Desde fines de 2010, cuando el Ministerio de Salud Pública elaboró una alerta ante la presencia de la bacteria productora de KPC en hospitales de Brasil y Argentina, los centros de salud uruguayos han enviado al Departamento de Laboratorios muestras "sospechosas".
Teresa Camou, directora de la Unidad de Bacteriologia del Departamento de Laboratorios del MSP, dijo a El País que en lo que va del año se analizaron nueve muestras sospechosas.
Si bien no especificó de qué departamentos provinieron, Camou explicó que fueron detectadas tanto en Montevideo como en el interior del país, y que se trató de centros de distinto grado de complejidad.
Entre las nueve muestras analizadas se encontraban las dos cepas confirmadas en Maldonado.
PROTOCOLO. Mientras el paciente internado en el CTI del Sanatorio Mautone evoluciona favorablemente, las autoridades de Salud recordaron que existe un protocolo de acción definido y que mutualistas y hospitales deben respetarlo para notificar ante nuevos casos, a efectos de controlar una posible diseminación de la bacteria productora de KPC.
En esta línea, Raquel Rosa, directora de Epidemiología del MSP, explicó que el riesgo de diseminación radica en que las personas pueden ser portadoras de este tipo de microorganismos, sin enfermarse. "Si algún portador, por algún motivo es internado, puede llevarlo a otra institución porque lo transmite" sin estar enfermo, explicó, en diálogo con El País.
"Lo que pretendemos", indicó la especialista del MSP, "es dar a conocer a las instituciones que la bacteria está presente. Que sepan frente a qué se pueden encontrar porque eso permite que si identifican alguna cepa, la notifiquen de inmediato".
Frente a cada infección, hospitales y mutualistas realizan estudios para detectar qué organismos la producen y si estos son resistentes a los carbapenemess, antibióticos de reserva de los hospitales. Cuando este mecanismo de resistencia es comprobado, las medidas de control deben ser implementadas, apuntaron las especialistas.
Acerca de cuáles deben ser las acciones específicas a tomar frente a la sospecha de KPC, Rosa dijo que "todas" tienen que ser seguidas con igual precaución.
El protocolo incluye evitar el traslado de pacientes, extremar las medidas de higiene ambiental en las salas de internación, proteger a sus familiares mediante túnicas y mascarillas y utilizar equipos médicos exclusivos en los pacientes afectados
Según explicó Rosa, para evitar el contagio todas las unidades de terapia intensiva del país cuentan con una sección de aislamiento que, como se hizo con el paciente internado en Maldonado, puede ser utilizada para aislar posibles casos sospechosos de infecciones producidas por KPC.
Consultada sobre en qué momento de los análisis los pacientes deberían ser aislados, Rosa indicó que esto depende de cada caso particular. Asimismo, según la localización específica de la infección, el aislamiento frente a una sospecha debe ser total (en habitación privada) o puede bastar con un alejamiento prudencial de las camas de la sala.
Las especialistas desestimaron que se deban tomar medidas de control frente a pacientes que provengan de zonas endémicas como Brasil, Argentina o Estados Unidos, siempre y cuando no muestren signos de infección ni mecanismos de resistencia específicos. "Se recomienda que en todas las bacterias que se identifiquen en procesos infecciosos se estudie si son sensibles o resistentes a los carbapenemmes", indicó Rosa, "pero no ir a buscar dentro de la flora normal del individuo".
Ante la posible aparición de nuevos casos, el Ministerio de Salud Pública aguarda la importación de un antibiótico específico conocido como Tigeciclina el cual, según dijo ayer el director general de Salud, aún no se encuentra disponible en plaza. El antibiótico será administrado por el MSP.
Tomado del El País Digital
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