Señor Presidente,
Quiero comenzar subrayando que para la Argentina fue
determinante la convocatoria a esta cumbre por parte del Secretario General, su
llamado le asigna mayor visibilidad a la problemática del cambio
climático y le da impulso a las negociaciones que se
desarrollan en el ámbito de la Convención sobre Cambio Climático con miras a
adoptar un
nuevo instrumento legal aplicable a todas las Partes. Nadie
está libre de los desastres naturales provocados por el cambio climático, pero
los que pagan el precio más alto son los más pobres. Los países de América
Latina, y en particular la cuenca del Río de la Plata, fueron identificados
como especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático, como
consecuencia de tormentas, crecidas de ríos e inundaciones. Mi país ha sufrido
pérdidas de vidas humanas en la inundación en la ciudad de La Plata, y
cuantiosas pérdidas
económicas especialmente en la agricultura, pero también en infraestructura,
como consecuencia de los fenómenos climáticos extremos que tuvieron lugar en el
último año.
Señor Presidente, La Argentina trae a este foro un mensaje
claro y breve: El Cambio Climático es uno de los desafíos globales más
relevantes que enfrenta la humanidad y sus consecuencias afectan
particularmente a los países en desarrollo, que son los que menos contribuyeron
al calentamiento
global, e incluso amenazan su propia existencia en algunos
casos extremos.No se puede desvincular al cambio climático de las prioridades
del
desarrollo y de la erradicación de la pobreza. Sería un
error excluir del análisis de la problemática ambiental que los países ricos crecieron
a costa de un planeta que es de todos. No le podemos exigir a quien revuelve la
basura para comer otro día
que tenga entre sus prioridades inmediatas la preocupación
por el mundo que heredarán sus hijos. Hay una evidente injusticia climática
inherente al problema y cualquier solución tiene que estar regida por el
principio de la equidad. Sin embargo, la búsqueda de la equidad no puede
derivar en la inacción. Cada minuto de inacción a nivel global, cada año que
pasa sin un acuerdo global, son los más vulnerables, los más desposeídos quienes
pagan con su vida.
El desafío para el mundo en desarrollo consiste en avanzar
en materia de cambio climático de una manera compatible con nuestras
responsabilidades principales, porque señores, en nuestros
países nada daña más el ambiente que la pobreza. Pensamos que en la lucha
contra el cambio climático, los países desarrollados deben ejercer el liderazgo
en razón de sus responsabilidades y en función de sus mayores recursos
financieros y tecnológicos. En aquellos aspectos en los que la Argentina se
cuenta
entre los países más avanzados, actuamos con una lógica
asociativa que prioriza la transferencia de tecnología sur-sur. Señor
Presidente, Para la Argentina su compromiso con el planeta y los pueblos que lo
habitan se traduce en la adopción de instrumentos internacionales
vinculantes y es por ello que reafirmamos que la Convención
es el ámbito natural de las negociaciones sobre cambio climático y que el
proceso debe ser transparente, inclusivo y basado en el
consenso. Un nuevo Acuerdo Global sobre Cambio Climático tendrá sentido en la
medida en que respete la Convención, sus principios,
disposiciones y estructura, y contribuya a la implementación de la Convención.
Sostenemos la vigencia de la diferenciación en función de
las responsabilidades históricas de los países desarrollados y en base al principio
de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
El nuevo acuerdo debe comprender de manera balanceada todos
los elementos: mitigación, adaptación, financiamiento, desarrollo y
transferencia de tecnología, creación de capacidades,
transparencia de la acción y del apoyo. En ese marco, si bien la lucha contra el cambio climático
es un objetivo legítimo, algunas de las medidas que se presentan como respuesta
al cambio climático -tales como etiquetados y aranceles al carbono- adoptadas por los países
desarrollados podrían restringir las exportaciones de los países emergentes,
sin tener verdaderos
beneficios ambientales ni sustento científico. Atento esta
situación, la Argentina -en nombre del G77 más China- ha venido sosteniendo que
es necesario enviar una señal en el régimen de cambio
climático de las Naciones Unidas contra la adopción de ese tipo de medidas
unilaterales que derivan en barreras comerciales hacia los países en
desarrollo. El compromiso con el ambiente crecerá el día que todos entendamos
que un
mundo menos desigual será un mundo más sano y más limpio. Señor
Presidente, En este momento la Argentina está trabajando en la identificación
de
los sectores en los que podría realizar sus contribuciones
nacionales. Desde hace años, venimos implementando acciones nacionales
voluntarias de mitigación y adaptación en diferentes sectores, entre los que se
destacan la agricultura, la energía y el transporte. Hemos adoptado una serie
de acciones tendientes a contrarrestar los efectos adversos de cambio
climático, tales como: la incorporación de
la siembra directa, la rotación de cultivos, la agricultura
de precisión, el desarrollo de energía derivada de la biomasa, la promoción de
la agricultura orgánica y el manejo sustentable de los
bosques. En el sector energético, trabajamos sobre la
diversificación de la matriz energética, el aumento de la eficiencia y la
promoción del uso
racional de la energía. Nos hemos propuesto incrementar la participación
de fuentes renovables en la producción de energía hasta cubrir el 8% del
consumo nacional en 2019. La Argentina es uno de los principales promotores
globales del uso sustentable de biocombustibles.
En el sector transporte, la optimización del sistema de
transporte ferroviario es concebida como una búsqueda de sustentabilidad ligada
a
acciones de mitigación del cambio climático. En ese sentido,
la recuperación del Ferrocarril de Carga constituye una herramienta fundamental.
También contribuyen a la mitigación de emisiones, los progresos realizados en
la renovación de 1500 kms. de vías y la adquisición de nuevo rodante para
modernizar los servicios urbanos de transporte de pasajeros, así como la
reactivación y renovación de
varios ramales interurbanos. Señor Presidente,
En diciembre tendrá lugar en Lima, Perú, la vigésima
Conferencia de la Partes de la Convención y esperamos que en esa reunión, en el
corazón de América Latina, se pueda alcanzar un primer borrador sobre los “elementos”
del nuevo acuerdo. Los representantes de
nuestros pueblos sabemos que estamos frente a un problema complejo que requiere
imaginación y buena voluntad, actualizaciones frecuentes y dejar de lado viejas
divisiones y discursos añejos, para enfrentar con conciencia y valentía las decisiones
presentes que definirán el futuro de todos lo que hoy
estamos y el de quiénes vendrán. canciller DE Argentina Hector Timerman
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