El cráter de Chicxulub, en YucatánEl cráter de Chicxulub, en
Yucatán Crédito: AGENCIA ESPACIAL MEXICANA
Europa Press
Una investigación internacional que publica esta semana la
revista Geology y en la que participa la Universidad de Granada (UGR) ha
aportado nuevos datos sobre cómo y por qué se recuperó tan rápidamente la vida
en la zona donde impactó el asteroide que acabó con los dinosaurios, en
Chicxulub, en la Península de Yucatán (México).
La investigación ha revelado que, tras la rápida
recuperación inicial de algunos organismos, ocurrida en el rango de pocas
decenas de años, la vida en el fondo marino del cráter volvió a niveles de
abundancia y diversidad similares a los previos al impacto en solo 700.000
años, un tiempo significativamente rápido a escala geológica.
El impacto del asteroide tuvo lugar hace unos 66 millones de
años, y ocasionó una de las cinco grandes (Big Five) extinciones en masa del
Fanerozoico, la correspondiente al límite Cretácico/Paleógeno que provocó la
desaparición de los dinosaurios de la faz de la Tierra.
El impacto provocó un cráter de 180 kilómetros de diámetro,
cuya violencia ha sido comparada con la de 1.000 millones de bombas atómicas y
alteró significativamente el medio a nivel global, produciendo grandes
terremotos de magnitud superior a 11 en la Escala de Richter, tsunamis de entre
100 y 300 metros de altura, aumentos de temperatura, fuegos a distancias de
entre 1.500 y 4.000 kilómetros del cráter, y lluvias ácidas, entre otras
catástrofes.
Como consecuencia, se extinguieron alrededor del 70% de las
especies marinas y continentales que vivían en ese periodo, lo que supuso un
gran cambio en la evolución de la vida sobre la Tierra, con importancia sobre
las especies que habitan en la actualidad.
El catedrático del departamento de Estratigrafía y
Paleontología de la UGR, Francisco Javier Rodríguez-Tovar, ha participado en
esta investigación. Previos análisis icnológicos (publicados en la revista
Nature en 2018), realizados por el Doctor Rodríguez-Tovar en el cráter del
impacto en Chicxulub, ya pusieron de manifiesto la sorprendentemente rápida
recuperación inicial de la comunidad tras el impacto.
Sobre esta base han continuado las investigaciones
icnológicas en el marco de la Expedición 364 del International Ocean Discovery
Program (IODP) 'Chicxulub: drilling the K-Pg impact crater' de la que forma
parte el investigador de la UGR.
El objetivo de la nueva investigación era evaluar las
distintas fases de la evolución tras el impacto del asteroide, y calibrar
cuándo tuvo lugar la completa recuperación de la comunidad bentónica,
alcanzando niveles de diversidad y abundancia similares a los previos al
impacto.
LA IMPORTANCIA DE LA PRODUCTIVIDAD BIOLÓGICA
Los resultados obtenidos por Rodríguez-Tovar revelan que,
aproximadamente a los 700.000 años tras el impacto, la comunidad de organismos
generadores de trazas se había recuperado completamente, como lo atestigua el
abundante registro de Chondrites, Palaeophycus, Planolites y Zoophycos.
"Sin embargo, esa recuperación no fue brusca, sino
producto de distintas fases de diversificación, estabilización y consolidación.
De acuerdo con las características de las trazas y los organismos que las
generaron se confirma la importancia de la productividad biológica como el
factor clave de esta rápida recuperación", apunta el catedrático de la
UGR.
El trabajo compara, además, los datos obtenidos con los
procedentes de otras grandes extinciones del Fanerozoico, como la
correspondiente al final del Pérmico, revelando patrones similares en la
recuperación tras el evento de extinción en masa, pero con una gran diferencia
en lo que se refiere al tiempo implicado en esta recuperación, que fue mucho
menor tras la extinción del final del Cretácico.
Los resultados y conclusiones abren una nueva línea de
estudio de las extinciones en masa, de gran importancia en la evolución de la
vida sobre nuestro planeta y su recuperación tras cambios ambientales extremos.
Por: Europa Press //
TOMADO DE LA NACION DE AR
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