La lucha de los ambientalistas por la Reserva Puerto Mar del
Plata
El conflicto por la preservación de la integridad de la
Reserva Natural Puerto MdP comenzó hace más de 30 meses, en agosto de 2010. En
todo ese tiempo, a las personas que nos preocupamos (y nos ocupamos) de
defender a la Reserva nos han tildado de “ambientalistas” y, en numerosas
oportunidades, este término fue utilizado en forma despectiva para menospreciar
a aquellos locos, hippies o idealistas que parecen oponerse al progreso de la
ciudad por defender un área abandonada e inútil. Pero, ¿Quiénes son los
ambientalistas y por qué ocupan su tiempo en esta lucha? Y, además, ¿Contra
quién o quienes tienen que luchar?
La Real Academia
Española (RAE) define al ambientalista como una “persona que se preocupa por la
calidad y la protección del medio ambiente”. Claramente esta definición no se
condice con el uso que se le da a este término en Mar del Plata y otros lugares
de la Provincia.
Los ambientalistas de esta ciudad, son, tal cual define la
RAE, personas preocupadas por la protección del medio ambiente, que tienen
distintas profesiones y trabajos: docentes primarios, secundarios y
universitarios, científicos, abogados, arquitectos, ingenieros, periodistas,
técnicos, artistas, comerciantes, deportistas, estudiantes, paisajistas, guías
de turismo, diseñadores, etc. Este muy heterogéneo grupo de personas que apoya
la preservación de la Reserva Puerto MdP, tiene diferentes opiniones políticas
e idiosincrasia. Es por eso que en esta lucha hay involucradas distintas
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y, por sobre todo, mucha gente en
forma particular que no se embandera en ninguna de las OSC involucradas.
Un punto interesante de analizar es contra quién o quiénes
luchan los ambientalistas en esta cruzada por proteger la única reserva urbana
de la ciudad. En principio, muchos creen que esta respuesta es simple y que hay
un solo oponente, el Club Aldosivi, pero esto no es así. Desde el inicio de
este conflicto los defensores de la Reserva Puerto MdP se han encontrado
luchando contra organismos públicos y entes privados que, en todos los casos,
disponen de medios y recursos impensados por los ambientalistas. Empleados y
funcionarios municipales o provinciales de absolutamente todos los organismos
ante quienes los ambientalistas reclamaron respuestas, cobran un sueldo por su
trabajo. Lo cual está muy bien, por supuesto; pero como contraste, los
ambientalistas realizan todas sus actividades sin cobrar un centavo e
intentando no descuidar sus respectivas obligaciones laborales y personales.
Muchos de los
organismos que en los últimos dos meses se han manifestado a favor de la
Reserva, como el Municipio de General Pueyrredon 1 y el Organismo Provincial
para el Desarrollo Sostenible (OPDS) 2, que lo hizo en nombre del gobernador
Daniel Scioli, omitieron actuar meses antes a pesar de las innumerables
denuncias que recibieron y, a pesar de lo que la ley provincial 11723 es muy
clara sobre lo que hay que hacer si una obra empieza sin la correspondiente
habilitación ambiental 3.
Durante una reciente
reunión, un alto funcionario del OPDS utilizó en forma despectiva el término
“ambientalista” y aclaró que él no provenía de ese ambiente. ¡Qué lástima!
Inocentemente quizás alguno pudiera pensar que lo ideal sería que los
funcionarios provinciales que deben encargarse de la protección del medio
ambiente además de estar capacitados, deberían estar interesados en el tema.
Pero no, a este funcionario le pareció importante aclarar que a él nunca antes
le interesó la conservación de la naturaleza. ¿Le interesará ahora?
Otro de los organismos involucrados en este conflicto es el
Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, a quienes los ambientalistas
tuvieron que iniciarle acciones legales 4 para poder acceder a la información
ambiental relacionada con el Club Aldosivi y la Reserva, aunque en nuestro país
este tipo de información es de libre acceso por la ley nacional 25831. Hasta hoy
toda la documentación del Consorcio rechaza el único instrumento legal que
protege al área al declararla como Reserva, la ordenanza 7927/90 5 indicando
que el sitio siempre estuvo destinado a la ampliación de la zona industrial del
Puerto.
Una parte del predio
que hoy tiene Aldosivi le fue cedido por 30 años por medio de la ley provincial
14193 (7 ha), pero como el Club solicitó una ampliación al territorio otorgado
por la Provincia, el Consorcio le entregó por 10 años algo más de 5 ha que eran
parte de la Reserva. Ante la repercusión pública del conflicto, el Consorcio
confirmó que el Club se mantiene dentro de esas 5 ha, pero la información
parcializada difundida por ellos hizo pensar que las obras están autorizadas e
incluso, que no han afectado a la Reserva 6.
Curiosamente entre
los requisitos que el Consorcio le hace firmar a quienes reciben la tenencia de
un terreno, se encuentra la habilitación ambiental. Como el Club aún no la
posee, el Consorcio podría retirarle la tenencia de esas 5 ha. Pero es claro
que este organismo no ha tenido en cuenta esta opción.
El reclamo de los ambientalistas no ha cambiado desde que se
inició el conflicto: piden que las autoridades obliguen al Club Aldosivi a
pasar por el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) que indica la ley
provincial 11723 para todos los establecimientos deportivos. Hasta el momento
el Club ha omitido presentar el Estudio de Impacto Ambiental, primer paso de la
EIA 7 y que, según la ley, deberían entregar ANTES de iniciar las obras que
comenzaron hace más de 30 meses.
El OPDS solicitó al
Club que regularice su situación y presente el Estudio de Impacto Ambiental en
octubre de 2011 por medio de la disposición 2214/11 8, esto originó la
detención de las obras, y la solicitud de mensura y delimitación clara. El Club
no acató la clausura y las obras continuaron, por lo que en diciembre de 2011
muchos ambientalistas decidieron parar las topadoras con sus cuerpos 9. A pesar
de la gran repercusión de estos hechos y de las numerosas denuncias
presentadas, el OPDS no constató la violación de esta clausura, según se pudo
verificar recientemente al acceder al expediente de este organismo sobre el
tema.
En enero de 2013 nuevamente el OPDS le solicita al Club
la presentación del Estudio de Impacto Ambiental 10 adeudado. La fecha límite
se cumple mañana 20 de febrero, pero como es feriado suponemos que la fecha se
corre hasta el jueves 21 de febrero. Si Aldosivi no entrega este estudio el
OPDS anunció que clausurará las obras y le iniciará una causa penal. Por ahora,
los ambientalistas, estamos ESPERANDO que el Club cumpla con sus obligaciones
en los próximos días, y que los funcionarios del OPDS efectúen su función de
hacer cumplir la ley provincial de medio ambiente. También estamos ESPERANDO
que el juez Jorge Ferro se digne a emitir su voto en la causa sobre la Reserva
que se encuentra en la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata desde
junio de 2011, hace 19 meses. Y, finalmente, estamos ESPERANDO que la
legislatura de la Provincia de Buenos Aires vote el proyecto de ley de la
Senadora Cristina Di Rado, que podría salvar a la Reserva al declararla Reserva
Natural Provincial de Objetivo Definido Educativo 11.
Como pueden inferir, la lucha de los ambientalistas por la
protección de la Reserva Natural Puerto Mar del Plata está lejos de haber
terminado y a pesar de lo frustrante y agotador que pueda resultar el proceso,
estamos dispuestos a continuar.
de María José Solis, enviado por Osvaldo Pimpignato
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