domingo, 21 de diciembre de 2014

MINERÍA EN AMAGA - COLOMBIA pobres mineros


 Mineros de Amagá solo ven luz en los socavones
Joaquín Flórez, propietario de la mina El Arco Iris, es otro de los mineros de Amagá a la espera de porder trabajar. FOTOS HENRY AGUDELO MINERÍA  MINERÍA ILEGAL
POR JOSÉ F. LOAIZA BRANENVIADO - 60%
se han incrementado los precios del carbón en Amagá a raíz de la crisis. 38 trámites de legalización de minas fueron suspendidos en la cuenca del Sinifaná.
EN DEFINITIVA  Una crisis social perciben 384 mineros que se encuentran sin trabajo en Amagá desde la tragedia que implicó la muerte de 12 trabajadores en la mina La Cancha, el 30 de octubre.
No hay barrera física que impida la entrada al socavón de Carbones La Cancha, pero los mineros saben que si ocurre otro incidente con cualquiera de ellos ahí dentro, por pequeño que sea, va a desatar un problema mayor para todos. A eso le temen más que a internarse en cuatro patas como animales por aquellas galerías que no dan para enderezar la espalda, a cavar bajo tierra y a poner explosivos en ese infierno estrecho para traer carbón a la superficie.
Carlos Arturo Muriel, minero desempleado este diciembre, se asoma apenas al aliento de humedad de la bocamina por la que salió por última vez su hermano Fabio Alberto, hace poco más de un mes; un cuerpo entre doce para ser identificado en Medicina Legal y terminar en una bóveda. Uno entre 34 en los últimos seis meses en el cementerio de Amagá.
“El patrón viene de vez en cuando a dar vuelta. Pero dice que no le gusta, que viene es a acordarse de los compañeros y a llorar”, cuenta.
La Cancha es una mina entre 18 que permanecen cerradas en el sector La Ferrería y Carlos Arturo, uno entre 384 mineros sin trabajo esta Navidad. Y a la situación se suma el anuncio de la Secretaría de Minas de Antioquia de suspender los trámites de legalización para 38 minas en toda la cuenca del Sinifaná que abarca Amagá, Angelópolis, Titiribí, Fredonia y Venecia.
La directora de Titulación de la entidad, Xiomara Neira, sostiene que es una medida procedimental y obedece al trabajo que se realiza con mineros, alcaldías y el Ministerio de Minas para avanzar en la búsqueda de condiciones seguras para la explotación del carbón.
“Esto se tiene que hacer por tanta ilegalidad, pero se va a generar un caos social, va a ser un caos familiar”, advierte Carlos Mario Usma, director de Gestión Ambiental y Minería de Amagá.
Las minas cerradas
En la vereda La Ferrería trabajó hasta 1998 la empresa Industrial Hullera S.A., en uno de cuyos frentes de explotación se presentó en 1977 uno de los accidentes más graves en la historia de Amagá cuando una explosión dejó 77 mineros muertos. Luego del cierre, las instalaciones permanecieron abandonadas alrededor de un año hasta que varios extrabajadores conformaron la empresa Mineros Unidos, que volvió a excavar en los mismos frentes hasta 2007. Volvió el abandono, hasta que, uno por uno, mineros interesados en seguirle sacando carbón a las mismas tierras, fueron abriendo hasta 18 socavones, donde cada uno lo estimó conveniente.
Además de La Cancha —donde murieron el 30 de octubre 12 mineros cuando se reventó una acumulación de agua en el subsuelo, probablemente proveniente de otras galerías en desuso, e inundó casi 800 metros de la mina— permanecen cerradas las minas: La Clara 1, 2 y 3, El Altico, Guadalupe, La Aventura, El Grillo, Camelot —donde un derrumbe mató a otros dos trabajadores cuando aún no terminaba el rescate de los cuerpos de la primera tragedia—, Arco Iris, El Trapiche, Piedras Blancas 1, 2 y 3, El Ventiadero, El Chorro, El Manantial y La Comuna, donde cinco mineros se salvaron de morir en otra inundación cuando todavía no terminaban de drenar los 32.000 metros cúbicos de agua del túnel de La Cancha.
Expertos de la Universidad Eafit hicieron un estudio en el que determinaron cuáles socavones están por encima de la cota de inundación de los frentes abandonados de Industrial Hullera, que por lo menos serían seguros frente a ese riesgo de inundación. Sin embargo no hubo excepciones en la medida de cierre.
