mayo de 1946 hasta el 2 de junio de 1946, cuando el rey se exilió tras proclamarse la República.
Aquel comienzo de junio de 1944 fue crucial en el curso de la guerra. El día 4, los aliados entraron en Roma; el 5 dimitió Badoglio. El 6, las fuerzas aliadas desembarcaron en Normandía. En Roma se formaba un nuevo gabinete totalmente ajeno al fascismo y presidido por un socialista, Ivanoe Bo-nomi, uno de cuyos problemas iniciales fue hallar la fórmula de juramento de su gobierno, pues se negaban a ha-cerlo según el texto tradicional. Final-mente, el príncipe Humberto aceptó el juramento del nuevo ministerio según esta fórmula: “Los miembros del go-bierno juran por su honor desempeñar su cargo en interés supremo de la Nación y, hasta la convocatoria de la Asamblea Constitucional, no cometer actos que puedan perjudicar la cuestión institucional”.
Una redacción retorcida, con dos cargas de profundidad para la Corona: anunciaba elecciones constituyentes vinculadas al futuro institucional, es decir, Italia podría optar entre monarquía o república.
Este gobierno y los sucesivos del propio Bonomi y de Ferruccio Parri trataron de lidiar con los últimos coletazos de la guerra del ímprobo trabajo de al país hacia la normalidad. Ad-ministraciones gubernamentales breves, semestrales, sobrepasados por las dificultades y su falta de cohesión. Eso fue así hasta que Alcide de Gasperi llegó al poder, el 10 de diciembre de 1945, contando con una poderosa y sorprendente alianza: la coalición en-tre la democracia Cristiana y el PCI.
De Gasperi, diputado del Partido Popular y presidente de un grupo parlamentario cuando el fascismo clausuró los partidos políticos, sufrió la cárcel durante tres años, recibiendo la libertad gracias a los acuerdos de Letrán, firmados entre el Gobierno y la Iglesia en 1929. A partir de entonces vivió casi recluido en la Biblioteca Vaticana, alejado de la política hasta 1945, en que regresó para organizar la Democracia Cristiana, desempeñar varias carteras ministeriales con Bo-nomi y Parri y alcanzar el poder. A sus 64 años se le miraba como una especie de monje: austero, sabio, recto e inflexible. Un político apropiado para un momento extraordinariamente difícil.
El más urgente de los trabajos que le esperaban era la normalización democrática, que debía iniciar la regulación de la vida local mediante la convocatoria de comicios municipales, y continuar con la reunión de una Asamblea Constituyente mediante elecciones legislativas, que incluirían el referéndum sobre el régimen al que Italia confiaba su futuro.
El 2 de junio los italianos volvieron a dar el poder a De Gasperi; la Democracia Cristiana se consagraba co-mo el partido más fuerte de Italia, con el 35% de respaldo electoral; el Partido Socialista era la segunda fuerza, con el 20% de los votos, seguido por el Partido Comunista, con el 19%.
El viejo Partido Liberal, protagonista de la vida política italiana antes del fascismo, anunciaba su ocaso con la magra cosecha de un 7 % de los sufragios. El referéndum -lo que más le interesaba a los italianos en aquella llamada a las urnas- mostraba la preferencia popular por la República. La abdicación de Víctor Manuel III en su hijo Humberto había llegado demasiado tarde.
Tomado de diario el Litoral de Ctes
Nota: tarde pero volvieron a la república, los pobres españoles siguen gobernados por un rey francés

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