La comida
rápida conforma un 11 por ciento de las calorías de la dieta de los
estadounidenses, según los CDC
Sin embargo, esa
cifra supone un descenso con respecto al periodo de 2003 a 2006, afirmaron los
investigadores
La comida rápida de restaurantes como
McDonald's, Burger King, Wendy's y Pizza Hut es la fuente de más del 11 por
ciento de las calorías de la dieta de las personas adultas estadounidenses en
los últimos años, según informaron las autoridades federales de salud el
jueves.
No obstante, eso
es menos de lo que era de 2003 a 2006, cuando la comida rápida contribuía a un
promedio de casi el 13 por ciento de las calorías de la dieta de los
estadounidenses, comentó la autora del informe, Cheryl Fryar, de los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
No está claro si
se trata de una tendencia en curso, añadió Fryar. Se examinaron varios factores
para ver si estaban relacionados con la cantidad de calorías que las personas
adultas en EE. UU. obtenían de la comida rápida entre 2007 y 2010.
"Pudimos ver
que había diferencias en función de la edad del grupo", comentó Fryar.
"Conforme avanza la edad, el porcentaje de calorías procedentes de la
comida rápida disminuye".
Una experta
considera que se trata de una tendencia positiva.
"La buena
noticia del estudio es que conforme envejecemos, quizá realmente nos hacemos más
sensatos y comemos menos comida rápida", afirmó Samantha Heller,
nutricionista clínica en el Centro de Investigación de Atención
Musculoesquelética de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
"Sin
embargo, la moraleja es que el estudio sugiere que cuanta más comida rápida
coma, más engordará", indicó Heller.
"Esto es
preocupante", añadió, "porque la obesidad a los veintitantos años
puede aumentar el riesgo de síndrome metabólico, diabetes, cáncer y de
enfermedad cardiovascular a una edad temprana".
El síndrome
metabólico es un grupo de factores de riesgo, entre los que se incluyen la
hipertensión, el nivel alto de azúcar en la sangre, los niveles de colesterol
no saludables y la grasa abdominal, que aumentan el riesgo de una persona de
enfermedad cardiaca y diabetes.
En la encuesta
nacional, se preguntó a las personas que recordaran el origen de todos los
alimentos que habían comido en las últimas 24 horas. La respuesta
"restaurante de comida rápida o pizzería" se consideró como
"comida rápida".
Los resultados también
traen a la superficie las diferencias raciales y étnicas.
"Aunque no
hubo diferencias entre los adultos blancos no hispanos y los hispanos, sí vimos
que el porcentaje de calorías procedente de la comida rápida era mayor en los
negros no hispanos", señaló Fryar.
Además, cuanto
más pesaba una persona, más comida rápida consumía como porcentaje de su dieta,
comentó Fryar.
Algunos de los
temas más destacados del informe de los CDC fueron:
- De 2007 a 2010, los adultos
estadounidenses obtuvieron el 11.3 por ciento de sus calorías diarias de
la comida rápida.
- Para aquellos con una edad de 20 a 39
años, la comida rápida fue el origen de más el 15 por ciento de sus
calorías diarias.
- Para los de 60 años y mayores, la
comida rápida supuso el 6 por ciento de sus calorías diarias.
- Los adultos jóvenes blancos e
hispanos (de 20 a 39 años de edad) obtuvieron alrededor del 15 por ciento
de sus calorías diarias de la comida rápida.
- En las personas negras de 20 a 39
años de edad, alrededor del 21 por ciento de sus calorías diarias
provenían de la comida rápida.
- En otros grupos, los jóvenes adultos
obesos obtuvieron la mayoría de sus calorías diarias de la comida rápida
(el 18 por ciento).
- Los ingresos no fueron un factor en
cuanto a la cantidad de calorías diarias procedían de la comida rápida,
excepto en el grupo de edad de 20 a 39 años, entre los que las calorías
procedentes de la comida rápida se reducían conforme aumentaban los
ingresos.
"La comida
rápida es un factor de vida, de modo que hemos de encontrar la manera de vivir
con ella, no de morir a causa de ella", comentó Heller. "Debemos
animar a los establecimientos de comida rápida a que ofrezcan una variedad de
productos sanos que sean etiquetados como geniales, sexys, divertidos y
deliciosos".
Y Heller sugirió que
"es importante que, para empezar, los padres mantengan a sus hijos
alejados de la comida rápida. Celebrar más comidas familiares contribuye a que
los niños coman de forma más sana y que sea menos probable que tengan
sobrepeso".
Los hallazgos
aparecen en la edición de febrero de la revista Data Brief del Centro
Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
Artículo por
HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES:
Cheryl Fryar, M.S.P.H., U.S. Centers for Disease Control and Prevention;
Samantha Heller, R.D., clinical nutritionist, NYU Center for Musculoskeletal
Care, New York City; Feb. 21, 2013, CDC report, Caloric Intake From Fast
Food Among Adults: United States, 2007-2010
ENVIADO
POR MEDLINEPLUS DE EEUU
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