El productor tiene hace más de 6 años los mercados intervenidos, ya que el Gobierno entendió que frenando el precio del trigo frenaría el precio del pan al consumidor, medida que a todas luces ha sido un craso error, observándose que ha sido imposible lograrlo.
Por: Maximiliano Aliaga Souto (*)
En las últimas horas hemos asistido nuevamente a un aumento de precios de distintos productos de la canasta familiar, sin entrar en discusiones semánticas si esto es o no inflación, en la práctica productos como la carne, la leche y el pan son muy importante a la hora de defender el poder adquisitivo de los que destinan más del 80% de sus ingresos a la alimentación, restando el 20 % para cubrir vestimenta, salud y transporte (necesidades básicas de cualquier ser humano).En el caso del pan, según citan las fuentes de noticias, hoy la Secretaría de Comercio Interior dio “permiso” para “readecuar” los precios del kilo de pan al mostrador (o sea lo que cobran en panadería).
El siguiente cuadro es de interés ya que nos muestra la verdadera relación de ingresos entre los que producen (productores) los que acondicionan (molinos) y los que elaboran y venden (panaderías).
1 kg de trigo se hacen 0.6 kg de harina y se hacen 0.8 kg de pan
Fuente:G.S.
Ahora vemos con claridad dónde y quiénes son los actores de la cadena del pan que se llevan la mayor parte de la torta. El productor tiene hace más de 6 años los mercados intervenidos, ya que el Gobierno entendió que frenando el precio del trigo frenaría el precio del pan al consumidor, medida que a todas luces ha sido un craso error, observándose que ha sido imposible lograrlo. Debido, entre otras cosas, al reacomodamiento sostenido de los distintos costos asociados al proceso productivo del pan (gas, luz, sueldos, logística, etc) cada día es más caro producir alimentos elaborados, y no precisamente por los costos de la materia prima.
Obsérvese que el trigo participa en menos del 10 por ciento en el valor final del pan.
Pues bien, las medidas aplicadas por el gobierno nacional en pos de defender los bolsillos de los consumidores, han logrado dos indudables e irrefutables resultados. El primero es el robo sintomático que sufre el productor triguero ya que el Estado está a la orden del día para intervenir su comercialización vía saldos exportables, ROES verdes que no aparecen o a través de complicidades con la molienda argentina que además de recibir suculentos subsidios (ahora en serios problemas de cobro) nunca pagan los precios sugeridos por el Ministerio de Agricultura, y los exportadores silenciosos beneficiados que al no tener que pujar por mercadería salen a comprar sin competencia ya que al tener cuotificado la exportación con día y hora, se elimina la expectativa de oportunidad de compra, no respetando los FAS teóricos produciéndose en ambos casos la situación por la cual el productor es víctima de un mercado oligopólico donde muy pocos (molinos por un lado y exportadores por el otro) le compran a muchos (51.000 productores trigueros)
El segundo es que el consumidor pague por un producto que siempre tuvo un precio diferencial más bajo en relación al resto de los países no productores, ya que vivimos en un país donde la harina sobra, lo mismo que se paga hoy en día en Brasil, país importador por excelencia de trigo argentino.
tomado de Pregon Agropecuario
Nota : se señala que vale 15 $ el Kilo a la vuelta de la casa del secretario de Comercio
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