Las generadoras no quieren que el Estado maneje sus ingresos
Por las nuevas reglas que impulsa Kicillof, el Gobierno será
el único comprador de energía.
PorAntonio Rossi
El nuevo esquema económico y regulatorio que el Gobierno
quiere implementar en el negocio de la generación eléctrica encendió las luces
de alerta entre los operadores privados de las usinas.
Si bien aguardan conocer la letra chica de los cambios que
impulsa el viceministro de Economía, Axel Kicillof; la mayoría de las
generadoras consideran que será “altamente riesgoso” que el Estado se convierta
en el único comprador de la energía y tener que depender de los funcionarios de
turno a la hora de cobrar las facturas por los suministros entregados al
sistema eléctrico nacional.
El nuevo “modelo” de negocio contempla un mayor
intervencionismo estatal en la comercialización de la energía eléctrica. El
cambio más significativo es la desaparición de los “contratos a término” que
vienen utilizando las generadoras desde la década del 90 para vender en forma
directa la energía que producen a los medianos y grandes usuarios.
Con las nuevas reglas de juego, las usinas deberán
entregarle todo lo que generen a Cammesa – la administradora del mercado
controlada por el Estado–, la cual se transformará en la única compradora y
vendedora mayorista de la energía eléctrica. Los únicos contratos especiales
que se mantendrán en pie son los del programa “Energía Plus”, que provienen de
las inversiones en nuevas plantas y ampliaciones realizadas a partir de 2006.
Con esta modificación, las industrias y comercios que hoy se abastecen
directamente de las centrales tendrán que ir a negociar los suministros y las
nuevas tarifas con los funcionarios que comandan Cammesa.
Según los generadores consultados por Clarín, este cambio de
fondo dejará a las empresas sin márgenes de acción propios y las colocará en
una situación de extrema dependencia del Gobierno en lo que respecta a sus
ingresos económicos. “La cobrabilidad pasará a depender de la relación que
tenga cada empresa con el Gobierno y ante cualquier situación crítica o de
emergencia corremos el riesgo de que nos reduzcan las remuneraciones por la
energía despachada al sistema”, advirtió el gerente general de una de las
centrales térmicas más grande del país.
Como dato positivo, las generadoras destacan que, en
principio, el nuevo esquema de precios prometido por Kicillof contiene una
mejora en sus ingresos del orden del 25%.
La reforma en juego establece que los precios reconocidos a
las generadoras se compondrán de tres ítems: los gastos fijos, los costos
variables y una remuneración adicional. Los dos primeros componentes se pagarán
en forma directa. Y el último tendrá dos partes: una irá para los generadores y
la otra, a un fideicomiso para reparaciones y nuevas inversiones.
Además, las usinas deberán cumplir con un esquema “metas
anuales de producción”. Para cada tipo de máquina se establecerá un mínimo de
generación. Si no alcanzan ese nivel, serán penalizadas con una menor
remuneración tarifaria.
Tomado de diario el clarín de ar
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