Mientras crece basura, rellenos se acercan a su recta final
El Guacal espera que Corantioquia autorice la apertura de un
segundo vaso. FOTOs Esteban Vanegas Suena contradictorio: con basura, en algunos
países ya producen energía, pero en Antioquia cada vez hay menos rellenos dónde
depositarla. También se concibe apocalíptico el que no haya espacio para los
residuos, y por eso muchos pronostican un desastre ambiental y de salubridad si
no se ejecutan acciones.
El escenario de una crisis no está alejado de la realidad.
Incluso, muchos aseguran que hoy se evidencia, y como sustento a la gravedad
del problema exhiben las más recientes cifras entregadas por el Departamento de
Planeación Nacional (DNP): la vida útil de los sitios de disposición final de
321 municipios en el país es menor a 5 años. Existen 167 sitios no autorizados.
La misma entidad establece que en Colombia se producen 11,6
millones de toneladas de basura al año y solo se recicla el 17 %. De tal
suerte, pone como meta para el 2018 el aprovechamiento del 20 % con el objetivo
de reducir la cantidad de residuos que van a los rellenos e incentivar el
reciclaje.
“Se estima que en los próximos 10 años la generación de
residuos crezca en 20 %, por ello es importante que en los Planes de
Ordenamiento Departamental (POD) se tenga en cuenta esta situación y habiliten
usos del suelo para construir rellenos sanitarios, sitios de tratamiento y
aprovechamiento de residuos en los municipios”, dijo Simón Gaviria, director
del DNP.
En Antioquia la situación no es muy diferente a la del
contexto nacional. Solo 43 rellenos sanitarios responden a la demanda de 80
municipios en la jurisdicción de Corantioquia y 22 de ellos tienen una
vida
útil inferior a dos años.
En concreto, reporta Corantioquia, 38 municipios no cuentan
con sitio de disposición en su mismo territorio y 33 de ellos disponen en el
relleno La Pradera, que tiene un área total de 382 hectáreas y que al final de
2014 puso en funcionamiento Altair II, su nuevo vaso y que le extiende su
capacidad por 15 años.
David Ramírez, subdirector de Gestión Ambiental de
Corantioquia, cree que ante este panorama las administraciones municipales
deben adelantar acciones para la identificación de nuevos sitios de disposición
en cumplimiento de las normas ambientales que permitan generar espacios para la
disposición de residuos sólidos.
“Los municipios deben avanzar en proyectos de orden regional
para generar rellenos sanitarios que sean viables técnica y económicamente, y
que reduzcan los tiempos de transporte de los residuos de la localidad que
recoge la basura hasta donde la dispone”, agrega Ramírez.
Cómo evitar la emergencia
En Antioquia se generan 1 millón 75.000 toneladas de
residuos al año. De esa cantidad, el 85 % se disponen en jurisdicción de
Corantioquia.
Para Ramírez, las soluciones de gestión de residuos tiene
diferentes frentes: uno es la cultura en el consumo y en la separación en la
fuente para poder recuperar materiales; dos, el proceso de transformación y
aprovechamiento; y tres, que se haga en sitios adecuados de disposición.
“Con esto logramos que se cumpla con las normas ambientales
y hacemos control adecuado de lixiviados, olores y otra implicación ambiental
que tiene un relleno”, anota.
Con el objetivo de evitar una emergencia, Corantioquia hace
control y seguimiento a rellenos sanitarios para que cumplan con las normas y
en esa medida hace requerimientos a entes municipales y a empresas de servicios
públicos.
“La situación es que hoy los rellenos tienen limitaciones.
Por eso 22 de los 43 tienen vida útil corta y es porque su capacidad está
pronta a terminarse”, considera Ramírez, en tanto recuerda que esa capacidad es
el máximo volumen de almacenamiento de residuos que puede tener ese vaso de
disposición final.
