Si no puede mover el sol, ¡entonces mueva su casa!
Según Vieira, “este tipo de alojamiento es adecuado para
cualquier área geográfica”. FOTO EFE ARQUITECTURA Instalar paneles solares
generadores de electricidad en un edificio suele ser una buena idea, ya que
beneficia el medio ambiente y, en algunos casos, supone un ahorro económico,
salvo porque buena parte del día son incapaces de aprovechar los rayos solares
del modo más eficiente al no recibirlos en el ángulo ideal.
Un equipo de arquitectos portugueses ha desarrollado una
solución imaginativa para este inconveniente bajo la idea de que “si no puedes
mover el Sol ni la Tierra, ¡mueve tu casa!”.
Es un edificio inspirado en el girasol y que, al igual que
la flor de esa planta herbácea, va rotando su posición sobre sí mismo a lo
largo del día, siguiendo la trayectoria del astro en el cielo para recibir
mejor sus rayos, y así poder producir más energía eléctrica ‘limpia’, optimizar
la iluminación y climatización interior o mejorar las vistas que disfrutan sus
ocupantes.
“Desde el estudio Casas en Movimiento hemos desarrollado una
tecnología que permite a los edificios girar sobre su eje 180 grados para
seguir el curso del sol o rotar su posición de acuerdo a las preferencias de su
usuario”, informa a Efe Manuel Vieira Lopes, fundador y director ejecutivo de
esta empresa en Oporto.
“Los techos de los edificios -donde van las células
fotovoltaicas- equipados con este sistema, son capaces de pivotar 60 grados,
creando sombras sobre las ventanas durante el verano, y aumentando la
exposición a la luz solar en invierno, con lo que los costos de su
climatización pueden reducirse en un 80 por ciento”, asegura Vieira.
“Todos los movimientos del edificio para seguir el sol
durante el día, desde el amanecer hasta la puesta, son automáticos y en
Portugal este movimiento diario se produce durante un promedio de 9 horas en
invierno y durante 15 horas en verano”, explica.
EXCEDENTE DE ELECTRICIDAD SOLAR
La energía fotovoltaica generada en un año por una casa de
100 metros cuadrados con esta tecnología, reduce las emisiones de CO2 a la
atmósfera entre 18 y 33 toneladas anuales, según Vieira. “El movimiento diario
de la casa consume cerca de la misma cantidad de electricidad que seis
bombillas de 60 vatios encendidas durante una hora”, asegura. TOMADO DE EL
COLOMBIANO
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