Nairobi, septiembre 2021. Edición fotográfica de Dante Cosenza Brian Inganga - AP
Decididamente, algo marcha mal. No es necesario embarcarse en sofisticadas elucubraciones para advertirlo; basta con dejarse de pudores, cambiar la orientación de la mirada, poner los ojos sobre esos lugares que con tanto esmero procuramos esquivar. Por caso los basurales, esa suerte de contramonumento, la otra cara de los templos que Frank Gehry, Norman Foster, Jean Nouvel y tantos grandes arquitectos erigieron para gloria de ésta, nuestra época. Los basurales son el rostro imposible de digerir de un mundo y una concepción de la vida que están en problemas. Así lo confirma esta imagen tomada en las cercanías de Nairobi, Kenia: la montaña presumiblemente pestilente de desechos, el hombre que hurga allí en busca de sustento. Y una asfixia que nos llega y lo une a las aves, también ellas parte de una existencia secretamente degradada. Diana
Fernández Irusta tomado de la nación de ar
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