Por qué América Latina podría sumar millones de nuevos
pobres Marcelo Justo Las protestas de 2013 en Brasil fueron en gran parte
protagonizadas por pobres que ascendieron a la clase media pero están
insatisfechos con la economía del país.
El crecimiento de la última década permitió una reducción a
casi la mitad de la pobreza en América Latina, pero creó también una población
extremadamente vulnerable a la actual desaceleración económica regional.
El estudio más reciente sobre el tema del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que abarca a 18 países de la región,
señala que el 38% de la población se encuentra en este limbo social de
vulnerabilidad.
Se trata de unos 200 millones de personas que no son pobres,
pero tampoco ingresaron a la clase media y corren peligro de perder sus
conquistas de la última década.
"Hay dos noticias buenas y una mala", afirma
Alfredo González, especialista en Pobreza y Desarrollo Humano del Departamento
de América Latina del PNUD.
"Las buenas son el aumento de la clase media y la
disminución de la pobreza. La mala es que aumentó el número de personas
vulnerables a caer nuevamente en la pobreza. Hoy tenemos un amesetamiento de un
modelo que se basó en el crecimiento económico, pero también en políticas
focalizadas desde el Estado para combatir la pobreza". Un solo peldaño Panorama regional
Dado que el estudio es de 18 países, equivalente a un 90% de
la población total de América Latina, hay variaciones en el desempeño 2000-2012
que el PNUD enmarca en tres sectores:
Perú y Bolivia lideran a las naciones que más redujeron la
pobreza en este período. En Perú buena parte de este sector que abandonó la
pobreza pasó a la clase media. Bolivia registró la mayor reducción de la
pobreza de la región, pero al mismo tiempo tuvo el mayor aumento de población
vulnerable.
Un segundo grupo de países son los que no registraron
cambios en niveles de pobreza como Honduras y República Dominicana, o la
pobreza aumentó, como Guatemala, donde se produjo un crecimiento de casi siete
puntos de la pobreza.
El tercer grupo son países que al mismo tiempo redujeron la
pobreza y la vulnerabilidad, como Argentina, Chile, Costa Rica y, en menor
medida, Uruguay.
El estudio del PNUD se concentra en tres sectores definidos
por sus ingresos: pobres, clase media y vulnerables.
La clase media (con ingresos entre US$10 y US$50 diarios)
creció en 82 millones de personas, pasando del 21% de la población en 2000 al
34% en 2012.
Los pobres (ingresos de US$4 o menos) disminuyeron en 16,4
puntos, del 41,7% al 25,3%: 56 millones salieron de la pobreza.
La parte vacía del vaso son los vulnerables que aumentaron
un 3,4%, del 34,4% al 37,8%, equivalente a unas 43 millones de personas.
"Una proporción de las personas que abandonaron la
pobreza pasó a formar parte de la clase media, que también se puede haber visto
engrosada por sectores que estaban en una situación de vulnerabilidad y dieron
el salto", dice González.
Pero durante esta década, para muchos el salto fue de un
solo peldaño, de una situación de pobreza a otra de vulnerabilidad".
La elusiva clase media
Una marca del desarrollo económico-social de un país o
región es la densidad de la clase media.
Durante décadas, el mantra sobre América Latina era que
estaba dividida entre élites minoritarias con acceso a todos los factores de
poder económico y político, y las grandes mayorías excluidas con una finísima
capa en el medio conformada por una débil clase media.
Este panorama está cambiando.
En 2000-2012 la clase media a nivel regional tuvo un
incremento espectacular de más de 80 millones de personas. La clase media
Uruguay, Argentina, Chile y Costa Rica se mantienen en este
orden como los países con mayor proporción de clase media, mientras que
Nicaragua se encuentra al fondo de la tabla.
En el medio ha habido cambios significativos.
República Dominicana descendió ocho posiciones, seguida de
El Salvador y México (-4), Paraguay (-3), y Honduras y Guatemala (-1), mientras
que Bolivia avanzó seis posiciones, seguido de Perú (5), Ecuador y Venezuela
(3), Brasil (2), y Panamá y Colombia (1).
Pero la desaceleración económica regional aumenta el peligro
de que ese universo pueda volver a la pobreza.
"Hay una clase media asentada durante generaciones que
ha acumulado patrimonio heredable y ha tenido acceso a la salud y educación.
