Contra lo que se pensaba, podría ser alta incluso en los
pacientes asintomáticos; el indicador es el centro de varias investigaciones
preliminares que se realizan en la Argentina y en el mundo Fuente: LA
NACION - Crédito: Marcelo Aguilar
Una de las ideas instaladas al comienzo de la pandemia fue
que a mayor carga viral en un individuo infectado le correspondía un cuadro más
grave. Incluso se especuló con que a esto podría deberse la severidad de las
complicaciones sufridas por personal del equipo de salud: a que está expuesto a
altas cantidades de virus. Sin embargo, a siete meses de la secuenciación
del SARS-CoV-2, distintos estudios parecen sugerir lo
contrario: no solo se encontraron individuos asintomáticos con altísima
carga viral, sino que las complicaciones más graves se presentan hacia
el séptimo o noveno día de la aparición de los síntomas, que es precisamente
cuando ésta desciende.
Aunque los resultados todavía no son concluyentes, son
varios los trabajos que indican que no habría diferencias significativas en
este parámetro entre síntomas altos y
bajos, entre quiénes van a una unidad de terapia intensiva y quiénes
no, entre los que sufren un desenlace mortal y quiénes se recuperan.
Un trabajo de Onya Opota y colegas del Hospital
Universitario de Lausanne, que se publicó como preprint (sin
revisión por pares), analizó la cantidad de virus en un volumen dado de materia
en muestras tomadas de 4172 personas infectadas con SARS-CoV-2 entre el 1º de
febrero y el 27 de abril y encontró que hay dos etapas distintivas de Covid-19.
Al comienzo de la infección, las personas tenían alta carga viral, que tendía a
declinar a medida que la enfermedad progresaba. La etapa avanzada estaba
caracterizada por la inflamación. Pero, y he aquí lo que desconcierta, los
investigadores no encontraron correlación entre la carga viral y la severidad
del cuadro.
Otro estudio retrospectivo, esta vez realizado por
investigadores del Centro de Salud Langone de la Universidad de Nueva York en
205 pacientes, encontró que, al revés de lo que podría esperarse, la cantidad
de SARS-CoV-2 colectada era más alta en aquellos con síntomas más leves, que no
requirieron hospitalización. Es más, descubrieron que la carga viral inicial
fue notablemente más baja en pacientes que requirieron hospitalización
comparados con aquellos que fueron enviados a sus casas. La asociación se
mantuvo incluso después de corregir por edad, género, raza, índice de masa
corporal y otras condiciones médicas. También encontraron que una carga viral
más alta se asoció con una duración menor de los síntomas en todos los pacientes.
El trabajo se publicó en The American Journal of Pathology.
Resultados preliminares de estudios locales parecen
respaldar estas evidencias. "Todavía no tenemos conclusiones, pero
nuestros hallazgos van en esa dirección", comenta Roberto Etchenique, químico
analítico de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Al revés de lo que podría pensarse
La carga viral determinada por el Ct (el número de ciclos de
duplicación de la PCR que se necesita para ver la señal del virus; cuanto más
alto, menos copias del microorganismo) no parece mostrar diferencias entre
quienes van a terapia intensiva y quienes no. "El Ct no es perfecto,
porque podría variar dependiendo de si el hisopado se toma bien o no, pero
muestra mucha más diferencia entre los distintos individuos que entre los
cuadros", destaca Etchenique.
Federico Remes Lenikov, investigador del Conicet en el
Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs),
coincide: "Los primeros trabajos eran más bien anecdóticos -afirma-. Pero
ahora se van sumando estudios en los que no se ve una correlación significativa
entre carga viral y gravedad de los síntomas. Lo que sí está claro es que ésta
va descendiendo con el correr de los días y el cuadro grave aparece con la
reacción inflamatoria, que es la que provocaría las complicaciones. Eso es algo
muy típico de las infecciones virales: el daño indirecto por el propio sistema
inmune. Cuando uno analiza los casos severos son aquellos en los que la
respuesta de linfocitos T se mantiene en el tiempo, mientras en los más
limitados esa respuesta cede".
Algunos de los indicios que respaldan este cambio de
criterio surgen de las investigaciones con tests en pools (PCR grupales) en
instituciones cerradas o semicerradas, como geriátricos y neuropsiquiátricos,
que están realizando el grupo de investigadores liderado por Etchenique, en la
UBA, y del Inbirs, de la Facultad de Medicina de la misma universidad, con el
laboratorio de Daniela Hozbor, de la Universidad Nacional de La Plata. "En
estos estudios grupales, encontraron personas sin ningún síntoma reportado en
la ficha y con cargas virales enormes, del orden de cien millones de veces el
límite de detección -detalla Etchenique-. Es más, en promedio, lo que da es
mayor carga entre los que muestran manifestaciones leves, una pequeña
diferencia. Y eso puede ir de la mano con muchos reportes que dicen que el
cuadro grave de Covid no se debe tanto al virus, sino a la respuesta inmune,
durante la segunda semana, cuando la carga viral disminuye".
Si bien no se puede demostrar científicamente, porque no hay
estudios epidemiológicos, los que más distribuyen el virus serían los
asintomáticos o presintomáticos. "Como la definición de 'caso sospechoso'
incluye síntomas, los médicos eso no lo ven -agrega-, pero nosotros en los
pools lo vemos todo el tiempo, porque nos encontramos no con un solo individuo
positivo, sino con un piso entero".
Se sabe que la carga viral es máxima uno o dos días antes de
empezar los síntomas, pero no se puede precisar bien cuál es la de los
asintomáticos, ya que no hay trabajos que los sigan. Y esto agrega otro
obstáculo más al control de la pandemia, porque tal vez los individuos sean más
infecciosos en el momento en el que (todavía) no muestran señales ostensibles
de la enfermedad.
¿Una persona con alta
carga viral es más infecciosa? "Eso es clarísimo y todo apunta a que
sí: las personas que contagian son aquellas que tienen una alta carga viral en
sus secreciones -dice Remes Lenikov-. Es lo que dio pie al cambio de protocolo
para el alta: simplemente se espera que pasen diez días y ya no se exige una
PCR negativa. El fundamento es que disminuye la carga viral y entonces no hay
contagiosidad".
"Sabemos que hay relación entre carga viral e
infectividad -explica Gustavo Lopardo, miembro del comité asesor de
presidencia-. En VIH hoy esto es clarísimo: el que tiene mayor carga viral
transmite más y cuando la carga viral es indetectable, no transmite el virus.
Con el SARS-CoV-2, seguimos
aprendiendo".
Por: Nora Bär // TOMADO DE
LA NACION DE AR
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