Tarifas de energía
subirán por menos gas y la sequía FOTO ARCHIVO Infografía
28,4% de capacidad
nacional para generar energía es térmica.
Está servido el coctel perfecto para que suban los precios
de la tarifa de energía en Colombia, al menos hasta que llueva más en los
embalses de las hidroeléctricas o se descubra más yacimientos de gas natural.
Los ingredientes del coctel: disminuyen las reservas de gas
disponibles; sube el precio de ese combustible para los generadores térmicos;
baja el nivel de los embalses por un fenómeno de El Niño más fortalecido, que
no se sabe hasta qué mes irá; aumenta la necesidad de generación térmica, más
cara que la hídrica, para suplir la demanda nacional creciente.
Y dos aceitunas para el mismo coctel de mayores precios de
energía.
La primera es que la escasez de gas produce, a su vez, menos
contratos de energía, la manera para que la industria tenga mejores tarifas,
pues los generadores térmicos no tienen asegurado el suministro del combustible
en el largo plazo.
Eso conlleva que deban emplear líquidos (Acpm), que valen
cinco veces más que el gas para generar el mismo kilovatio. De hecho, al
revisar la matriz de generación nacional, ya se aprecia el aumento de líquidos
y la reducción del gas (ver gráfico).
“Hoy no se puede dar contratos con cobertura de precio para
un 25 por ciento de la demanda de grandes industrias y algunas decidieron, en
tiempos de precios bajos, no cuidarse de la variación de tarifas en tiempos de
menos hidrología”, explica la presidenta de Acolgén, Ángela Montoya (ver
recuadro).
El tema va para largo
Y la otra aceituna del coctel la pone el Gobierno. Un
reciente informe de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) indica que
en un escenario de baja oferta de gas y alta demanda, como el actual, para
febrero de 2017 proyecta que habrá déficit de ese combustible.
Y como la hidroelectricidad no alcanza para todo el país, la
planta de regasificación para importar gas que se construye en Cartagena, ahora
la Upme propone que sirva para suplir el déficit nacional, antes que a las
térmicas, para lo que fue concebida.
La cuestión es que si hoy los generadores térmicos compran a
7 dólares un millón de BTU (unidad térmica), el gas importado costaría entre 10
y 12 dólares, lo que incide en la tarifa final. Hay que tener en cuenta que el
parque de generación térmico a gas es ya el 23,8 por ciento del total nacional.
De todo esto sabe el alto Gobierno y las implicaciones que
tiene para la competitividad del país, mientras los industriales insisten que
es muy cara la energía nacional y los generadores afirman que no.
Ahora, los niveles de los embalses ya no están al 75 por
ciento del principio de año, solo a un 40 por ciento. En mayo, una tercera
parte de la energía generada en el país provino de las térmicas. Esa proporción
subirá, acorde los generadores hidroeléctricos “se cuidan” por la menor
afluencia de agua.
La necesidad de gas para generar energía seguirá en notable
aumento, al menos hasta 2019, cuando entre en operación la central
hidroeléctrica Ituango (EPM), como pronostica la Upme. El coctel está servido. PARA
SABER MÁS
LUCES DE ACOLGÉN ANTE EL PROBLEMA
Para el gremio de los generadores de energía hay varias
medidas que mitigar el impacto de las restricciones de gas en la tarifa final.
Ya se sugirió al Gobierno que: se deje de exportar gas a Venezuela; facilitar
que los contratos firmes con productores de gas sean más flexibles, y así
ofrecer mejores condiciones a la industria; y crear mecanismos para agilizar la
operación de nuevas y más centrales. JUAN
FERNANDO ROJAS TRUJILLO reportero por
vocación. Convencido de que el periodismo es para mejorar la vida de la gente.
Ahora escribo de temas económicos en El Colombiano. Tomado de el colombiano
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