Un sismo de
8.9 grados puede golpear al Perú en cualquier momento
Estudios
desarrollados en el marco de proyecto internacional promovido por el Japón
indican que la capital del Perú podría ser el epicentro de este fenómeno y el
futuro escenario de una tragedia, de no adoptarse las medidas respectivas.
POR REYNA CÁRDENAS ANDAZABAL
Los sismos en el Perú no son cosa extraña. Nuestro país se encuentra ubicado dentro del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un conjunto de placas tectónicas que reúne la principal actividad sísmica y volcánica del mundo. Sin embargo, no es la ocurrencia de cualquier movimiento sensible el que tiene en zozobra a nuestro país así como a otros, sino aquellos que pueden alcanzar magnitudes capaces de devastar territorios.
Solo los 10 sismos más fuertes del siglo pasado ha ocurrido en el también llamado Anillo de Fuego del Pacífico, y el próximo podría ser cualquiera de los países que descansa sobre este conjunto de placas. Y en cualquier momento, pues la ciencia no ha sido nunca capaz de determinar cuándo ocurrirá un terremoto. Estudios en esta materia, sin embargo, entregan aproximaciones importantes, que pueden ser muy útiles principalmente en materia de prevención.
Así, la Investigación Conjunta en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (SATREPS, por sus siglas en inglés), proyecto internacional promovido por el gobierno del Japón, concluye en este sentido que existe una probabilidad igual o ligeramente superior al 40% de que ocurra un sismo de magnitud superior a los 8 grados en los próximos 50 años en el área de Lima.
“Puede pasar mañana como puede pasar en 50 ó 100 años. La conclusión es que, de todas maneras, la ciudad de Lima va a sufrir un terremoto de una magnitud de 8.5 hasta 8.9 grados”, señaló a EXPRESO Miguel Estrada, director del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), centro de estudios que participa de este proyecto internacional en conjunto con la Universidad de Chiba del Japón.
POR REYNA CÁRDENAS ANDAZABAL
Los sismos en el Perú no son cosa extraña. Nuestro país se encuentra ubicado dentro del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un conjunto de placas tectónicas que reúne la principal actividad sísmica y volcánica del mundo. Sin embargo, no es la ocurrencia de cualquier movimiento sensible el que tiene en zozobra a nuestro país así como a otros, sino aquellos que pueden alcanzar magnitudes capaces de devastar territorios.
Solo los 10 sismos más fuertes del siglo pasado ha ocurrido en el también llamado Anillo de Fuego del Pacífico, y el próximo podría ser cualquiera de los países que descansa sobre este conjunto de placas. Y en cualquier momento, pues la ciencia no ha sido nunca capaz de determinar cuándo ocurrirá un terremoto. Estudios en esta materia, sin embargo, entregan aproximaciones importantes, que pueden ser muy útiles principalmente en materia de prevención.
Así, la Investigación Conjunta en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (SATREPS, por sus siglas en inglés), proyecto internacional promovido por el gobierno del Japón, concluye en este sentido que existe una probabilidad igual o ligeramente superior al 40% de que ocurra un sismo de magnitud superior a los 8 grados en los próximos 50 años en el área de Lima.
“Puede pasar mañana como puede pasar en 50 ó 100 años. La conclusión es que, de todas maneras, la ciudad de Lima va a sufrir un terremoto de una magnitud de 8.5 hasta 8.9 grados”, señaló a EXPRESO Miguel Estrada, director del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), centro de estudios que participa de este proyecto internacional en conjunto con la Universidad de Chiba del Japón.
Graves
consecuencias
Pero el punto no es la magnitud del movimiento, sino el daño que este podría causar. Así, agrega Estrada, un fenómeno a tal escala afectaría de modo significativo a Lima principalmente por dos razones. La primera es la autoconstrucción, acción por la cual –señala– cada quien construye su casa “como puede y como quiere”, sin tener en cuenta normas base como las que establece el Reglamento Nacional de Edificaciones.
“Esto tiene como consecuencia que su sistema estructural es deficiente, la calidad de los materiales no es la adecuada y el proceso constructivo tampoco es el adecuado, ya que no sigue la normatividad actual”, agregó sobre esta acción que, de acuerdo con cifras del Ministerio de Vivienda, ha dado origen a más del 70% de edificaciones a nivel nacional.
La otra razón, refirió, es la utilización de terrenos inadecuados para construir. El experto explica que no todos los tipos de suelo tienen el mismo comportamiento a la hora de un movimiento telúrico, por lo que un mismo tipo de construcción correrá distinta suerte dependiendo de si ha sido cimentada sobre terreno más denso o liviano.
“Si colocamos una vivienda de las mismas características sobre un suelo rocoso y sobre un suelo arenoso, definitivamente aquella edificación o vivienda que está sobre un suelo arenoso va a sufrir mucho más daño, ya que las ondas sísmicas se amplifican en aquellos suelos que son blandos”, sostuvo el experto de la UNI.
