Más dinero y tiempo tendrán que invertir los agricultores que pretendan reiniciar sus cultivos en la zona de Palmaseca, que fue afectada por las inundaciones del pasado fin de año, pues lo suelos presentan un altísimo contenido de sal despúes superarse la emergencia invernal.
El planteamiento se hizo por parte de expertos de la Secretaría de Agricultura Municipal que advirtieron que es necesario hacer un análisis de la tierra para determinar con exactitud su estado real, luego de que gran cantidad de elementos contaminantes presentes en la aguas de hasta dos metros de altura que estuvieron estancadas en la zona por casi dos meses.
Sin embargo, el ingeniero agronómo Carlos Mayor, funcionario del Desarrollo Agropecuario Rural, DAR, advirtió que hasta tanto se realicen los estudios no se puede precisar cuánto puede durar la recuperar de los terrenos, pues tampoco se puede definir si por ser suelos tradicionalmente salino sódicos afloraron las sales o si existen trazas de materiales pesados.
El profesional aseguró que de esta “se incrementan los costos los costos de producción y los rendimientos no serán los esperados y habrá pérdidas”. Las primeras evaluaciones apuntan a que en el sector de Palmaseca la ola invernal afectó a por lo menos 130 hectáreas de cultivos de caña y 186 más de pastos de corte y pastoreo.
La secretaria de Agricultura Municipal, Wendy Armenta, aseguró que las sales llegaron hasta la superficie y mantienen su presencia allí, se debe realizar un proceso para su control. Sin embargo, reconoció que la limitación es para los pequeños agricultores que no cuentan con una base económica para efectuar los tratamientos que puedan requerir los terrenos.
Eduardo Madriñán, uno de los afectados, dijo que cualquier cosa que se haga con los suelos tiene altos costos porque además no cuenta con la capacidad económica para hacer los tratamientos que pueden requerir.
Dijo que como alternativa se pueden mejorar poco a poco con riego pues “aunque es lento se debe recurrir a este sistema para que no resulte tan costoso”.
No obstante, recordó que son suelos que tradicionalmente han sido salinos, los cuales con el sembrado de la caña de azúcar mejoraron. El ingeniero agrónomo Ernesto Arana, director de la Corporación Jardín Botánico coincidió en que la recuperación es costosa, pues el Estado y el sector privado habían hecho inversiones por más de 30 años que ahora prácticamente se pierde.
El experto, quien se atrevió a diagnosticar que el tratamiento puede demorar entre cinco y diez año, planteó dos alternativas como son la tecnología verde y la química.
Precisó que la primera, que incluye bioremediación, tiene ventajas en cuanto a la restitución de paisajes y es una buena oportunidad para volver a los policultivos en la zona como cacao, plátano, café, hortalizas y frutales. No obstante puede demorar hasta diez años. El otro procedimiento, que es el más sencillo, es la recuperación química sin criterios agroecológicos que puede ser más rápido con un costo ambiental y social alto.
No obstante, señaló que existe un camino intermedio como es la agroplasticultura que es un método utilizado con gran éxito por los israelitas en zona desérticas y en algunos terrenos de la Sabana de Bogotá. Este consiste en la utilización de grandes extensiones de plásticos en los sembrados.
Tomado de http://www.elpais.com.co/elpais/valle/pasada-temporada-lluvias-dejo-palmaseca-inundada-sal
El planteamiento se hizo por parte de expertos de la Secretaría de Agricultura Municipal que advirtieron que es necesario hacer un análisis de la tierra para determinar con exactitud su estado real, luego de que gran cantidad de elementos contaminantes presentes en la aguas de hasta dos metros de altura que estuvieron estancadas en la zona por casi dos meses.
Sin embargo, el ingeniero agronómo Carlos Mayor, funcionario del Desarrollo Agropecuario Rural, DAR, advirtió que hasta tanto se realicen los estudios no se puede precisar cuánto puede durar la recuperar de los terrenos, pues tampoco se puede definir si por ser suelos tradicionalmente salino sódicos afloraron las sales o si existen trazas de materiales pesados.
El profesional aseguró que de esta “se incrementan los costos los costos de producción y los rendimientos no serán los esperados y habrá pérdidas”. Las primeras evaluaciones apuntan a que en el sector de Palmaseca la ola invernal afectó a por lo menos 130 hectáreas de cultivos de caña y 186 más de pastos de corte y pastoreo.
La secretaria de Agricultura Municipal, Wendy Armenta, aseguró que las sales llegaron hasta la superficie y mantienen su presencia allí, se debe realizar un proceso para su control. Sin embargo, reconoció que la limitación es para los pequeños agricultores que no cuentan con una base económica para efectuar los tratamientos que puedan requerir los terrenos.
Eduardo Madriñán, uno de los afectados, dijo que cualquier cosa que se haga con los suelos tiene altos costos porque además no cuenta con la capacidad económica para hacer los tratamientos que pueden requerir.
Dijo que como alternativa se pueden mejorar poco a poco con riego pues “aunque es lento se debe recurrir a este sistema para que no resulte tan costoso”.
No obstante, recordó que son suelos que tradicionalmente han sido salinos, los cuales con el sembrado de la caña de azúcar mejoraron. El ingeniero agrónomo Ernesto Arana, director de la Corporación Jardín Botánico coincidió en que la recuperación es costosa, pues el Estado y el sector privado habían hecho inversiones por más de 30 años que ahora prácticamente se pierde.
El experto, quien se atrevió a diagnosticar que el tratamiento puede demorar entre cinco y diez año, planteó dos alternativas como son la tecnología verde y la química.
Precisó que la primera, que incluye bioremediación, tiene ventajas en cuanto a la restitución de paisajes y es una buena oportunidad para volver a los policultivos en la zona como cacao, plátano, café, hortalizas y frutales. No obstante puede demorar hasta diez años. El otro procedimiento, que es el más sencillo, es la recuperación química sin criterios agroecológicos que puede ser más rápido con un costo ambiental y social alto.
No obstante, señaló que existe un camino intermedio como es la agroplasticultura que es un método utilizado con gran éxito por los israelitas en zona desérticas y en algunos terrenos de la Sabana de Bogotá. Este consiste en la utilización de grandes extensiones de plásticos en los sembrados.
Tomado de http://www.elpais.com.co/elpais/valle/pasada-temporada-lluvias-dejo-palmaseca-inundada-sal
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