La tala ilegal, por Erik Fischer
Hay que formar una comisión nacional multisectorial
cuyo objetivo sea favorecer la tala legal. Erik Fischer Presidente del
Comité de Maderas e Industria de la Madera de ÁDEX
A raíz del trágico y repudiable asesinato de los líderes asháninkas, en la
región Ucayali, a
manos de taladores ilegales, este tema tan antiguo como complejo ha atrapado
con justa razón la atención nacional e internacional. Sin embargo, esta
tragedia es solo un síntoma de un mal mayor que sobrepasa al comercio ilegal de
madera. En esta oportunidad fueron taladores ilegales, pero mañana podrían ser
narcotraficantes, mineros ilegales o la imposibilidad de recibir atención
médica, lo que acabe con la vida de otro compatriota.
Por ello, esperamos que el nombramiento del alto comisionado
para la lucha contra la tala ilegal no sea simplemente una sobrerreacción de
parte del Gobierno, sino que, por el contrario, sea la manifestación de madurez
y compromiso del Estado, ya que este tema solo se puede abordar desde la visión
de una política de Estado que trascienda a gobiernos particulares.
Recordemos que durante el gobierno de Alejandro Toledo se
promulgó el Decreto Supremo 019-2004-AG, que creó una estrategia y comisión
nacional multisectorial de lucha contra la tala ilegal, formada por múltiples
instituciones y ministerios. Adicionalmente, durante el segundo gobierno de Alan García, se
modificó el artículo 310 del Código Penal para
endurecer las penas contra la tala ilegal buscando condenas con prisión
efectiva.
Esperemos que el alto comisionado desarrolle su trabajo
sobre lo ya avanzado e incorpore a su labor las lecciones aprendidas en años
pasados que, como es evidente, nos indican que hay mucho por hacer y
rectificar.
Probablemente la razón de los pocos éxitos obtenidos radica
en el enfoque de esta problemática, que pareciera circunscribir todo el
problema de la Amazonía a la tala ilegal de madera y su comercio asociado y no
entender sus múltiples manifestaciones y causas. Por ejemplo, en el caso de la
Amazonía del Perú, un inmenso espacio (61% del territorio nacional) tan agreste
como aislado, la tala ilegal representa todas las actividades ilícitas que
cortan la cobertura boscosa, sea para el tráfico de madera o no. Estas
acciones, en algunos casos, causan deforestación total del bosque, como la
minería ilegal, los cultivos ilegales de la hoja de coca para la elaboración de
cocaína o la tala y quema de los bosques para el cambio de uso del suelo (para
una agricultura de sobrevivencia e insostenible). Este fenómeno ha sido en
parte provocado por poblaciones migrantes en extrema pobreza y ha sido la causa
principal de la pérdida de aproximadamente 8 millones de hectáreas de nuestro
bosque amazónico.
Otro fenómeno que contribuye significativamente a la tala
ilegal y deforestación son las malas políticas nacionales, la falta de
ordenamiento territorial y la deficiente gobernanza local, que es presa fácil
de la corrupción. Por ejemplo, el programa de titulación de predios agrícolas
en áreas invadidas de bosque actúa como un incentivo perverso que premia la
quema del bosque.
El enfoque positivo a esta problemática debería entonces
partir de la formación de una comisión nacional multisectorial cuyo objetivo
sea favorecer la tala legal. Esto se logrará a través del impulso de una
industria forestal que permita poner en valor nuestra inmensa riqueza forestal
y genere puestos de trabajo formales, que son la mejor forma de luchar contra
la pobreza y la ilegalidad, mientras seguimos combatiendo la tala ilegal.
TOMADO DE ENVIO DE EL COMERCIO DE PERU
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