Pero el punto no es la magnitud del movimiento, sino el daño que este podría causar. Así, agrega Estrada, un fenómeno a tal escala afectaría de modo significativo a Lima principalmente por dos razones. La primera es la autoconstrucción, acción por la cual –señala– cada quien construye su casa “como puede y como quiere”, sin tener en cuenta normas base como las que establece el Reglamento Nacional de Edificaciones.
“Esto tiene como consecuencia que su sistema estructural es deficiente, la calidad de los materiales no es la adecuada y el proceso constructivo tampoco es el adecuado, ya que no sigue la normatividad actual”, agregó sobre esta acción que, de acuerdo con cifras del Ministerio de Vivienda, ha dado origen a más del 70% de edificaciones a nivel nacional.
La otra razón, refirió, es la utilización de terrenos inadecuados para construir. El experto explica que no todos los tipos de suelo tienen el mismo comportamiento a la hora de un movimiento telúrico, por lo que un mismo tipo de construcción correrá distinta suerte dependiendo de si ha sido cimentada sobre terreno más denso o liviano.
“Si colocamos una vivienda de las mismas características sobre un suelo rocoso y sobre un suelo arenoso, definitivamente aquella edificación o vivienda que está sobre un suelo arenoso va a sufrir mucho más daño, ya que las ondas sísmicas se amplifican en aquellos suelos que son blandos”, sostuvo el experto de la UNI.
Con poca
resistencia
Agregó que el crecimiento desordenado que ha experimentado la ciudad de Lima en las últimas décadas ha ocasionado que finalmente se tenga este problema, construcciones para las que, en su defecto, se debió tomar las medidas de ingeniería necesarias para reforzarlas de tal forma que puedan tener mayor resistencia a la hora de un sismo.
Sin embargo, ello se debe a otro elemento de riesgo que sumó Estrada Espinoza a los ya mencionados: el factor humano. Por ello es que como parte del proyecto se realizan también talleres, congresos, seminarios y conferencias con el fin de alertar tanto al público en general como a la comunidad científica, autoridades y políticos acerca de los resultados de estos estudios, con el fin de que actúen en materia preventiva.
Agregó que el crecimiento desordenado que ha experimentado la ciudad de Lima en las últimas décadas ha ocasionado que finalmente se tenga este problema, construcciones para las que, en su defecto, se debió tomar las medidas de ingeniería necesarias para reforzarlas de tal forma que puedan tener mayor resistencia a la hora de un sismo.
Sin embargo, ello se debe a otro elemento de riesgo que sumó Estrada Espinoza a los ya mencionados: el factor humano. Por ello es que como parte del proyecto se realizan también talleres, congresos, seminarios y conferencias con el fin de alertar tanto al público en general como a la comunidad científica, autoridades y políticos acerca de los resultados de estos estudios, con el fin de que actúen en materia preventiva.
Un esfuerzo en
materia preventiva
La UNI y la Universidad de Chiba del Japón trabajan actualmente, en el marco del proyecto internacional Satreps, el estudio llamado “Fortalecimiento de Tecnologías para la Mitigación de Desastres por Terremotos y Tsunamis en el Perú”. El objetivo de este estudio, indica el director del Cismid-UNI, es identificar las fuentes sísmicas, identificar los efectos de los sismos y tsunamis y proponer las contramedidas para la mitigación de estos desastres.
El proyecto se inició el año 2010 y tiene una duración de cinco años. Los resultados obtenidos tras este periodo de investigación serán entregados a los municipios, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred), con el fin de que sean abordadas las medidas de prevención respectivas.
La UNI y la Universidad de Chiba del Japón trabajan actualmente, en el marco del proyecto internacional Satreps, el estudio llamado “Fortalecimiento de Tecnologías para la Mitigación de Desastres por Terremotos y Tsunamis en el Perú”. El objetivo de este estudio, indica el director del Cismid-UNI, es identificar las fuentes sísmicas, identificar los efectos de los sismos y tsunamis y proponer las contramedidas para la mitigación de estos desastres.
El proyecto se inició el año 2010 y tiene una duración de cinco años. Los resultados obtenidos tras este periodo de investigación serán entregados a los municipios, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred), con el fin de que sean abordadas las medidas de prevención respectivas.
El dato
En lo que significa el último movimiento telúrico sentido en nuestra capital, un sismo de 4.8 grados en la escala de Richter se sintió el 19 de marzo a las 18:06 y se sintió más en Lunahuaná, según información brindada por el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
En lo que significa el último movimiento telúrico sentido en nuestra capital, un sismo de 4.8 grados en la escala de Richter se sintió el 19 de marzo a las 18:06 y se sintió más en Lunahuaná, según información brindada por el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
Tomado de el
expreso de Perú
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