Cuba busca cambiar matriz de energía y
apunta al viento y al sol; petróleo muy riesgoso Cuba ha cambiado su enfoque en
la exploración petrolera en alta mar para concentrarse en energías renovables y
mejorar la producción de crudo con la perforación de pozos en tierra, debido a
la falta de interés de empresas extranjeras en la extracción en aguas
profundas, dijeron fuentes cercanas a la industria. A pesar de las visitas
de
Xi y Putin, hay poco interés en explorar aguas profundas en torno a Cuba
Cuba planea invertir 3.600 millones de
dólares en 15 años para desarrollar energías alternativas Con gran cantidad de petróleo de fácil acceso
en todo el mundo, las compañías petroleras, incluyendo aliados como China y
Rusia, ven pocos incentivos para la exploración en la isla caribeña, lo que
retrasa el sueño de Cuba de encontrar riqueza petrolera que inyecte vigor a la
revolución.
El embargo comercial de Estados Unidos
contra Cuba complica aún más los planes de perforación, por lo que el país está
buscando inversores en energías renovables, como la biomasa y el viento,
mientras busca aumentar la producción de los actuales pozos en tierra y en
aguas poco profundas.
La empresa estatal rusa Rosneft y la
Chinese National Petroleum Company (CNPC) acordaron por separado el mes pasado
ayudar a Cuba a extraer más petróleo pesado en la tradicional faja
noroccidental, pero no firmaron acuerdos en la perforación en aguas profundas.
El cinturón de petróleo pesado, situado al
noroeste de la isla, tiene una extensión de unos 320 kilómetros a lo largo de
la costa norte desde las provincias de La Habana a Villa Clara, y a unos cinco
kilómetros mar adentro. En la zona se produce crudo de mala calidad que cumple
con el 40% de las necesidades del país.
Rosneft y CNPC también apoyarán la
perforación horizontal de nuevos pozos en la costa para unirse a la firma
canadiense Sherritt International y a otra compañía estatal rusa de petróleo,
Zarubezhneft.
Cuba tenía la esperanza de que Rusia y
China, cuyos presidentes visitaron en julio la isla, podrían explorar los
yacimientos costa afuera en aguas profundas, que el Gobierno de los hermanos
Castro dice que pueden tener hasta 20.000 millones de barriles de petróleo, con
lo que pondría fin a su dependencia de Venezuela, su aliado socialista.
Venezuela envía unos 115.000 barriles
diarios de petróleo a Cuba en condiciones preferenciales de pago.
Tres pozos en aguas profundas cubanas, que
fueron perforados en 2012 por compañías de España,
Noruega, India, Malasia,
Rusia y Venezuela, se encontraron secos.
Todas las empresas, menos la firma estatal
noruega Statoil ASA y la estatal venezolana PDVSA, se han retirado. Estas
últimas permanecen en Cuba pero han aplazado los planes de perforaciones.
La difícil condición geológica de la zona,
las perspectivas y alternativas en otros sitios, así como las sanciones de
Estados Unidos -que requieren que las plataformas tengan menos de un 10% de
tecnología estadounidense por el embargo a Cuba- están desalentando nuevas
perforaciones, según diplomáticos occidentales.
El vicepresidente cubano y miembro del Buró
Político del gobernante Partido Comunista, Marino Murillo, dijo en julio ante
el Parlamento que Cuba planea destinar 3.600 millones de dólares en los
próximos 15 años al desarrollo de energías alternativas que ahora era una
prioridad para la inversión extranjera.
Murillo dijo que el 96% de la generación de
energía provenía del petróleo y que para el 2030 el objetivo era reducir esa
cifra a un 76% y el resto procedentes de 19 plantas de bioelectricidad
conectadas a ingenios azucareros, más 13 parques eólicos e instalaciones
solares. Tomado de envío de mercopress
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