Fotografía: Jerry Kurniawan/Banco Mundial
TITULARES
- En
la última edición del informe Groundswell se estima que 216 millones de
personas en seis regiones podrían desplazarse dentro de sus países para
2050.
- La
publicación incluye nuevas proyecciones de tres regiones: Asia oriental y
el Pacífico, Norte de África, y Europa oriental y Asia central.
- Medidas
tempranas y concertadas para reducir las emisiones mundiales de gases de
efecto invernadero y asegurar un desarrollo inclusivo y resiliente podrían
disminuir la escala de la migración interna por motivos climáticos hasta
en un 80 %.
Las personas empacan sus pertenencias y dejan sus hogares
por muchas razones —económicas, sociales, políticas— y estos factores a menudo
están interrelacionados. Un panorama más completo de los patrones de movilidad
debe incluir ahora a quienes migran debido al cambio climático —una tendencia
que se espera aumente con el tiempo— a medida que las personas se trasladan de
una parte de sus países a otras, como:
- El
adolescente marroquí que se pregunta si debería dejar la granja en las
montañas, donde su familia cultiva aceitunas y frutas, para trabajar en la
construcción en las afueras de Rabat y obtener un salario más estable, ya
que la disminución del suministro de agua hace que la agricultura sea más
incierta.
- La
trabajadora de una fábrica en la periferia de Ciudad Ho Chi Minh que
extraña su comunidad pesquera ubicada en el delta del Mekong en Vietnam,
pero que sabe que necesita el dinero que envía a sus familiares para
ayudarles a enfrentar las inundaciones repentinas, los períodos de sequía,
las lluvias intensas y el aumento del nivel del mar.
- Los
miembros de una familia que viven en un asentamiento informal y
desatendido en los límites de Bishkek, que tuvieron que irse de la región
rural en el sur de la República Kirguisa porque su fuente de agua se secó
y no pudieron mantener sus medios de subsistencia como pastores.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de decisiones
que las personas y las comunidades toman cuando deben contrarrestar las
consecuencias del cambio climático. Ninguna
región es inmune a la posible migración como consecuencia de los impactos del
cambio climático en los medios de subsistencia de las comunidades y la pérdida
de habitabilidad en lugares altamente expuestos: más de 216 millones de
personas podrían desplazarse dentro de sus países en seis regiones para 2050,
según la última edición de la serie de informes Groundswell del
Banco Mundial.
"Más de 216 millones de personas podrían desplazarse
dentro de sus países en seis regiones para 2050, según la última edición de la
serie de informes Groundswell del Banco Mundial."
La publicación incluye nuevas proyecciones de tres regiones:
Asia oriental y el Pacífico, Norte de África, y Europa oriental y Asia central.
Se basa en el primer informe Groundswell,
publicado en 2018, que abarcó África al sur del Sahara, Asia meridional y
América Latina. En conjunto, las previsiones para todas las regiones indican
que de aquí a 2050: África al sur del Sahara podría llegar a tener 86 millones
de migrantes internos por razones climáticas; Asia oriental y el Pacífico, 49
millones; Asia meridional, 40 millones; Norte de África, 19 millones; América
Latina, 17 millones, y Europa oriental y Asia central, 5 millones.
Se estima que la migración interna provocada por impactos
climáticos aumentará en las próximas décadas y luego se acelerará en la segunda
mitad del siglo si los países no reducen las emisiones mundiales de gases de
efecto invernadero y crean resiliencia frente a los actuales y futuros impactos
del cambio climático. Las llamadas “zonas críticas” de migración por cuestiones
climáticas surgirán en los países ya en 2030, produciéndose la emigración desde
lugares donde los medios de subsistencia están amenazados por el cambio
climático y la inmigración hacia sitios con mejores oportunidades de medios de
subsistencia.
“El cambio climático —en particular impactos como el aumento
de la escasez de agua, la disminución de la productividad de los cultivos y el
aumento del nivel del mar agravado por las marejadas ciclónicas— podría obligar
a emigrar a las personas en peligro. En los países podrían surgir zonas
críticas de migración por motivos climáticos tan pronto como en 2030, que luego
continuarán intensificándose y ampliándose”, señalaron Kanta Endoud y Viviane
Clement, autoras principales de los informes, agregando que hay
esperanza. “Pero aún existe la oportunidad de actuar. Ciertamente, reducir las
emisiones y garantizar que el desarrollo sea verde, resiliente e inclusivo son
esenciales para disminuir el costo humano del cambio climático. Al mismo
tiempo, los países también pueden anticiparse y prepararse para los factores
que impulsan la migración, por ejemplo, proporcionando apoyo a las comunidades
para la adaptación, diversificando los medios de subsistencia o facilitando la
movilidad cuando sea necesario".
En el informe se afirma que la
implementación temprana y concertada de medidas para reducir las emisiones
mundiales de gases de efecto invernadero y garantizar un desarrollo inclusivo y
resiliente es fundamental y con ello se puede disminuir la escala de la
migración interna por motivos climáticos hasta en un 80 %. La
reducción de las emisiones mundiales podría traducirse en menores impactos del
cambio climático, como la disminución de la productividad de los cultivos, la
escasez de agua y el aumento del nivel del mar.
"En el informe se afirma que la implementación
temprana y concertada de medidas para reducir las emisiones mundiales de gases
de efecto invernadero y garantizar un desarrollo inclusivo y resiliente es
fundamental y con ello se puede disminuir la escala de la migración interna por
motivos climáticos hasta en un 80 %."