Esta clase media tiene una solidez mucho mayor que los sectores que acaban de
dar el salto desde la pobreza", puntualiza González.
Según el especialista, la "nueva clase media" está
mucho más expuesta a los avatares económicos o personales.
"Un cambio de viento económico o en las circunstancias
personales como son los llamados gastos catastróficos, sea por enfermedad grave
de un familiar o pérdida de trabajo, pueden obligar a la venta del coche o del
departamento y a un brusco deterioro de su situación social", añade.
Crecimiento y política social
El crecimiento económico de la llamada década dorada
(2002-2012) ha sido clave para este nuevo panorama social.
De la mano del aumento de las materias primas y la demanda
china, la región creció un 3,7% de promedio anual, cuatro veces más que en las
dos décadas previas (1980-2000).
Al mismo tiempo, se financiaron planes focalizados del
Estado para combatir la pobreza. Un ejemplo de estos planes son las
transferencias condicionales en los que la ayuda económica depende de que la
familia garantice la escolaridad y la atención sanitaria de los niños.
Estos planes permiten al mismo tiempo mejorar los ingresos
de los pobres y allanar el camino para que una nueva generación crezca con
mejor acceso a bienes sociales básicos, como la salud y la educación. En
América Latina existe el riesgo de que quienes superaron la pobreza vuelvan a
caer en ella. El Plan Familias y el Jefes y Jefas de Hogar en la Argentina, el
Bono Juancito Pinto y el Madre Niño-Niña en Bolivia, el Chile Solidario, el
Familias en Acción en Colombia, el Bono de Desarrollo Humano en Ecuador y
Oportunidades en México son algunos de los ejemplos de este tipo de ayuda
focalizada y condicional.
"El tema es cómo moverse a partir de ahora, como lograr
que esta población que salió de la pobreza pueda dar un nuevo salto como para
afianzar su nueva situación social y dejar de pertenecer a este sector
vulnerable dependiente de estas ayudas sociales", indica González.
El futuro
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) recortó este agosto su pronóstico de crecimiento anual para la región
del 2,7% al 2,2%, una caída respecto a 2013.
clic Lea también: ¿Por qué se está acabando el gran
crecimiento en A. Latina?
Con esta caída del crecimiento se pone en peligro uno de los
pilares de estos cambios pero, según el PNUD, el problema que enfrenta la
región va más allá de la cuestión meramente económica.
"Hemos entrado en otra etapa en la que para seguir
avanzando habrá que tocar intereses específicos con el peligro de generar
tensiones políticas. Ahora se viene lo más difícil"
Alfredo González, especialista en Pobreza y Desarrollo
Humano del Departamento de América Latina del PNUD . "Las políticas sociales tuvieron un éxito indudable,
pero ahora se necesita avanzar hacia núcleos más duros y resistentes de nuestra
estructura económico-social como la política impositiva que es claramente
regresiva", señala González.
Los impuestos pueden ser directos (a la renta y la
propiedad) o indirectos (al consumo).
Mientras los primeros favorecen la equidad bajo el principio
de que el que más tiene más paga, el impuesto al consumo -también llamado al
valor agregado o IVA- tiene un impacto regresivo: el rico y el pobre pagan lo
mismo por el precio de un producto.
Un reciente trabajo sobre la política fiscal regional de la
Cepal halló que en América Latina menos de un tercio de la recaudación
corresponde a impuestos directos. Europa es el ejemplo inverso.
A esto se suma la enorme evasión fiscal que hay en la
región, como se ve en la presencia de México y Venezuela entre los diez países
con mayor fuga de capitales, según la ONG Global Financial Integrity (GFI).
clic Lea También: América Latina y el agujero negro de los
paraísos fiscales
Un estudio específico sobre el impacto en Argentina
-"Fuga de Capitales III (2002-2012)"- halló un aumento del
Coeficiente Gini, que mide la desigualdad social, de 0,42 a 0,49 puntos una vez
que se contabilizaban los fondos fugados a paraísos fiscales.
El modelo económico-social de la última década en América
Latina podía aspirar a la cuadratura del círculo: gracias al mayor crecimiento
se podían lanzar políticas redistributivas que no afectaban a las élites.
"Hemos entrado en otra etapa en la que para seguir
avanzando habrá que tocar intereses específicos con el peligro de generar
tensiones políticas. Ahora se viene lo más difícil", concluye González. Tomado
de el mundo bbc por sugerencia envío de boletín gal
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