El riesgo de jugar
bajo una nube tóxica Santiago, en emergencia ambiental; expertos detallan cómo
afectará la contaminación a los futbolistas SANTIAGO, Chile.- Cuando en esta
ciudad hay alerta ambiental, el aire más tóxico se respira entre las 22 y las
23. Hoy, Chile y Uruguay jugarán justo antes de ese momento crítico, pero las
autoridades nunca tuvieron contemplado interrumpir la Copa
América por motivos
de contaminación. Lo dijo tajante el intendente metropolitano, Claudio Orrego:
"La Copa América corresponde a compromisos internacionales que tiene
Chile, por lo que no se suspende". Hacerlo significaría también incumplir
contratos comerciales y dejar a los auspiciantes y a varios miles de hinchas
buscando compensaciones en los tribunales de justicia. Aunque entre los
seleccionados no sea tema, la nube de veneno que cubrió a la capital desde mayo
ya provocó seis preemergencias y una emergencia ambiental. Significa que el
material fino del smog, clasificado MP10 y MP2,5, alcanzó niveles poco
tolerables y absolutamente dañinos. Ozono, dióxido de azufre, dióxido de
nitrógeno y monóxido de carbono, en partículas varias veces más pequeñas que el
diámetro de un cabello humano, entran por boca y nariz, llegan a los alveolos y
van al flujo sanguíneo. Los grupos más vulnerables a la contaminación aérea son
los niños y los ancianos. Claudio Basilio, académico en Pedagogía en Educación
Física de la Universidad Santo Tomás, explicó que "el organismo de los
deportistas de alto rendimiento se adapta más fácilmente a condiciones
extremas. Ellos no lo sentirán bruscamente, pero sí se darán cuenta de que no
podrán llegar a su mejor rendimiento y posiblemente realicen un mayor esfuerzo
en la eficiencia mecánica respiratoria. Posiblemente disminuyan sus cargas o su
intensidad sea menor". El doctor Andrei Tchernitchin, uno de los
especialistas del Colegio Médico de Chile, coincidió con Basilio y aseguró que
si hay mala ventilación, los futbolistas jugarán peor no importando qué tan
resistentes sean. El doctor Enrico Strassburger, experto broncopulmonar de la
Clínica Servet y una eminencia en Chile en temas respiratorios, agregó:
"El jugador profesional tiene una ventaja, se supone que es sano y
entrenado. El daño que le causa jugar con esta contaminación tiene relación con
el tiempo. Son más de 90 minutos en que estará haciendo ejercicio con una
ventilación pulmonar de hasta 120 litros por minuto. Una persona respira en el
día completo 13 mil litros de aire. La consecuencia es que entra un volumen
gigantesco de aire que trae contaminantes". Lo preocupante viene después,
explicó Strassburger, porque ese material particulado fino, además de
alquitranes y otros elementos cancerígenos, no vuelve a salir completamente del
organismo. "Algunos son expulsables y otros son atrapados por la mucosidad
de los bronquios y persisten por lo menos 24 horas en ellos. Se produce
entonces la inflamación de la vía aérea, disminuyen las defensas y entran las
enfermedades", describió. El gobierno chileno espera que el pico de
enfermedades invernales comience la próxima semana. Por eso, la preocupación se
extiende además entre los hinchas que van al estadio y que al gritar inhalan
contaminantes. En el horario de los partidos de la Copa, especialmente cuando
juega Chile, hay gran congestión vehicular, y últimamente ha sido factor el
"efecto asado", una costumbre para el que sigue el fútbol por
televisión mientras custodia una parrilla. El ruego de las autoridades es
evitar cocinar con carbón. Tomado de la nación de ar
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