Un examen más detenido de algunas de las conclusiones
principales sobre las tres nuevas subregiones de interés en este segundo informe Groundswell pone
de relieve cómo las regiones con contextos climáticos, demográficos, de
movilidad y de desarrollo muy diferentes pueden planificar la migración por
cuestiones climáticas.
Un vistazo a los patrones de la migración interna por
motivos climáticos en tres subregiones
Norte de África
En
el Norte de África, las variaciones en la disponibilidad de agua se convertirán
en la causa principal de la migración interna por motivos climáticos,
impulsando a las personas a abandonar las zonas costeras y del interior donde
el agua es cada vez más escasa y desacelerando el crecimiento demográfico en
los puntos críticos de emigración por motivos climáticos a lo largo de la costa
nororiental de Túnez, la costa noroccidental de Argelia, la zona occidental y
meridional de Marruecos, y las estribaciones del macizo central del Atlas que
ya están afectadas por estrés hídrico. En Egipto, los sectores oriental y
occidental del delta del Nilo, incluida Alejandría, podrían convertirse en
puntos críticos de emigración debido a la disminución de la disponibilidad de
agua y al aumento del nivel del mar.
Por otra parte, se prevé que varios lugares con mayor
disponibilidad de agua se convertirán en puntos críticos de inmigración por
motivos climáticos, entre ellos, importantes centros urbanos, como El Cairo,
Argel, Túnez, Trípoli, el corredor Casablanca-Rabat y Tánger. En Marruecos, por
ejemplo, la expansión de las ciudades costeras se deberá llevar a cabo a través
de una planificación urbana inclusiva y resiliente frente al clima que
considere los riesgos climáticos y sus impactos en los sectores económicos y la
infraestructura urbana clave.
Mientras tanto, las medidas de adaptación continuarán siendo
cruciales para los sectores sensibles al clima, incluida la agricultura, dada
su importancia para los medios de subsistencia y el empleo en la región. En
Marruecos, el desarrollo y la gestión integrada de los recursos hídricos serán
vitales, al igual que los esfuerzos por lograr un crecimiento económico con
bajos niveles de emisión de carbono y resiliente.
El bajo Mekong
En
el bajo Mekong, se prevé que el aumento del nivel del mar y las marejadas
ciclónicas podrían crear puntos críticos de emigración provocada por impactos
climáticos en algunas regiones costeras bajas densamente pobladas, como el
delta del Mekong en Vietnam. Estos factores ponen en peligro los
principales medios de subsistencia, entre ellos, la producción de arroz, la
acuicultura y las pesquerías. Se proyecta que aparecerán puntos críticos de
inmigración por motivos climáticos en zonas donde la población ya está
aumentando, como el delta del río Rojo y la costa de la región central de
Vietnam, y las condiciones en materia de disponibilidad de agua y productividad
de los cultivos son más favorables. No obstante, se espera también que la
región será muy vulnerable a tormentas tropicales, cada vez más frecuentes y
graves.
En
Vietnam, será necesaria una planificación de la resiliencia climática en los
principales centros urbanos costeros y, al mismo tiempo, medidas tempranas y
concertadas para preparar a las principales regiones agrícolas de baja altitud
para los impactos del cambio climático. El país ya está trabajando
para abordar los riesgos del cambio climático, e intensificar esos esfuerzos
—que incluyen una planificación proactiva y multisectorial y la adopción de
soluciones transformadoras— será crucial para mantener la sólida trayectoria de
desarrollo del país.
Asia central
En Asia central, se espera que los aumentos de la
disponibilidad de agua y de la productividad de los cultivos crearán puntos
críticos de inmigración provocada por impactos climáticos en zonas que ya están
densamente pobladas y son productivas desde el punto de vista económico, como
el valle de Ferghana, y en nuevas zonas donde existen oportunidades para
desarrollar medios de subsistencia, como el norte de Kazajstán. Sin embargo, la
migración de las zonas rurales a las urbanas podría aumentar en regiones
montañosas agrícolas y de pastoreo importantes de la República Kirguisa que
posiblemente experimenten una mayor escasez de agua. Será
importante que la planificación urbana en la República Kirguisa tenga en cuenta
el clima y garantice el acceso inclusivo a viviendas adecuadas, oportunidades
de empleo, infraestructura, conectividad y servicios. La República
Kirguisa ya está tomando medidas para abordar la resiliencia de los sectores
sensibles al clima y la diversificación económica mediante la integración de
las prioridades climáticas en los procesos y estrategias nacionales de
desarrollo.
Conclusión
Ambos informes Groundswell proporcionan
recomendaciones en materia de políticas para respaldar los esfuerzos que
podrían frenar la migración por razones climáticas y prepararse para la posible
migración de millones de personas de aquí a 2050. Y las soluciones tienen
carácter mundial —como la reducción de las emisiones y la integración del
cambio climático en la planificación del desarrollo con visión de futuro—
nacional y local, para ayudar a las comunidades a adaptarse o
trasladarse. A
fin de desacelerar el movimiento de millones de personas en el futuro, es
urgente adoptar medidas concertadas en el punto de confluencia del clima, el
desarrollo y la migración.
Más información
Para obtener más información, consulte el informe completo
Groundswell:
actuar frente a la migración interna provocada por impactos climáticos (2021)
Groundswell:
prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos
(2018)
TOMADO DE ENVIO DE BANCO MUNDIAL
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