El Sr. Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Provincia, Lic. Ariel Martinez, ha expresado en las últimas horas en el Diario del Fin del Mundo algunos conceptos, relacionado con el proyecto de Interconectado Eléctrico Provincial, que respetuosamente deseamos evaluar.
Existen algunas apreciaciones en esta nota de prensa que pueden comprenderse y aceptarse si son reflejo de interpretaciones erróneas del redactor, pero que dejarían al descubierto cierta ambigüedad o discordancia si es que se trata de fieles declaraciones del mencionado funcionario.
“El gobierno provincial recibió la semana pasada el estudio de impacto ambiental…”, si estamos hablando de la Evaluación de Impacto Ambiental este trabajo tiene fecha de presentación el 19 de enero de 2011. Si bien esto no parece tan grave, lo es a la hora de sumar contradicciones y suspicacias al comportamiento que parece haber asumido el gobierno respecto de hacer pública la información que debería ser pública.
“…ahora está en estudio de los técnicos del Estado y desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente remarcaron que el tema está abierto al debate”. Sin embargo contradictoriamente sigue sin convocarse a ese debate que, de ninguna manera se debería limitar al ámbito al que obliga la ley, esto sería audiencia pública, sabemos que éstas se llevan a cabo cuando la decisión ya ha sido tomada.
“La traza es lo que está en cuestión y en función de evaluar esa traza, en conjunto, seguramente lo llevaremos al Consejo Provincial del Ambiente…”. No nos tranquiliza esta idea por cuanto el Consejo Provincial del Medio Ambiente carece de todo peso político, es de representación y participación limitada, además de no ser vinculante. Basta agregar que las opiniones de ese órgano ni siquiera son difundidas públicamente, a menos que las mismas resulten convenientes.
Respecto de los efectos sobre el medio ambiente, el funcionario del área extrañamente expresa que “Son evaluaciones muy complejas, por que además no hay demasiados indicadores técnicos para evaluarlas…”, cuestión que pone de manifiesto dos alternativas: no existe ánimo de hacerse de dichos indicadores (que existen y de sobra) o se decide simplemente ignorarlos, que en este caso sería aún peor, viniendo de un funcionario que debería considerar todas las variables dignas de análisis, desde lo profesional y desde lo legal.
Causa aún más rechazo cuando remata el comentario expresando que “los impactos paisajísticos son de carácter absolutamente subjetivos, así que se nos hace a nosotros también muy difícil ver en esos términos o evaluar este tipo de impactos…”. Para este funcionario y dicho de otra manera, instalar 500 torres de acero de 32 metros de altura a 380 metros una de la otra, en una traza que avanza por ríos, bosques nativos, puntos panorámicos, reservas provinciales, sobre la localidad de Tolhuín, sobre las costas del Canal Beagle, yacimientos arqueológicos, etc. resulta de un impacto muy difícil de medir, por cuanto además dichos impactos “son de carácter absolutamente subjetivos”.
No quiero calificar ni adjetivar la opinión del funcionario, por una cuestión de respeto.
El epílogo de tan profunda opinión es el reconocimiento (para hacer aún más subjetivo el impacto sobre el medio ambiente), que esta obra requiere además un importante desmonte a lo largo de la traza de aproximadamente 50 metros de ancho.
Hemos querido guardar silencio durante varios días, respetando un hecho tan importante como las elecciones. Procurando además responder a quienes nos acusan de “intenciones políticas”, ya que entienden que defender nuestra naturaleza, nuestros paisajes y el sustento de una actividad tan valiosa e importante como el turismo, solo puede perseguir fines políticos.Convocamos a todos a fortalecer esta inquietud, sabemos del momento especialmente difícil que está viviendo la actividad del turismo, pero no podemos obviar por ello una cuestión que compromete claramente el futuro.
No lo olviden: “El paisaje es un bien colectivo. Es a la vez natural y cultural. Es un componente del medio ambiente. Por esta razón comparte todas las características que el Derecho adjudica al bien general y sobre todos los criterios de protección.
El paisaje es un bien fundamental en la calidad de vida y en la creación de identidades individual y comunitaria”A los ciudadanos preocupados y consustanciados con la temática y sensibles de lo que está en juego, los invitamos a sumarse, informándose, manifestando su opinión y defendiendo lo que nos pertenece, no solamente por quienes hoy estamos, sino principalmente por los que vendrán.
Adjuntamos dos imágenes que posiblemente ayuden a comparar la “subjetividad del impacto” que el mal uso, puede generar sobre el paisaje.
Julio César LoveceFundación Ushuaia XXI
02901 1552 1192
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