Brutal matanza de perros en un pueblo de Buenos Aires
Envenenaron más 150 animales en Pirovano.
BUENOS AIRES.- Al menos 150 perros, gatos, gansos, gallinas y caranchos murieron en un "genocidio animal inexplicable" en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, revela hoy la prensa local.
Los empleados municipales tomaron más precauciones que el primer día para rescatar los cadáveres de los animales por indicación de los expertos en toxicología, que recomendaron enterrarlos en lugar de quemarlos.
"Los que han estado en contacto con animales muertos deben desinfectar con lavandina y agua caliente. No es prudente que los chicos jueguen en la calle o en los jardines donde hubo perros enfermos", señala el matutino.
Atónitos, desesperados, los vecinos (el pueblo tiene 1.500 habitantes) veían morir a sus mascotas y despertaron en plena madrugada a los tres veterinarios del pueblo para tratar de salvarlos. Todos los animales morían con síntomas parecidos: hemorragia interna y destrucción del sistema nervioso.
La Policía Científica espera el resultado de los análisis de las vísceras para determinar exactamente el veneno que se utilizó.
"Esto ha sido pensado y planificado por más de una persona. Aquí nadie mata a un perro. Quien desparrama 30 ó 100 ó 200 kilos de veneno en un pueblo sabe muy bien lo que está haciendo y lo que está generando. Es un hecho sumamente grave", dijo el doctor Eduardo Bucca.
El cebo envenenado no sólo estaba distribuido en las veredas y esquinas del pueblo, sino en el interior de los jardines de algunas casas, donde dormían las mascotas y jugaban los chicos. (DPA)
Tomado de La Gaceta
BUENOS AIRES.- Al menos 150 perros, gatos, gansos, gallinas y caranchos murieron en un "genocidio animal inexplicable" en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, revela hoy la prensa local.
En Pirovano, a casi 400 kilómetros de Capital Federal, un poderoso veneno con contenidos "fosforados" y alto poder residual, distribuido en cebos de carne de cerdo, de pollo y de vaca, produjo la semana pasada "el exterminio, que dejó en riesgo a la población y, especialmente, a los niños que juegan en su espacio público", señaló hoy el diario "Clarín".
El lunes y el martes las clases debieron ser suspendidas para limpiar los colegios de cualquier signo de cebo. Rastrillaron plazas, comenzaron a desmalezar los baldíos en medio del dolor y la furia de la gente, que no tiene aún una respuesta y se pregunta el por qué. Los empleados municipales tomaron más precauciones que el primer día para rescatar los cadáveres de los animales por indicación de los expertos en toxicología, que recomendaron enterrarlos en lugar de quemarlos.
"Los que han estado en contacto con animales muertos deben desinfectar con lavandina y agua caliente. No es prudente que los chicos jueguen en la calle o en los jardines donde hubo perros enfermos", señala el matutino.
Atónitos, desesperados, los vecinos (el pueblo tiene 1.500 habitantes) veían morir a sus mascotas y despertaron en plena madrugada a los tres veterinarios del pueblo para tratar de salvarlos. Todos los animales morían con síntomas parecidos: hemorragia interna y destrucción del sistema nervioso.
La Policía Científica espera el resultado de los análisis de las vísceras para determinar exactamente el veneno que se utilizó.
"Esto ha sido pensado y planificado por más de una persona. Aquí nadie mata a un perro. Quien desparrama 30 ó 100 ó 200 kilos de veneno en un pueblo sabe muy bien lo que está haciendo y lo que está generando. Es un hecho sumamente grave", dijo el doctor Eduardo Bucca.
El cebo envenenado no sólo estaba distribuido en las veredas y esquinas del pueblo, sino en el interior de los jardines de algunas casas, donde dormían las mascotas y jugaban los chicos. (DPA)
Tomado de La Gaceta
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