Posible
desaparición de insectos en todo el planeta
Por Osvaldo
Nicolás Pimpignano
Las
versiones online de 26 medios de comunicación en 13 países Latinoamericanos, informaron sobre la posible desaparición de al
menos la mitad de los insectos en el planeta. Se analizaron especies de
insectos esenciales para los ecosistemas y la economía que están en declive en
todo el mundo, señala un estudio, que se advierte sobre su efecto
potencialmente “catastrófico”.
"La
conclusión es clara: a menos que cambiemos la forma en que producimos nuestros
alimentos, los insectos podrían extinguirse en unas pocas décadas",
afirman los autores de este informe, que sintetiza las conclusiones de 73
estudios.
Actualmente,
cerca de un tercio de las especies están amenazadas de extinción, "y cada
año se añade un 1% más a la lista", calcularon Francisco Sánchez-Bayo y
Kris Wyckhuys, de las universidades australianas de Sídney y Queensland. Esto
equivale al "episodio de extinción
más masivo" desde que desaparecieron los dinosaurios, apuntan, para
agregar que “la proporción de especies de insectos en declive (41%) es dos
veces mayor que la de los vertebrados”.
Cuando
hablamos de pérdida de biodiversidad pensamos generalmente en los animales de gran tamaño.
Sin embargo, los insectos son "de vital importancia para los ecosistemas
globales".
“Una
circunstancia de este tipo no puede ser ignorada y debería empujarnos a actuar
para evitar un colapso catastrófico de los ecosistemas naturales”, señalan
estos científicos, cuyas conclusiones serán publicadas en la revista Biological
Conservation.
Porque se produce este problema
Entre las
razones de este declive, los investigadores australianos señalan la alteración
de su hábitat y el uso de agroquímicos sintéticos, que utiliza la mayor parte
de la agricultura intensiva desarrollada en el mundo en los últimos 60 años.
El uso
intensivo de pesticidas, fertilizantes sintéticos y las semillas transgénicas mata
los insectos, al agredirlos directamente o privándolos de su espacio natural,
ya que los insectos no las reconocen o no aceptan plantas transgénicas. Lo
cierto es que, por ejemplo, la desaparición de lombrices que regeneran y airean
el suelo al tiempo que dan lugar a la proliferación de bacterias para la
descomposición de la flora caduca es crítica.
Lo mismo
sucede con los insectos que producen la polinización de la flora, entre ellas
la más importante es la abeja por su número, ya que se las reproduce en grandes
cantidades para la producción de miel como alimento humano. Las abejas recorren
grandes distancias en busca del néctar de las flores y por esto constituyen el
más importante polinizador existe. Este sea quizás el caso más crítico, ya que
este laborioso insecto es asolado permanentemente por las fumigaciones de
insecticidas químicos.
El estudio
se basa particularmente en Europa y Estados Unidos, donde se dispone de un
seguimiento más regular. "Pero dado que estos factores se aplican a todos
los países del mundo, las consecuencias deberían ser las mismas en los países
tropicales y en desarrollo", consideran.
Además de
esto, hay también explicaciones patógenas, como especies invasoras que se ven
obligadas a cambiar de hábitat y, por último, el Cambio Climático. Según un estudio
sobre biodiversidad desarrollado en las universidades australianas de Sídney y
Queenslad, casi el 50% de las especies de insectos, esenciales para los
ecosistemas y la economía, podrían desaparecer,
y su efecto sería potencialmente “catastrófico”.
Respecto del
Cambio Climático se produce un fenómeno de ida y vuelta. Uno de los gases más
pernicioso en la modificación del clima es el carbono, y el mismo es absorbido
por la flora, depositado en el suelo y reutilizado por las plantas en su alimentación,
pero los modelos de agricultura intensiva industrial de monocultivo produce el
endurecimiento del suelo dificultado la absorción del agua y la circulación del
carbono, lo que obliga a que en cada temporada se deban utilizar mayores
cantidades de fertilizantes.
Vale la pena
tener en cuenta que todos nuestros alimentos surgen de la flora, ya que además
de los vegetales comestibles, el suelo también alimenta a las especies animales
que consumimos
"La
conclusión es clara: a menos que cambiemos la forma en que producimos nuestros
alimentos, los insectos podrían extinguirse en unas pocas décadas, y a falta de
polinizadores nos quedaríamos sin alimentos", afirman los autores de este
informe, que sintetiza las conclusiones de 73 estudios.
Por Osvaldo
Nicolás Pimpignano
Periodista
de Investigación – FLACSO
Para:
ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes
fueron tomadas de la Web
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