La Pradera, ubicado en el municipio de Donmatías y propiedad
de Empresas Públicas de Medellín (EPM), es el principal relleno de la región.
Allí se depositan a diario 2.450 toneladas de residuos sólidos. El promedio
anual alcanza las 880.000 toneladas y en Altaír II la capacidad volumétrica es
de 5.543.000 de metros cúbicos y se espera que allí se puedan disponer 8,5
millones de toneladas durante su vida útil.
“Ese relleno recibe hoy 33 municipios. Quiere decir que si
se reducen rellenos en otras localidades están obligados a llevar a disponer
sus residuos en rellenos de gran capacidad como este u otros y eso hace que las
vidas útiles cada vez sean menores”, acota Ramírez.
Otra consecuencia de los cierres de rellenos, añade el
funcionario, “es que los tiempos de desplazamiento de los vehículos cada vez
son mayores, lo que implica más emisiones de gases efecto invernadero y de
carbono. Además tiene costos que impactan sobre la tarifa de los usuarios”,
insiste.
Propuestas desde la Nación
Las soluciones a la problemática que plantea la DNP se
concentran en localizar recursos del incentivo a la regionalización en
comunidades vecinas a los sitios de disposición final. En La Pradera
(Donmatías), $3.573 millones por año; Colomba El Guabal (Yotoco), $2.871
millones; Nuevo Mondoñedo (Bojacá), $1.879 millones; y en La Glorita (Pereira)
533 millones.
Simón Gaviria propone también incluir en lineamientos de POD
la identificación de áreas para ubicar infraestructura del servicio (estaciones
de transferencia, sitios de aprovechamiento, tratamiento y disposición final),
así como agilizar el otorgamiento de licencias ambientales a sitios que
sustituyan lugares inadecuados (autoridades ambientales).
La entidad nacional sugiere, además, declarar los sitios
regionales de tratamiento y disposición de residuos como proyectos de interés
estratégico nacional (Pines) y adelantar trámite de licencia ante Agencia
Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
Producir energía con basura
Aún es un sueño que en algunos compañías en Estados Unidos y
otros países de Europa vienen materializando. Generar energía con la basura es
la opción que expertos consideran como una solución a la crisis por la
saturación de los rellenos.
El ingeniero de la firma Aciem, Álvaro García, experto en el
tema, explica que la basura que contamina y no tiene espacio en los rellenos,
se podría convertir en energía y eso sería una solución, además que traería
ingresos a las comunidades.
Aclara que para llegar a ese desarrollo, los residuos deben
ser clasificados antes de llegar a los rellenos, como se hace en los países
desarrollados.
“Ahí hay una gran diferencia con Colombia. A los rellenos
aquí llega mucho material que tiene valor y podría generar riqueza. La mayoría
de esos residuos, por su propia composición, tienen temporalidad inmensa para
la degradación. Aquí ponen una tonelada de plástico en un relleno y eso los
satura”, apunta.
García recalca que asumir esa disciplina implica reducir la
vida útil de los rellenos principales (La Pradera y El Guacal), que están a
cinco años de saturarse.
Sobre la posibilidad de generación de energía con basura, el
DNP aclara que el precio de energía generada a partir de residuos no es
competitivo frente al de las fuentes convencionales. Así mismo, reporta que el
compost obtenido de los residuos municipales no tiene demanda.
En ese sentido, Corantioquia insiste en la apertura de
rellenos en los municipios y priorizar inversión para ellos.
Por ejemplo, algunos municipios disponen sus residuos por
fuera de Antioquia y otros, incluso, los llevan a Aguadas (Caldas). También se
disponen en el Bajo Cauca, donde se reciben de Córdoba.
“Lo importante es que existen rellenos que se pueden hacer
adecuadamente y con operación manual. No todos tienen que ser mecanizados, por
eso, cuando uno observa rellenos, lo importante es que tenga un adecuado nivel
de compactación, cobertura y un correcto control de impactos sobre agua y aire,
así como aislar la zona”, establece.
