Acuerdo global contra
el cambio climático, por Raúl Ferrero El Perú como anfitrión deberá redoblar su
función facilitadora del convenio global que se persigue. Raúl Ferrero Jurista
Viabilizar acuerdos globales contra el cambio climático se
torna indispensable, ya que el necesario recorte de las emisiones de gases de
efecto invernadero (dióxido de carbono, CO2) exige que se tomen decisiones
prontas que afronten el problema del calentamiento global que cada vez afecta
más a nuestro planeta.Todos los países deben contribuir a ello, por lo que la
reunión que se realizará en Lima, a partir de hoy, reviste tanta importancia.
Ella permitirá reforzar el impulso de las negociaciones de un convenio
multilateral, sobre el tema climático, que los gobiernos han manifestado tener
el firme propósito de aprobar el próximo año en el encuentro que se
desarrollará en París.Resultan muy positivos los recientes acuerdos entre los
presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de China, Xi Jinping,
aprovechando la última cumbre de APEC, ya que se trata de los dos países responsables
de casi el 45% de las emisiones tóxicas a escala mundial. Los compromisos
adquiridos recientemente por las dos potencias citadas constituyen un
importante hito que permite avizorar una actitud alentadora de ambas para los
próximos años, aunque Estados Unidos recién comenzará a rebajar esas emisiones
en el 2025, en porcentajes algo superiores al 25% en relación con los niveles
del 2005. A su vez, China continuará
elevando sus emisiones hasta el 2030, año en que se ha comprometido a realizar
la reducción y a elevar el consumo de su energía no fósil al 20% para esa
fecha. A esto se suma el compromiso de la Unión Europea de reducir progresivamente
en 40% sus emisiones contaminantes para el 2030. Para el Perú, la realización
de la COP 20 tiene como principal propósito facilitar el impulso de los avances
indispensables para lograr el acuerdo climático global que se persigue, lo que
a su vez obliga a todos los países a asumir desde ahora sus responsabilidades. Esta
cumbre representa un desafío para obtener los consensos necesarios entre los
países desarrollados y en vías de desarrollo, que nos conduzcan a una mejor
calidad de vida presente y futura, ya que hasta ahora resulta insuficiente lo
que se ha logrado en un tema de tanta transcendencia. El Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (en inglés, IPCC)
sostiene que las emisiones de origen humano de los gases de efecto invernadero
han crecido de forma considerable a un punto tal que muy probablemente
representan, globalmente, el 50% del incremento de la temperatura media en la
superficie terrestre, en un período de aproximadamente sesenta años. De
continuar este crecimiento, acarreará mayores peligros de enfermedades, serios
riesgos en la declinación de la producción alimentaria, así como una severa
alteración de nuestro ecosistema. A esto se agrega que el daño ocasionado no
podrá retrotraerse, ya que cuando los glaciares continúen derritiéndose, ello
no se podrá revertir en los años venideros. Para abordar el problema con
seriedad, se requiere una decisión firme tanto de Estados Unidos como de China,
y en particular de la tecnología del primero de estos, que además es, indudablemente,
la primera potencia militar, lo que le otorga un importante significado
estratégico en estas negociaciones. El Perú como anfitrión deberá redoblar su
función facilitadora del convenio global que se persigue, ya que no basta solo
el pacto de las dos potencias mencionadas, sino que se requiere el respaldo de
un tratado internacional inclusivo que garantice el cumplimiento de los
compromisos multilaterales que se alcancen. TOMADO DE EL COMERCIO DE PERU
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