Una quinta parte de los conflictos ocurridos entre 1950 y 2004 se vio influida por ese fenómeno climatológico
Por EFE |
Londres (EFE).- Ciclos climáticos como El Niño, que eleva las temperaturas en amplias zonas del planeta, duplican las posibilidades de que se produzcan conflictos armados, según un estudio que publica el último número de la revista británica Nature.
“Es la primera demostración de que la estabilidad de las sociedades modernas depende en gran parte del clima global”, señala la investigación, elaborada por científicos del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
El estudio apunta a que una quinta parte de los conflictos ocurridos en el último medio siglo, entre 1950 y 2004, se vio influida por ese fenómeno climatológico, que se caracteriza por un aumento inusual de las temperaturas y las sequías en los trópicos.
Diversos historiadores y climatólogos ya habían indicado que cambios ambientales influyeron de manera decisiva en algunos de los grandes episodios de violencia de la humanidad, incluso en el colapso de civilizaciones.
Sin embargo, esta es la primera investigación que relata cómo alteraciones drásticas de la temperatura y de los ciclos de lluvia pueden desestabilizar gobiernos y sacudir a las sociedades modernas.Los investigadores han analizado la relación en el último medio siglo entre las alteraciones climáticas de El Niño y los guerras civiles en más de noventa países.
Entre el 80 y el 90% de los conflictos armados que se produjeron desde 1950 son luchas internas en las que los partidarios de un gobierno se han enfrentado a los de la oposición y muchos de ellos han sido avivados por el aumento de la temperatura, según el investigador de la universidad de Columbia Solomon Hsiang.
El Niño provoca sequías que merman la agricultura y la ganadería de países enteros, además de inundaciones que arrasan amplios territorios y dejan a su paso enfermedades, lo que provoca un “shock” económico en las sociedades afectadas.
Las familias sufren una reducción drástica de sus ingresos, mientras se disparan los precios de los productos de primera necesidad, circunstancias que sacan a la superficie y aceleran conflictos sociales que estaban latentes.Más allá de las motivaciones políticas y económicas que encienden los conflictos, los autores del estudio recalcan la importancia del clima en la psicología de las poblaciones.
“Tendemos a pensar que todos los conflictos tienen razones muy profundas y en algún sentido es así, pero es importante tener también en cuenta la tendencia a la violencia de muchos seres humanos, que se ve amplificada con el calor”, dijo el investigador Mark Cane en la presentación del trabajo.
Dado que el fenómeno de El Niño se puede predecir con unos dos años de antelación -sucede en ciclos de entre tres y siete años- los autores del estudio sugieren que prestar atención a esos ciclos climáticos mejoraría la preparación de la comunidad internacional ante nuevos conflictos armados y crisis humanitarias.
Los científicos advierten, sin embargo, de que extrapolar sus conclusiones sobre El Niño a cambios climáticos globales a más largo plazo requiere un mayor conocimiento sobre los mecanismos que ligan las crisis sociales y los procesos climáticos. volver arriba
Tomado de la Opinión de California
1 comentario:
Este artículo transcribe información de la revista Nature. No se puede saber si hay algún error en ello o bien en la publicación de origen. Pero si por un lado hay una correlación entre la presencia del Niño y los conflictos entre 1950 y 2009 de un 21%, y por otra parte se afirma que la perioricidad del Niño de entre 3 y 7 años, esto es, un promedio de 5 años, es decir, un 20% de las veces, entonces entonces casi no hay diferencia en cantidad de conflictos cuando hay Niño o no hay corriente del Niño.
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