El sobrevuelo de
los cóndores alegra de nuevo a los quiteños
Ambientalistas trabajan para proteger la especie en peligro de extinción
Ambientalistas trabajan para proteger la especie en peligro de extinción
El 19 de febrero fue el último día en que aviones volaron
sobre Quito y también cuando se avistaron cóndores sobre la ciudad.
Para Hernán Vargas, representante de la fundación Peregrine
Fund en el Ecuador, es difícil determinar si fue una coincidencia. Pero es una
noticia que generó alegría y expectativa entre los ornitólogos.
Juan Manuel Carrión, director del zoológico de Guayllabamba,
hace un recuento de los recientes avistamientos de cóndores sobre la capital.
Aunque advierte que los buenos observadores los ven usualmente.
Él los ha visto sobre el Panecillo y el Antisana. Hay otros
registros por el sector de la Mariana de Jesús, hacia el costado occidental de
la ciudad. También sobre el parque Metropolitano, en el nororiente; o sobre el
Itchimbía, por el centro.
En las fotos, se los ve volar a grandes alturas. A veces
solos y otras, en pareja. La evidencia más clara es un vídeo realizado por el
ornitólogo Francisco Prieto. Fue compartido en las redes sociales. Era un
adulto que volaba a baja altura sobre la avenida Mariana de Jesús. El ave
planea y gira hasta quedar casi de frente.
Carrión explica: "estos cóndores que se están viendo en
Quito se desplazan entre el Pichincha y el Antisana. Es decir, entre las
cordilleras occidental y oriental". Dice que estas aves cruzan por la
ciudad, en rutas que tienen montañas de por medio, como el Pasochoa o el Ilaló.
Lo importante para Carrión es establecer un método para
ahondar en información que permita conocer el estado poblacional y su salud. En
especial porque no todo es esperanzador. En lo que va del año, dos aves han
sido halladas envenenadas.
Por ello, el trabajo continúa. Vargas explica los avances.
El Ministerio del Ambiente (MAE) aprobó la posibilidad de capturar especímenes
silvestres para tomar muestras de sangre y poner rastreadores satelitales. La
meta, dice él, es capturar al menos 3 en 2013. Los rastreadores permitirán hacer
un seguimiento de las rutas que mantiene el animal.
Otro proyecto que está en camino es la recolección de plumas
para hacer un análisis genético. Vargas espera que esa investigación ayude a
establecer cuántos individuos habitan en un determinado sitio. Y si un mismo
espécimen se traslada de un lado a otro. Tienen 40 plumas y se espera comenzar
el análisis cuando tengan 100.
Esta tarea está en manos del Grupo Nacional de Trabajo de
Conservación del Cóndor Andino. Participan el zoológico de Guayllabamba, el
parque Cóndor, la Universidad San Francisco, Zuleta, el zoológico de Baños, la
empresa Etapa de Cuenca y algunos ornitólogos.
Se estima que, en todo el país, existen menos de 60
individuos silvestres. Y 18 están en cautiverio. Por eso, es una especie que
sigue en peligro de extinción. Juan Manuel Carrión es optimista. Dice que en el
Antisanilla ha encontrado más presencia de juveniles.
Cuenta la historia de Killari, un polluelo cóndor hembra que
cumplió seis meses el 10 de marzo. Nació en Guayllabamba. Será separada de sus
padres y llevada a otra jaula. La meta es ponerla en libertad a los dos años
TOMADO DE EL EXPRESO DE Guayaquil Ecuador
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