Familiares de los 43 estudiantes desaparecidos esperan que
los mexicanos salgan hoy marchar, cuando se cumplen cuatro meses de la noticia
y no hay novedades en la investigación. FOTO AP
DESAPARICIÓN FORZADA
MÉXICO
POR DIANA CAROLINA JIMÉNEZ | 23 mil
personas han desaparecido desde 2006, cuando inició la lucha
contra el narcotráfico.
EN DEFINITIVA A cuatro meses de la desaparición a manos de
policías locales de 43 estudiantes en el
sureño estado de Guerrero, solo se ha
comprobado científicamente la identidad de uno de los jóvenes.
Hoy se cumplen cuatro meses de la desaparición de 43 estudiantes
en México y el Gobierno de ese país sigue sin resolver numerosas incógnitas en
torno al caso. Su versión de lo ocurrido no convence a la sociedad, que sigue
reclamando saber qué pasó, ni a los padres de los alumnos de la Escuela Normal
de Ayotzinapa, que no han parado de luchar estos meses y aún no pierden la
esperanza de hallar a sus hijos con vida.
Para protestar contra el silencio de las autoridades
mexicanas, varias calles de Ciudad de México se llenarán hoy a partir de las
10:00 a.m. La marcha irá hacia el Zócalo (plaza principal), donde se efectuará
un mitin unas nueve horas después.
Pese a las escasas posibilidades de encontrarlos vivos, los
padres de familia exigen que las autoridades continúen la búsqueda aunque ellos
mismos la llevan a cabo cada día, con sus propios medios, recorriendo pueblos y
montañas, especialmente los alrededores de Iguala, en el estado de Guerrero,
donde el pasado 26 de septiembre desaparecieron sus hijos.
Todos se resisten a creer la versión oficial ofrecida por la
fiscalía mexicana en noviembre, construida a partir del testimonio de
detenidos, miembros del cártel Guerreros Unidos, que aseguraron que habían
quemado a los jóvenes en un basurero para luego tirar las cenizas a un río
cercano.
Este municipio está a pocos kilómetros de Iguala, donde los
estudiantes habían acudido a realizar una colecta para sus actividades la noche
del 26 de septiembre y fueron atacados por policías municipales, con un saldo
de seis muertos.
La orden del ataque la dio el entonces alcalde de Iguala,
José Luis Abarca, para impedir que los estudiantes llegaran a un acto
encabezado por su esposa, María de los Ángeles Pineda. Ambos están considerados
autores intelectuales de la desaparición y están detenidos junto con otras 96
personas.
A partir de los restos encontrados en el río en una bolsa de
basura, solo uno de los 43 jóvenes, Alexander Mora, ha sido identificado por el
laboratorio de la Universidad de Innsbruck (Austria).
La semana pasada los forenses austríacos confirmaron que no
habían logrado identificar 16 restos calcinados que se cree pueden corresponder
a los estudiantes.
Esta hipótesis es la principal que maneja la fiscalía
mexicana, pero han sido varios los científicos que han concluido que no es
posible técnicamente que los estudiantes fueran quemados durante horas en aquel
lugar, sin apenas dejar rastro. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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