martes, 24 de agosto de 2021

LA NATURALEZA Y EL USO QUE HACEMOS DE ELLA

 


LA NATURALEZA Y EL USO QUE HACEMOS DE ELLA

Por Osvaldo Nicolás Pimpignano

En los últimos días se convirtió en noticia una presencia mayor de la habitual de carpinchos en Nordelta, un barrio privado construido mediante el relleno de un humedal, una práctica que no debió permitirse por la aplicación de la Convención de Ramsar, un acuerdo internacional al que la Argentina adhiere.

En el periodo más estricto de la cuarentena a causa del aislamiento social provocado por la Pandemia de coronavirus en el 2020, la aparición de un pingüino paseando por las playas de Miramar, un carpincho en las calles de Necochea o la presencia de ciervos de los pantanos en el entorno natural del delta del río Paraná sorprendían y conmovían a los argentinos desde las ventanas de sus hogares o las pantallas de la televisión. Era el retorno de la fauna originaria sobre las urbes vaciadas de tránsito y personas.

foto incendio 
 Esto no solo sucedía en Argentina, recorrió el mundo la imagen de los canales de Venecia con peses o en países escandinavos los osos abandonaban sus espacios comunes y se paseaban por las ciudades, en Paris aparecieron zorros y algunas aves no emigraron y ahora se encuentran en un problema serio, los lagos que habitaban se congelaron y están desorientadas y con un mal pronóstico de vida. Más de un año después, una parte de los vecinos de un barrio privado, se organizan y denuncian la "reproducción explosiva" de carpinchos que "atacan perros y destruyen jardines". Una situación que dividió al complejo, replicó memes en las redes sociales y responde a graves consecuencias medioambientales en zonas de humedales.


La presencia de estos roedores en el delta y humedales mesopotámicos argentinos es común, lo inusual es que se afinquen en zonas habitadas, ya que en general son tímidos. Lo que no parece inusual es que estos animalitos allan recuperado un área que naturalmente les pertenecía y de la que fueron expulsados por la urbanización de un humedal y del avance del hombre sobre la naturaleza. Una causa posible es la bajante del Rio Paraná que afecto buena parte de los humedales circundantes.

En ese contexto, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, habló este lunes 23 de agosto en radio La Red y pidió “respetar el hábitat de los carpinchos”.

"Hablar de carpinchos es una oportunidad de ejemplificar la necesidad de regular los humedales, tener un inventario y tener en claro lo que significó el avance de los barrios privados y la actividad productiva sobre determinados ecosistemas que son humedales y que son fundamentales en el Ciclo del Agua, necesarios para la calidad del agua y para evitar inundaciones", opinó el ministro, quien les pidió a los habitantes de los barrios cerrados  acostumbrarse a vivir con los carpinchos.

Consultado sobre el tratamiento de la presencia de estos roedores como 'invasores', el funcionario aclaró: "Los invasores somos los humanos".

Pero a esta situación se sumó una voz que algunas personas no esperaban, la del empresario Eduardo Costantini, creador de Nordelta quien se metió de lleno en la polémica. Con un breve mensaje, en medio de idas y vueltas que generó un impensado enfrentamiento entre vecinos del complejo residencial, que en las últimas semanas fue creciendo entre los disconformes por la convivencia con parte de la fauna del lugar y otros que simpatizan con los carpinchos, en este estado el impulsor del barrio Nordelta marcó el terreno y defendió a los roedores.


A través de su cuenta de Instagram, Costantini sentó su posición a favor de los roedores que fueron tendencia en las redes sociales: "¡¡Los Carpinchos son seres indefensos y divinos que necesitan el cuidado y el amor de todos nosotros!!". Afirmo Constantini.

Esto que podríamos llamar un conflicto de intereses entre la naturaleza y el ambiente debe ser un serio llamado de atención sobre lo que en las últimas semanas sucedió en el mundo, nada nuevo, inundaciones, sequias, incendios forestales repetidos en diversos lugares lejanos entre sí de nuestro planeta. Hace muy pocos días en Córdoba, en la zona de Potrero de Garay-San Clemente e Intiyaco-Atos Pampa se produjo un incendio forestal. La situación más crítica sucedió  entre Potrero de Garay y San Clemente, donde el fuego arrasó 80 viviendas que pertenecían a dos condominios privados de Villa El Cóndor y Potrerillos, Pueblo Nuevo

Estos condominios fueron construidos en medio de una plantación de pinos, implantados como explotación maderera al que se le dio otro destino. Sería interesante conocer que organismo autorizo estas construcciones, si se realizó un estudio de impacto ambiental, o si las mismas eran ilegales y nadie las vio. El pino no es un árbol autóctono de la región y de muy fácil combustión, y sin duda por muy exótico que parezca, los hechos demostraron que una explotación forestal no es el lugar más adecuado para construir complejos habitacionales.

Decía mi abuelo, “donde el hombre pone la mano, mete la pata”.

Fuentes: Radio La Red y propias

 


Por Osvaldo Nicolás Pimpignano

Periodista de Investigación – FLACSO

Para la ASOCIACION ECOLOGICA RIO MOCORETA

osvaldopimpignano@gmail.com

Las imágenes fueron tomadas de la Web

 

 

No hay comentarios: