FLORIDA
AFP
Un sistema de seguimiento satelital de cocodrilos y caimanes que habitan los Everglades de Florida, permite saber si el programa de restauración y protección animal de esa reserva natural de pantanos está dando resultados, dijeron científicos que trabajan en el plan.
Los temidos reptiles llevan un chip metálico en el cuello que envía información por satélite sobre sus recorridos y sus reacciones a cambios que se producen en el ecosistema del gigantesco parque natural, que comprende todo el extremo sur de la península de Florida, en el sur de Estados Unidos.
"Nos están dando importantes datos. Están trabajando para nosotros de alguna manera", dijo Frank Mazzotti, un ecologista de la Universidad de Florida, experto en cocodrilos.
Luego de seleccionar algunos animales en distintos puntos de los Everglades, un equipo de científicos integrado por universidades y entidades de protección medioambiental de Florida realiza el seguimiento satelital para ver cómo se relacionan los cocodrilos y caimanes con el medio. "Analizamos su estado y cómo reaccionan a cambios en el ecosistema empleando diferentes parámetros, como la cantidad de caimanes y cocodrilos en un área, el peso, el tamaño, y los lugares que eligen para su hábitat", comentó el ecologista.
El chip que llevan transmite información a un satélite que la baja luego a un sistema en el que, con una aplicación incorporada a un mapa interactivo de Google, permite visualizar los desplazamientos de los animales.
Para los controles se realizan además capturas de animales, de a grupos de 15, y se hacen comparaciones entre períodos y entre diferentes lugares, dijo Mazzotti.
La población de cocodrilos americanos, que habitan en áreas costeras del extremo sur de Florida, y de caimanes, de apariencia muy similar al cocodrilo, pero de menor porte, extendidos en toda la reserva, se ve amenazada por momentos por la reducción en los niveles de agua, ya sea por el constante aumento del uso para consumo o por grandes sequías que ocurren a menudo.
El hábitat se ve además impactado porque las aguas reciben elementos contaminantes de industrias, sobre todo agrícola, que circundan la zona, advierten los científicos.
Expertos conservacionistas estiman que hasta unos 1.200 cocodrilos, que pueden llegar a medir más de 4 metros de largo, con un peso de unos 200 kilos, habitan una zona del suroeste de la península de Florida.
El número de caimanes, extendidos en gran parte del estado, es mucho mayor e impreciso."Los caimanes y cocodrilos, tanto como las aves de los Everglades, dependen para sobrevivir de que haya una cantidad y calidad adecuada de agua en los estuarios para obtener su alimento", explicó Mazzotti.
AFP
Un sistema de seguimiento satelital de cocodrilos y caimanes que habitan los Everglades de Florida, permite saber si el programa de restauración y protección animal de esa reserva natural de pantanos está dando resultados, dijeron científicos que trabajan en el plan.
Los temidos reptiles llevan un chip metálico en el cuello que envía información por satélite sobre sus recorridos y sus reacciones a cambios que se producen en el ecosistema del gigantesco parque natural, que comprende todo el extremo sur de la península de Florida, en el sur de Estados Unidos.
"Nos están dando importantes datos. Están trabajando para nosotros de alguna manera", dijo Frank Mazzotti, un ecologista de la Universidad de Florida, experto en cocodrilos.
Luego de seleccionar algunos animales en distintos puntos de los Everglades, un equipo de científicos integrado por universidades y entidades de protección medioambiental de Florida realiza el seguimiento satelital para ver cómo se relacionan los cocodrilos y caimanes con el medio. "Analizamos su estado y cómo reaccionan a cambios en el ecosistema empleando diferentes parámetros, como la cantidad de caimanes y cocodrilos en un área, el peso, el tamaño, y los lugares que eligen para su hábitat", comentó el ecologista.
El chip que llevan transmite información a un satélite que la baja luego a un sistema en el que, con una aplicación incorporada a un mapa interactivo de Google, permite visualizar los desplazamientos de los animales.
Para los controles se realizan además capturas de animales, de a grupos de 15, y se hacen comparaciones entre períodos y entre diferentes lugares, dijo Mazzotti.
La población de cocodrilos americanos, que habitan en áreas costeras del extremo sur de Florida, y de caimanes, de apariencia muy similar al cocodrilo, pero de menor porte, extendidos en toda la reserva, se ve amenazada por momentos por la reducción en los niveles de agua, ya sea por el constante aumento del uso para consumo o por grandes sequías que ocurren a menudo.
El hábitat se ve además impactado porque las aguas reciben elementos contaminantes de industrias, sobre todo agrícola, que circundan la zona, advierten los científicos.
Expertos conservacionistas estiman que hasta unos 1.200 cocodrilos, que pueden llegar a medir más de 4 metros de largo, con un peso de unos 200 kilos, habitan una zona del suroeste de la península de Florida.
El número de caimanes, extendidos en gran parte del estado, es mucho mayor e impreciso."Los caimanes y cocodrilos, tanto como las aves de los Everglades, dependen para sobrevivir de que haya una cantidad y calidad adecuada de agua en los estuarios para obtener su alimento", explicó Mazzotti.
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