Londres - La capa de ozono ha sufrido daños sin precedentes en el Ártico este invierno debido a las bajas temperaturas en los estratos más altos de la atmósfera.
Hasta fines de marzo se había perdido un 40% del ozono en la estratosfera, en comparación con un nivel récord previo de 30%.
La capa de ozono protege a los humanos del efecto de los rayos ultravioletas del sol, que pueden generar problemas como cáncer de piel, pero a través de los años ha sufrido serios daños debido al impacto de una serie de productos químicos.
El uso de estos productos está restringido hoy en día, tras el protocolo de Montreal, firmado en 1987, pero sus efectos en la atmósfera son de larga duración y se espera que su impacto se sienta por décadas.
Los daños son exacerbados por las bajas temperaturas en la estratosfera.
Esto ocurre cada año en la Antártica, y de ahí viene la expresión agujero en la capa de ozono, pero en el Ártico no ocurre necesariamente lo mismo porque las temperaturas en la estratosfera son menos predecibles.
Bajas temperaturas
Este invierno, mientras la región del Ártico registró temperaturas no muy bajas a nivel de la superficie terrestre, a 15 ó 20 kilómetros por encima de esto, las temperaturas cayeron considerablemente.
“La pérdida de ozono en un invierno particular depende de las condiciones meteorológicas”, señaló Michel Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
“La pérdida de la capa de ozono en 2011 implica que tenemos que permanecer vigilantes y tener un ojo puesto en la situación del Ártico en los años venideros”, explicó.
La pérdida de ozono hace que mayor cantidad de rayos ultravioletas penetre la atmósfera. Esto se vincula a una mayor incidencia de cáncer de piel y de cataratas, y a daños en el sistema inmunológico.
A fines de marzo, la región que ha registrado agotamiento en la capa de ozono se había ampliado a Groenlandia y Escandinavia.
La Organización Meteorológica Mundial ha advertido a la población de esas zonas que deben vigilar los niveles de ozono y emitir alertas nacionales cuando sea necesario.
El protocolo de Montreal eliminó progresivamente el uso de varios productos químicos que afectan esta capa como los clorofluorocarbonos, que en el pasado eran de amplio uso para fines de refrigeración.
Éste aún es utilizado, pero en mucho menor medida, sobre todo en países más pobres, a los que se les ha dado un período más largo para sustituir esos productos.
Pero aunque la concentración de esos productos químicos en la atmósfera está disminuyendo, sus efectos pueden sentirse por décadas y en la Antártica se estima que el agujero en la capa de ozono no se recuperará completamente hasta 2045 ó 2060.
Tomado de El nuevo Dia de Puerto Rico
Hasta fines de marzo se había perdido un 40% del ozono en la estratosfera, en comparación con un nivel récord previo de 30%.
La capa de ozono protege a los humanos del efecto de los rayos ultravioletas del sol, que pueden generar problemas como cáncer de piel, pero a través de los años ha sufrido serios daños debido al impacto de una serie de productos químicos.
El uso de estos productos está restringido hoy en día, tras el protocolo de Montreal, firmado en 1987, pero sus efectos en la atmósfera son de larga duración y se espera que su impacto se sienta por décadas.
Los daños son exacerbados por las bajas temperaturas en la estratosfera.
Esto ocurre cada año en la Antártica, y de ahí viene la expresión agujero en la capa de ozono, pero en el Ártico no ocurre necesariamente lo mismo porque las temperaturas en la estratosfera son menos predecibles.
Bajas temperaturas
Este invierno, mientras la región del Ártico registró temperaturas no muy bajas a nivel de la superficie terrestre, a 15 ó 20 kilómetros por encima de esto, las temperaturas cayeron considerablemente.
“La pérdida de ozono en un invierno particular depende de las condiciones meteorológicas”, señaló Michel Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
“La pérdida de la capa de ozono en 2011 implica que tenemos que permanecer vigilantes y tener un ojo puesto en la situación del Ártico en los años venideros”, explicó.
La pérdida de ozono hace que mayor cantidad de rayos ultravioletas penetre la atmósfera. Esto se vincula a una mayor incidencia de cáncer de piel y de cataratas, y a daños en el sistema inmunológico.
A fines de marzo, la región que ha registrado agotamiento en la capa de ozono se había ampliado a Groenlandia y Escandinavia.
La Organización Meteorológica Mundial ha advertido a la población de esas zonas que deben vigilar los niveles de ozono y emitir alertas nacionales cuando sea necesario.
El protocolo de Montreal eliminó progresivamente el uso de varios productos químicos que afectan esta capa como los clorofluorocarbonos, que en el pasado eran de amplio uso para fines de refrigeración.
Éste aún es utilizado, pero en mucho menor medida, sobre todo en países más pobres, a los que se les ha dado un período más largo para sustituir esos productos.
Pero aunque la concentración de esos productos químicos en la atmósfera está disminuyendo, sus efectos pueden sentirse por décadas y en la Antártica se estima que el agujero en la capa de ozono no se recuperará completamente hasta 2045 ó 2060.
Tomado de El nuevo Dia de Puerto Rico
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