La serranía de San
Pedro, donde se halla el Cristo de la Concordia, sufre por el descuido de las
instituciones. Pero, también se halla en riesgo por las pretensiones de
urbanizar esta área verde
Loteadores y basurales amenazan cerro San Pedro
Por Lorena Amurrio Montes
La zona oeste de la serranía San Pedro convertida en un
basural de desechos y bolsas. - Hernán Andia
La serranía de San Pedro está seriamente amenazada por los
loteadores y la contaminación. En el cerro que abarca los municipios de
Cercado, Sacaba y Arbieto existen pequeñas casas de ladrillo y basurales. Las
construcciones ilegales avanzan a pesar de que el lugar se halla protegido por
cuatro ordenanzas como área verde. Los barrancos ubicados en el camino al túnel
de El Abra, detrás del Country Club, se han convertido en basurales de
escombros, botellas, televisores, basura doméstica, ropa y otros artículos.
Asimismo, el sector está lleno de moscas y emana un olor nauseabundo.
Dos guardias ambientales explicaron que gente particular
llega a la zona por la noche y deja su basura. A esa hora ya no hay nadie que
resguarde el lugar. Sin embargo, en alguna ocasión se sorprendió a algunos
infractores que mencionaron no conocer la prohibición. Pero, la basura no es el único problema de
la serranía, donde se halla el monumento del Cristo de la Concordia, pues en
diferentes sectores, los loteadores han comenzado a construir casas que constan
de un par de cuartos. Según los vecinos, los terrenos cuestan 50 mil dólares.
Para ello, en algunos casos falsifican los papeles de aprobación de la Comuna,
pues el subalcalde de Adela Zamudio, Enrique Soria, mencionó que jamás se
autorizó las construcciones en la
serranía. Asimismo, en el sector de El
Abra, cerca de la cárcel, se observa la edificación de casas. Algunas de ellas
cuentan con instalación eléctrica clandestina y tanques de agua. Además, en las
esquinas se ven letreros de oferta de: “Lotes y casas en venta”. En las faldas
del cerro están las OTB Concordia y El Solterito, sin embargo, en el Alto
Solterito hay caminos y escalinatas construidas recientemente y donde se ven
casas nuevas o en proceso, dijo la concejal Isabel Caero.
La serranía San Pedro cuenta con cuatro ordenanzas de
protección. La primera: Nº 702 de 1968, establece a la sierra como dominio
municipal. La segunda Nº 520 de 1989 cataloga a la zona como de Preservación
Ecológica y Atracción Turística de primera categoría. La tercera Nº 1064 de
1989 ordena elaborar un plan maestro. Y la 2460 del 2000 la declara Área
Nacional Protegida y aprueba el proyecto de “Santuario San Pedro”, agregó la
concenjal Caero.
Guardias sin
equipamiento
Entre las 7:00 y las 22:30, una parte de la serranía San
Pedro cuenta con resguardo de guardias ambientales. Sin embargo, sus
posibilidades de sancionar a los infractores son limitadas por la falta de
equipamiento y medios de transporte.
Se trata de cuatro guardias, divididos en dos turnos que
deben encargarse de que no se cometan actos que pongan en riesgo esta
área. Pese a que la mayoría de las
personas que botan basura lo hacen por las noches, algunas llegan durante el
día en camionetas. Los guardias suelen verlas, pero no pueden hacer mucho por
la distancia debido a que no cuentan con ningún medio de transporte. Además, no
tienen la potestad de multar ni de realizar una llamada de atención.
Según comentaron, su labor se resume en detener a los
infractores y llevarlos a las oficinas que se encuentran en la laguna Alalay
donde se les llama la atención. Sólo en caso de reincidencia se impone una
multa económica. El trabajo de estas personas se ve limitada ante la falta de
recursos y de acciones eficaces para resguardar la serranía de San Pedro. Tomado
de los tiempos de Bolivia
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