miércoles, 17 de septiembre de 2014

BAJA DESNUTRICIÓN EN BOLIVIA


 CAE LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA  FAO: Bolivia es ejemplo en lucha contra el hambre Plantación de quinua en Potosí. -  Una de cada nueve personas sufre hambre en el mundo, es decir unos 805 millones, Avances en América Latina El informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria emitido ayer por la FAO señala que América Latina y el Caribe ha dado un enorme paso al haber alcanzado la meta relativa al hambre del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), un año antes de la fecha límite fijada por la comunidad internacional. Según el informe “El Estado de la Inseguridad Alimentaria” la proporción de personas que sufre subalimentación en la región se redujo de 15,3 por ciento entre 1990 y 1992 a 6,1 por ciento en el bienio 2012-2014. El número total de personas subalimentadas en la región también ha bajado, desde 68,5 millones en 1990-92 a 37 millones en 2012, lo que significa que en poco más de dos décadas, 31,5 millones de hombres mujeres, niñas y niños superaron la subalimentación, por lo que la meta de la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) –que busca reducir a la mitad el número total de personas que sufren hambre– está también al alcance, afirma. Tomado de los tiempos de Bolivia 
según un informe publicado ayer por la FAO, que incluye a Bolivia entre siete ejemplos de lo que pueden hacer las políticas gubernamentales para reducir el hambre. Un especialista y un productor consideran que hay avances en seguridad alimentaria, pero que aún hay mucho por hacer. El informe “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo” (SOFI 2014, por sus siglas en inglés) confirma una tendencia positiva a la disminución del número de personas que padecen hambre a nivel mundial en más de 100 millones en la última década y en más de 200 millones desde 1990-92. El SOFI es publicado anualmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El SOFI 2014 incluye siete estudios de caso (Bolivia, Brasil, Haití, Indonesia, Madagascar, Malawi y Yemen) que relevan algunas de las formas en que los países abordan el hambre y cómo los eventos externos pueden influir para alcanzar seguridad alimentaria y nutrición. Estos países fueron elegidos por su diversidad política, económica (en particular el sector agrícola) y sus diferencias culturales. En el caso de Bolivia, la FAO señala que se han creado instituciones para involucrar a una amplia gama de partes interesadas, en particular los pueblos indígenas antes marginados. Una nota de prensa de la representación de la FAO en Bolivia destaca también que “el fuerte enfoque en políticas de seguridad alimentaria pro-pobres ha generado una rápida disminución de la subalimentación, que cayó 7,4 por ciento entre 2009-11 y 2012-14. Asimismo, la desnutrición crónica en niños menores de tres años también se redujo de 41,7 por ciento en 1989 al 18,5 por ciento en 2012”. Añade que “la meta hacia el 2015 es reducir a la mitad el porcentaje de personas subalimentadas en Bolivia (19,0 por ciento). El SOFI 2014 indica que Bolivia ha alcanzado la cifra de 19,5 por ciento, es decir que desde 1990 ha conseguido llegar al 98 por ciento de esta meta”.  El presidente de la Asociación de Productores de Arroz de Santa Cruz, Ignacio Landívar, dijo no conocer aún el informe; pero desde su experiencia como productor dijo que, para su sector, “hay esfuerzos por tratar de conciliar una estrategia nacional, pero no hay nada definido” y en lo que se trabaja es en conformar alianzas para definir esa estrategia e hizo notar que los resultados no son inmediatos y que al menos se necesita un par de años para evidenciar algún resultado. Mientras, “cada cual trabaja por su cuenta” a falta de una matriz para delinear acciones. El director general del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), Lorenzo Soliz, quien también dijo no conocer aún el informe, señaló que en el país hay avances en cuanto a la soberanía y seguridad alimentaria puesto que existe un marco normativo; sin embargo, falta investigación, inversión y las políticas públicas aún son insuficientes para el sector. Destacó que la agricultura familiar (pequeños productores) es la que precisa una “apuesta decidida”, considerando que, según datos oficiales, 94 por ciento de las 775 unidades productivas del país son pequeños productores; pero producen sólo 37 por ciento de la producción nacional, lo que demuestra el estancamiento de la inversión en el sector. El SOFI destaca que hasta ahora, 65 países en desarrollo lograron el objetivo de reducir a la mitad la subalimentación y otros seis están en vías para alcanzarlo en 2015. “Esta es la prueba de que podemos ganar la guerra contra el hambre, y debería inspirar a los países a seguir adelante (...) ”, escriben los responsables de la FAO, el FIDA y el PMA (José Graziano da Silva, Kanayo F. Nwanze y Ertharin Cousin) en su prólogo al informe.

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