Los cultivos biofortificados caminan lento en Colombia La
biofortificación, según expertos reunidos en el Seminario Internacional, en
Panamá, es una diseminación de cultivos naturalmente mejorados para las
poblaciones pobres.(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL) Los cultivos
biofortificados ayudan a combatir la desnutrición de las poblaciones más
vulnerables. Sin embargo, en Colombia su establecimiento requiere de mayor
dinamismo. A pesar de que los índices de pobreza en las zonas rurales
colombianas son muy altos, Harvestplus, programa líder en el mundo que pretende
acabar con el hambre oculta ante la falta de vitamina A, zinc y hierro en la
dieta de las personas, estima que ese proceso debería ser mucho más dinámico en
el país. Las directivas de esa iniciativa mundial buscan la manera de acercarse
al Gobierno para explicar cómo funciona su desarrollo, plan de trabajo que ha
sido adoptado en muchos países. La situación la estiman paradójica, máxime
cuando en Palmira, Valle, se encuentra el Centro Internacional de Agricultura
Tropical, Ciat, organismo que proporciona los materiales biofortificados a
otros países de América Latina, con el ánimo de implementar proyectos que
combaten la desnutrición en las poblaciones más vulnerables. Quienes financian
estos programas de investigación, para posteriormente, liberar las semillas a
los pobladores pobres, son Brasil y Panamá.
De acuerdo con Marilia Regine Nutti, directora de Harvestplus para
América Latina, “Colombia es un país que puede financiar ese programa; caso
contrario ocurre con Haití, donde la pobreza es absoluta e igual ocurre con las
finanzas del Estado, al punto que en los próximos meses realizaremos una rueda
de auxilios para trabajar con ocho cultivos biofortificados que pueden llegar a
suplir esas necesidades en aproximadamente cinco años”. Regine Nutti estima que
mientras en muchos países ellos son invitados constantes para implementar sus
programas, ha sido difícil acceder a las instancias de decisión en Colombia,
llámese Presidencia de la República, Ministerio de Agricultura, Ministerio de
Salud o Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, teniendo en cuenta
que la población más afectada se encuentra entre uno y cinco años, al igual que
mujeres embarazadas. En su participación en el Seminario Internacional de
Cultivos Biofortificados, que se cumplió en Panamá, Regine Nutti dijo que se
trabaja de manera acelerada en Nicaragua, Brasil, Honduras, Salvador,
Guatemala, Panamá y próximamente en Haití. Frente a Colombia dijo que se
implementaron dos iniciativas, pero ante las crecientes necesidades, se tendría
que acelerar el ritmo. TOMADO DE Vanguardia.com en la siguiente dirección:
http://www.vanguardia.com/economia/nacional/276356-los-cultivos-biofortificados-caminan-lento-en-colombia.
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