El Guacal, desaprovechado
De la problemática es consciente la Administración
Departamental y por eso, el gobernador Luis Pérez anunció su intención de
hacerse socio del relleno El Guacal, el segundo más importante de la región,
propiedad de la empresa pública Enviaseo y al que Corantioquia aún no le
autoriza la apertura de su segundo vaso.
“Esta es una propuesta que se debe estudiar con
detenimiento, por eso se conformó una comisión de estudio que debe presentar un
informe previo de factibilidad en 45 días”, afirma el mandatario regional.
El Guacal, en el municipio de Heliconia, al suroccidente de
Antioquia, tuvo durante 10 años en operación un vaso en el que se depositaron
más de 2 millones de toneladas. Al cumplir su vida útil, sus dueños prepararon
la apertura de un segundo vaso pero la autoridad ambiental aún no les concede
la autorización.
A Leonardo Zapata, gerente de Enviambientales (EVAS),
dependencia encargada de El Guacal, le resulta inaudito que en medio de una
emergencia por la falta de rellenos, no se autorice su apertura.
“Dios no quiera que se presente algún problema para el
depósito en La Pradera, porque entonces a dónde iremos a depositar. Además con
tanto caos en la movilidad en el Centro de Medellín se está sobrecargando ese
corredor con una gran cantidad de recolectores del sur que podrían estar
transitando a El Guacal y no a La Pradera. Eso agrava los problemas ambientales
del Valle de Aburrá”, acota .
Debido al cierre de El Guacal, muchos municipios han
generado pérdidas millonarias y se han declarado en bancarrota. Heliconia, por
ejemplo, pasó de pagar 1 millón de pesos mensuales por la disposición de
basuras a cancelar, en promedio, 11 millones de pesos, representados en los
costos por tener que ir hasta La Pradera.
De acuerdo con Marcela Agudelo, ingeniera técnica de El
Guacal, con la apertura del nuevo vaso se aliviarían las dificultades
financieras de muchos municipios, pues allí se depositarían 4 millones 500.000
toneladas de residuos.
La apertura de El Guacal y otros rellenos municipales son
acciones inmediatas que podrían evitar una emergencia por las basuras. Sin
embargo, coinciden expertos, la primera medida empieza en los hogares y
empresas con la separación de residuos. Solo de esa manera el escenario
apocalíptico de un desastre ambiental, quedará atrás.
VENCE PLAZO PARA PLANES DE BASURA
Hasta el próximo 30 de abril tienen plazo las
administraciones municipales de actualizar sus planes integrales de residuos
sólidos. La nueva directriz ha sido promovida por el Ministerio de Vivienda y
la Procuraduría y tiene como objetivo que esas estrategias, planes, proyectos y
los recursos previstos queden incluidos en los planes de desarrollo municipal y
que sean concordantes con los POT. Javier Moreno, director de Desarrollo
Sectorial del Ministerio de Vivienda, explica que los alcaldes que terminaron
la gestión pasada adoptaron planes que orientan toda la gestión del manejo de
residuos para los próximos años. “Los actuales alcaldes tienen la obligación de
revisarlo y actualizarlo antes del 30 de abril. Desde el 6 de marzo,
conjuntamente con la Procuraduría General de la Nación, se hizo un trabajo
donde les notificaron a los alcaldes la obligación”, anota Moreno.
Una de las metas específicas de la nueva exigencia, añade
Moreno, es el incremento del aprovechamiento y las medidas para formalizar la
labor de los recicladores de oficio. “Medellín ha avanzado en el manejo de los
residuos. Con Emvarias tiene un relleno con capacidad 1.800 toneladas diarias y
una vida útil de 20 años”, enfatiza.
VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ CORREA La primera entrevista
que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista
Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el
periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín. TOMADO DE EL COLOMBIAN
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