LOS BIOINSUMOS ARGENTINOS MARCAN TENDENCIA
El INTA impulsó la creación de Micoplar, una planta piloto
que desarrolla bioinsecticidas y bioplaguicidas que combaten las plagas, sin
daños para el ambiente o la salud humana.
El control de plagas y la biotecnología son nuevos mejores
amigos. La tendencia de utilizar productos microbiológicos para combatir plagas
agropecuarias es cada vez más fuerte y ya se registran ejemplos locales. De
hecho, recientemente, el INTA impulsó la creación de Microplaguicidas
Argentinos (Micoplar), una planta piloto que desarrolla bioinsecticidas y
bioplaguicidas basados en hongos benéficos que combaten las plagas, sin daños
para el ambiente o la salud humana.
Se trata de bioinsumos, es decir, productos biológicos
–compuestos por microorganismos, artrópodos, extractos de plantas o
metabolitos– destinados a la producción agroalimentaria, agroindustrial,
agroenergética e, incluso, para el control de vectores de enfermedades animales
y humanas.
“La biotecnología, y en particular los bioinsumos, son muy
importantes para el país”, dijo Gabriel Delgado, secretario de Agricultura de
la Nación, quien presentó el Comité Asesor de Bioinsumos de Uso Agropecuario
(CABUA). “Creamos este comité para fortalecer la bioinstitucionalidad asociada
al crecimiento del sector”, agregó el viceministro, y destacó que esta
innovación va a asegurar “que los pequeños agricultores tengan acceso a estos
desarrollos”.
En este sentido, Roberto Lecuona, director del Instituto de
Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA Castelar, afirmó: “Varios de
estos bioproductos podrían ser producidos y empleados en pequeña escala, para
lo cual el papel del Estado es fundamental como facilitador y para hacer
respetar estándares de calidad e inocuidad, mediante la promoción de
biofábricas o plantas pilotos de bioinsumos”.
“La finalidad de estas innovaciones es favorecer el aumento
de la producción agropecuaria”, explicó Lecuona.
El CABUA fue creado para informar sobre los requisitos de
calidad, eficacia y bioseguridad que deben tener los bioinsumos agropecuarios
al ser utilizados, así como también para establecer un marco normativo adecuado
a sus usos, manejo y disposición en el agroecosistema.
Biofábricas
La planta piloto MICOPLAR surge para buscar soluciones
microbiológicas al problema que ocasionan las plagas agropecuarias. De hecho,
la biofábrica permitirá la transferencia de conocimientos a distintos sectores.
En este sentido, “la articulación público-privada es
imprescindible para desarrollar insumos biológicos en cantidad y calidad
óptima”, expresó Lecuona quien aseguró que “podrían ser producidos en pequeña
escala, por cooperativas, pymes familiares y hasta por los propios
interesados”.
Los bioinsumos actúan por contacto: ingresan a insectos o
ácaros, los parasitan y los matan. “Son producidos y formulados como para ser
empleados como cebos o aplicaciones líquidas”, explicó Lecuona quien adelantó
que uno de los desarrollos en marcha busca combatir a las hormigas cortadoras.
Fuente: INTA INFORMA TOMADO DE ENVIO PREGON AGROPECUARIO DE
AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario