miércoles, 24 de junio de 2015

RIESGO DE JUGAR FÚTBOL EN NUBE TOXICA

 El riesgo de jugar bajo una nube tóxica Santiago, en emergencia ambiental; expertos detallan cómo afectará la contaminación a los futbolistas SANTIAGO, Chile.- Cuando en esta ciudad hay alerta ambiental, el aire más tóxico se respira entre las 22 y las 23. Hoy, Chile y Uruguay jugarán justo antes de ese momento crítico, pero las autoridades nunca tuvieron contemplado interrumpir la Copa
América por motivos de contaminación. Lo dijo tajante el intendente metropolitano, Claudio Orrego: "La Copa América corresponde a compromisos internacionales que tiene Chile, por lo que no se suspende". Hacerlo significaría también incumplir contratos comerciales y dejar a los auspiciantes y a varios miles de hinchas buscando compensaciones en los tribunales de justicia. Aunque entre los seleccionados no sea tema, la nube de veneno que cubrió a la capital desde mayo ya provocó seis preemergencias y una emergencia ambiental. Significa que el material fino del smog, clasificado MP10 y MP2,5, alcanzó niveles poco tolerables y absolutamente dañinos. Ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, en partículas varias veces más pequeñas que el diámetro de un cabello humano, entran por boca y nariz, llegan a los alveolos y van al flujo sanguíneo. Los grupos más vulnerables a la contaminación aérea son los niños y los ancianos. Claudio Basilio, académico en Pedagogía en Educación Física de la Universidad Santo Tomás, explicó que "el organismo de los deportistas de alto rendimiento se adapta más fácilmente a condiciones extremas. Ellos no lo sentirán bruscamente, pero sí se darán cuenta de que no podrán llegar a su mejor rendimiento y posiblemente realicen un mayor esfuerzo en la eficiencia mecánica respiratoria. Posiblemente disminuyan sus cargas o su intensidad sea menor". El doctor Andrei Tchernitchin, uno de los especialistas del Colegio Médico de Chile, coincidió con Basilio y aseguró que si hay mala ventilación, los futbolistas jugarán peor no importando qué tan resistentes sean. El doctor Enrico Strassburger, experto broncopulmonar de la Clínica Servet y una eminencia en Chile en temas respiratorios, agregó: "El jugador profesional tiene una ventaja, se supone que es sano y entrenado. El daño que le causa jugar con esta contaminación tiene relación con el tiempo. Son más de 90 minutos en que estará haciendo ejercicio con una ventilación pulmonar de hasta 120 litros por minuto. Una persona respira en el día completo 13 mil litros de aire. La consecuencia es que entra un volumen gigantesco de aire que trae contaminantes". Lo preocupante viene después, explicó Strassburger, porque ese material particulado fino, además de alquitranes y otros elementos cancerígenos, no vuelve a salir completamente del organismo. "Algunos son expulsables y otros son atrapados por la mucosidad de los bronquios y persisten por lo menos 24 horas en ellos. Se produce entonces la inflamación de la vía aérea, disminuyen las defensas y entran las enfermedades", describió. El gobierno chileno espera que el pico de enfermedades invernales comience la próxima semana. Por eso, la preocupación se extiende además entre los hinchas que van al estadio y que al gritar inhalan contaminantes. En el horario de los partidos de la Copa, especialmente cuando juega Chile, hay gran congestión vehicular, y últimamente ha sido factor el "efecto asado", una costumbre para el que sigue el fútbol por televisión mientras custodia una parrilla. El ruego de las autoridades es evitar cocinar con carbón. Tomado de la nación de ar 

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