Países latinoamericanos rechazan la política antidrogas de
EEUU
Cumbre. En la región aún no hay un plan de consenso para
enfrentar al narcotráfico
Reunión. Una sesión de la Asamblea de la Organización de las
Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos. EFE. / Ricardo Aguilar / Nueva
York
Tras el cierre de la Sesión Especial de la Asamblea General
de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre Drogas, en Nueva York, queda claro que la
política en esta área basada en la represión y la seguridad, promovida por
Estados Unidos (EEUU), es rechazada en la región latinoamericana.
México, Colombia, Uruguay y Guatemala son los líderes que
impulsaron un cambio de enfoque global en la política de drogas en UNGASS 2016.
Si bien la declaración dejó sabor a poco, su tesis termina siendo que los
Estados pueden tener autonomía al momento de trazar sus políticas y aplicar las
convenciones a sus realidades. En cambio históricamente EEUU, tal como denunció
Evo Morales, utilizó la lucha antinarcóticos vista como un problema de
seguridad y no de salud como su fundamento para el intervencionismo en
Latinoamérica; sin embargo, hoy 23 de sus estados, casi la mitad, legalizaron
el uso medicinal de la marihuana e incluso se votará sobre el uso recreativo en
algunos de ellos.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, dijo que los
enfoques mantenidos hasta ahora no dieron los resultados esperados, por lo que
ya hay que comprender que el mundo no estará libre de drogas. En ese sentido,
algunos países calificaron de ingenua la meta trazada en UNGASS 1998 de un
mundo libre de drogas para 2008 y que se debía aceptar que las drogas siempre
estarán ahí.
México fue la sorpresa, con un Enrique Peña Nieto que lanzó
un discurso progresista que fue ejecutado en cuestión de días, rigiendo el
permiso de posesión de más de 20 gramos de marihuana, lo que fue aprobado el
jueves después de haber sido mencionado en su discurso del lunes.
La posición de EEUU fue explicada por José Carlos Campero,
especialista en políticas de drogas que estuvo en UNGASS. EEUU, señaló, ya no
puede condenar el uso medicinal ya que la mitad de sus estados legalizó éste;
empero, mantiene su posición de guerra contra el crimen organizado, a través de
lo cual continúa su política de guerra contra las drogas, enfoque que hoy es
cuestionado. Es, entonces, una postura “hipócrita”. Sin embargo, en
Latinoamérica, si bien todos discrepan de la visión norteamericana, tampoco hay
consenso.
Dos productores de coca, Perú y Bolivia, pidieron controlar
más la demanda. Si bien la llamada “responsabilidad compartida” entre países
productores y consumidores fue reconocida en la ONU en la segunda UNGASS sobre
drogas en 1998, esto muestra que aún la responsabilidad común no termina de ser
aplicada.
Ollanta Humala afirmó: “Gran parte de la demanda de drogas
que sale de la región está yendo a esas regiones, incluso más a la Unión
Europea que a Estados Unidos, por lo que se requiere una asociación
estratégica, mas no de cooperación, porque eso no conlleva
responsabilidades”. Evo Morales reclamó que “la economía ilegal mantiene
una expansión global”, lo que demuestra “el fracaso de lo hecho hasta ahora”.
Bolivia, que tiene todas las condiciones para liderar el
cambio de paradigma, reveló una posición conservadora, cuando en la conferencia
de prensa en la ONU dijo que no es parte de esa alianza entre países
latinoamericanos que quieren regularizar la marihuana para usos medicinales y
solo le interesa el uso tradicional de la coca. Argentina abrazó la política
represiva de guerra total contra las drogas.
Paraguay, el primer productor de marihuana de la región,
indicó Campero, recién se está informando de la nueva tendencia y llamó a
especialistas, entre éstos a él, para ello. Chile, sin hacer caso de las
convenciones, se encuentra a punto de tomar el uso legal de la marihuana
para uso medicinal.
Todo esto muestra que si bien cada país de la región tiene
un discurso más o menos progresista, terminaron firmando una declaración en
UNGASS más bien conservadora. La conclusión de Campero fue que UNGASS no fue
una llegada, sino un punto de partida para que los países cambien sus enfoques
para enfrentar la problemática ya no desde la seguridad sino desde la salud.
Encuentro contra la droga
Cita
La Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones
Unidas (UNGASS) sobre drogas que concluyó el jueves, es la tercera en la
historia de las Naciones Unidas desde 1998.
Término
Naciones Unidas cerró el encuentro antidrogas dividida entre
países que dan por muerta la llamada lucha contra las drogas y otros que se
oponen a dejar atrás esas políticas.
Objetivo
Para la mayoría de los países llegó el momento de cambiar de
enfoque y sustituir las políticas represivas por otras que tengan en el centro
los derechos humanos y la salud.
Activistas piden industrializar la coca
Relegados a dos cuadras de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, al lado de activistas pro legalización del cannabis, un grupo
de bolivianos y europeos de la asociación Amigos de la Hoja de Coca demandaron
a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) flexibilizar la normativa para
la comercialización de productos industriales derivados de esa planta.
Dijeron que la única vía para luchar efectivamente contra el
narcotráfico es la industrialización de la coca y su uso tradicional.
“Nuestro trabajo es sensibilizar a la opinión pública acerca de las bondades de
la hoja con productos derivados y el uso tradicional de la planta milenaria.
Para nosotros la única manera de luchar eficazmente contra el narcotráfico es
que los productos derivados puedan ser vendidos en el mundo entero. ¿Por qué
sería legal consumir coca en La Paz y no en Suiza?, cuestionó Julián Ureel,
miembro de la asociación.
En la puerta de entrada al complejo de la Asamblea General,
como parte del activismo de Amigos de la Hoja de Coca, los amautas Zamira López
y Víctor Machaca realizaron una ceremonia. “Nosotros vinimos a defender nuestra
hoja sagrada que es la coca. Hicimos una ceremonia sencilla porque es alimento
y sirve para muchas cosas. La gente no nos discriminó porque vinimos con la
fuerza de nuestros abuelos”, manifestó López.
Machaca, presidente del Consejo de Amautas Indígenas del
Tahuantinsuyo, explicó que hicieron una ceremonia para la Madre Tierra y para
la hoja, con sahumerios. “En Bolivia hacemos en cualquier puerta de una
autoridad, acá era en la sede de las Naciones Unidas: para decir que la hoja de
coca es alimento y parte de la cosmovisión andina”, sostuvo el amauta. Tomado de
la razón de Bolivia
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