SIN LOS INSTRUMENTOS ECOLÓGICOS ADECUADOS, EL PROGRAMA PARA
LA GESTIÓN INTEGRAL DE TELEVISORES DESECHADOS TIENDE AL FRACASO Finalmente y tras meses de retraso, el
Gobierno de la República dio a conocer, firmado por las secretarías de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la de Comunicaciones y Transportes
(SCT), el Programa Nacional para la Gestión Integral de los Televisores
Desechados por la Transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT), aunque
las dudas que permanecen y que han venido planteando en diferentes foros
organizaciones de protección al medio ambiente son, entre otras, ¿por qué
desechar un equipo que aún es funcional? ¿por qué no regresar al plan original
de entregar convertidores de señal digital para televisiones analógicas? y ¿a
dónde van a ir esos residuos electrónicos altamente dañinos al medio ambiente y
a la salud humana? Y es que, a pesar de que el Programa parece contemplar todas
las vertientes imaginables, como traslado, acopio, transporte, almacenaje,
reciclaje y disposición final, nada señala respecto a los sitios donde se
resguardarán los equipos desechados y qué empresas harán el reciclaje de los
componentes. Además, persiste la idea de que los equipos de televisión
receptores de señal análoga deben desecharse, en vez de seguirse utilizando vía
un convertidor de señal, en beneficio real de los usuarios. Es sabido que
México es un país en el que predominan los tiraderos a cielo abierto y que son
pocos los sitios destinados al confinamiento de los residuos considerados
peligrosos, como es el caso de los procedentes de los televisores analógicos,
por su contenido de plomo, níquel y cadmio, entre otros materiales. En el
Programa se mencionan lugares de almacenamiento, de confinamiento, de
desensamblaje, reciclaje y disposición final, así como de empresas que se
dedicarían a ello. Sin embargo, ni los sitios ni las empresas existen a la
fecha. El riesgo real es que 375 mil
toneladas de esos residuos terminen en las calles, en los bosques, en los
márgenes de los ríos, lo que constituiría
problemas serios para la salud física y mental de niños, mujeres
embarazadas y adultos mayores, ni que decir del daño irreversible al medio
ambiente. Asimismo, se insiste en que los televisores analógicos deben
desecharse porque para finales de diciembre de 2015, de acuerdo al calendario,
más de 10 millones de familias en condiciones de pobreza habrán recibido un
equipo de alta definición, capaz de recibir la señal digital. Lo que nadie ha
dicho es que los televisores analógicos funcionales aún pueden tener vida útil
por varios años más. Sólo hay que conectarlos a un convertidor de señal o a un
receptor de televisión restringida o por cable. El Programa para la Gestión
Integral de los Televisores Desechados por la transición a la Televisión
Digital Terrestre tardó más de un año para darse a conocer. Falta saber cuánto
tiempo más tardará para instrumentarse, pues lo único que se menciona es que
comenzarán las pruebas piloto, una en el Estado de México el primero de julio y
otra en Ciudad Juárez el 14 de ese mismo mes, para acopiar los aparatos. Cambiar
los viejos televisores por un boleto para un sorteo de un premio determinado no
va a solucionar el problema, como tampoco lo va a hacer el meter a una bodega
todos los televisores analógicos que lleguen, porque se estaría en riesgo de
que se fracturaran y contaminaran suelos y aire, además de poner en peligro la
salud de quienes manejen los equipos o estén cerca de ellos. La solución estriba en que se informe adecuadamente a la
población que puede quedarse con su viejo televisor, y que el Gobierno Federal
modifique su estrategia y en lugar de entregar televisores dé convertidores de
señal digital para las televisiones analógicas. Esa sí sería una decisión
simple, sencilla, económica y saludable para todos.
Y mientras tanto, el
Programa puede comenzar a instrumentarse para estar listo dentro de tres,
cuatro o cinco años, cuando realmente termine la vida útil de los televisores
analógicos y uno que otro digital. Miguel Angel de Alba
Periodista ambiental independiente
Docente en la Maestría de Periodismo Ambiental de la
Universidad Popular Autónoma de Veracruz
migueldealba@gmail.com
miguelangeldealba@gmail.com
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