Un fallo de tutela ordenó también a la empresa extraer por bombeo el agua acumulada de los túneles.
Henry Ávila, jubilado de Industrial Hullera, se encarga del bombeo y asegura que no hay en el momento minas trabajando en el título de la empresa. A la entrada de la bajada 3-1, por donde se extrae el agua, ha dispuesto un enredo de lucecitas de colores que es tal vez el único signo de la época decembrina.
No hay bullicio en el cruce de caminos y apenas en algunas casas se asoma la vida. De vez en cuando va un carro por la trocha que se llenó de autoridades y curiosos los días siguientes a la tragedia.
Navidad sin trabajo
“Dicen que hay gente trabajando de noche. Esto está duro”, cuenta Manuel Antonio Gómez Velásquez, minero y propietario de la mina Guadalupe, socavón abierto al pie de una cañada, con una imagen de San Miguel Arcángel, al que le atribuye en parte que hasta ahora no hayan venido a robarle.
“Hemos estado de malas, porque siempre que se está negociando algo con la Mesa Minera para organizarnos, pasa alguna cosa. Primero, siete mineros quemados en Venecia, y ahora este accidente. Nada nos ayuda y ahí tienen para cerrarnos las minas”, lamenta. “Y si es que el Gobierno nos quiere sacar de aquí, que nos paguen la inversión de todos estos años”. Hasta la tragedia en La Cancha, diez personas trabajaban allí.
En la mina La Aventura, contigua a la suya, hace falta el motor que hala los coches desde el fondo del socavón.
San Miguel Arcángel, cuida la bocamina, con una espada en alto y con un pie aplastando la cabeza de un hombre fuerte.
“A mí no me roban porque saben que yo no digo nada, pero yo arreglo eso si me toca”, advierte. “Yo tengo herramientas y equipos ahí adentro y no dejan siquiera entrar a sacar nada”.
El panorama es difícil para este diciembre para el minero; uno entre los que están cesantes. El dueño de la casa en que vive en arriendo ya le pidió que desocupe la propiedad.
“La niña le pide a uno unos calzones, la esposa, unas chanclas y no hay con qué”.
Durante este tiempo a las familias de cada uno de los mineros sin trabajo les han entregado un mercado cada mes y aunque agradecen la ayuda, tienen otras situaciones por resolver en los hogares.
Justo hoy, el gerente de la administradora de riesgos laborales Positiva, René Barón Ramírez, entregará a las familias de las doce vícitmas de La Cancha el valor de las pensiones y auxilios económicos a los que tienen derecho por la pérdida de sus seres queridos.
El Gobierno Nacional ofreció 242 empleos temporales por cuatro meses, para ocuparse medio tiempo, por medio salario mínimo, lo que apenas sobrepasa los 70.000 pesos semanales.
Según Manuel Antonio, han rechazado la oferta porque un minero puede ganarse alrededor de 100.000 pesos en un solo día de trabajo. Cuando pase este diciembre, advierte que si en enero no hay solución a la situación, volverán a meterse a los socavones, aún con las órdenes de cierre.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
OPINION LO DIFÍCIL ES OFRECER ALTERNATIVAS PADRE HUGO VILLA
Párroco de Amagá
“Decir que estos hombres trabajan en las minas está mal. Porque ya no trabajan, porque las minas las cerraron y es algo catastrófico, socialmente. Cerrar una mina es muy fácil, pero ponerle cuidado a la persona que quedó sin trabajo, ahí está lo difícil. ¿Qué vamos a hacer para que esta gente no aguante hambre? Y ya viene la temporada de estudio ¿Qué se va a hacer para que los padres de familia les puedan dar estudio a sus hijos? La minería es riesgosa, pero ellos están acostumbrados desde pequeños a esa actividad. Muchas veces no saben hacer otra cosa”. JOSÉ FERNANDO LOAIZA BRAN Contador de historias refugiado en el periodismo. Familiar, ávido de explicaciones y apasionado por la vida, porque no se pierda toda en lo accesorio. Redactor Área Metro. Tomado de el colombiano 

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