Todas las recomendaciones parten de la premisa del respeto por la biodiversidad
Los carpinchos se mueven en manada por Nordelta Gentileza: Gustavo Iglesias
Los expertos intentan por estas horas encontrarle una
solución al problema
de convivencia que tienen los vecinos de Nordelta, en el municipio de Tigre,
con las decenas de carpinchos que se pasean por sus calles y parques.
No hay nada certero aún, pero los especialistas coinciden en un punto:
relocalizar a los roedores no es la respuesta.
“El traslado de los carpinchos es muy complejo. No solo
porque son muy grandes y no es fácil capturarlos, sino porque –y lo más
importante– no se sabe adónde sería”, destacó a LA NACION María
José Corriale, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Paralelamente, la cuestión no se resolvería con esa acción,
alertó la especialista. La presencia de esos roedores volvería a estar en boca
de todos porque los animales continuarían con su proceso de reproducción, ya
que la zona es su hábitat natural y van a volver a ingresar.
os carpinchos cruzan la avenida troncal que une a los
barrios de NordeltaGentileza: Gustavo Iglesias
“Para los carpinchos hubo una pérdida importante de su
espacio. Antes, donde estaba el barrio había un humedal, por lo que su traslado
es prácticamente imposible”, resaltó Alejandro Inti Bonomo. “Habría que
relocalizar a las personas si lo pensamos desde el punto de vista
ecológico-ambiental”, agregó el director de la licenciatura en Gestión
Ambiental de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Enfatizó además en la importancia de que el Congreso Nacional avance con una ley de humedales que permita “gestionar esos lugares” y evitar que situaciones como estas se repitan.
El viernes, la Asociación Vecinal Nordelta (AVN), que
administra los barrios, dijo en un comunicado que junto con la Dirección de
Flora y Fauna bonaerense, la Municipalidad de Tigre y especialistas del Conicet
trabajaban para buscar una solución que permita preservar el equilibrio
ecológico.
Repercusión internacional
La problemática de los carpinchos en los barrios de Nordelta
fue tomando más y más dimensión en la opinión pública durante la última semana,
tras una nota publicada en LA NACION. Desde el ambiente artístico
hasta el político, distintos referentes se expresaron sobre la activa visita de
los roedores hasta convertirlo en un trending topic en las redes sociales.
Incluso la ministra de Seguridad nacional, Sabina
Frederic, se refirió a la presencia de los carpinchos en la
urbanización. “Es una manera en la que la naturaleza devuelve a las personas el
daño que le hacen con emprendimientos inmobiliarios”, dijo la funcionaria.
La polémica por los carpinchos en Nordelta llegó al plano
internacional, con The GuardianCaptura
La curiosa noticia cruzó las fronteras nacionales y hasta el
diario británico The
Guardian publicó una nota referida al debate.
Matías Arrigazi es licenciado en Ciencias Biológicas y fue tajante: “Levantar el barrio es utópico y hay que respetar la biodiversidad, entonces hay que buscar una solución de convivencia que contemple a ambas partes”.
Para Adelmar Funk, profesor de Ciencias Naturales y con 30
años de experiencia en el manejo de fauna, traslocar a los roedores sería
“traumático”.
Como los otros especialistas consultados, Arrigazi opinó que
el traslado de los ejemplares podría generar ciertos problemas con la población
preexistente en las zonas de destino, ya sea de su misma especie o de otras. El
movimiento de los roedores a cautiverio “tampoco es conveniente”.
“El daño para la fauna silvestre ya está causado debido a la
intervención del hombre. La naturaleza se regula sola y, cuando los humanos se
meten, se rompe el equilibrio”, alertó.
Carpinchos en NordeltaGentileza: Gustavo Iglesias
Propuestas a corto plazo
Para la investigadora Corriale, el primer paso que se
debería tomar para minimizar las molestias por la presencia de los carpinchos,
como los accidentes de tránsito registrados en Nordelta, sería por ejemplo
reducir la velocidad en aquellas zonas donde se identifique el cruce de los
roedores por la calle.
Reconocer los lugares específicos por los que los carpinchos
ingresan a la urbanización permitiría, tal vez, colocar alambrados para evitar
su paso.
“Por lo que pude ver en algunas imágenes difundidas, hay
gente que comparte actividades con los roedores”, comentó Funk. Y prosiguió:
“Habría que hacer ahora un trabajo inverso. Alejar a los animales, rechazarlos,
con un plan elaborado que haga que los roedores busquen otros destinos”. Valeria Musse TOMADO DE LA NACION DE RA
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