martes, 5 de marzo de 2013

COP 20 en Perú o en Venezuela?


Perú y Venezuela compiten para patrocinar la COP20 en 2014
Guy Edwards
 El próximo año un país Latino Americano y Caribeño patrocinaran las negociaciones anuales de la ONU  sobre el cambio climático denominada ‘COP20’ de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).  Se rumora que tanto Perú como Venezuela están interesados en patrocinar COP20.  Mientras el plazo de 2015 para crear un nuevo tratado global sobre el cambio climático se acerca, Perú parece ser el candidato favorecido.
Climate Action Network opina que el patrocinio de una conferencia COP requiere una considerable labor para lograr un resultado digno de confianza basado en la integridad ambiental y la diplomacia experta.  Los presidentes de la COP deberán dejar a un lado sus intereses nacionales para tratar los asuntos de todos los países y llegar a acuerdos prácticos y constructivos. Acción en el frente doméstico también es importante en la lucha para combatir el cambio climático, tal como la consejera de la UNFCCC, Christiana Figueres sugiere: “la acción a nivel nacional abre el espacio político para llegar a un acuerdo internacional y facilita un programa ambicioso”.
 Previos presidentes de la COP han demostrado lo difícil que es lograr un balance correcto.  Ya que solo quedan tres conferencias COP antes de la fecha tope del 2015, iniciativas diplomáticas que recalcan la urgencia, la ambición y la equidad en lograr un acuerdo climático nunca han sido más importantes.
 La COP 15, en 2009 durante la presidencia de Dinamarca, resultó un fiasco cuando el borrador del texto para iniciar las negociaciones se divulgó de antemano, lo cual creó un escándalo y riñas entre los países en vías de desarrollo que no habían sido consultados de antemano. En el año 2010 en la COP16, el triunfo diplomático de México al rescatar las negociaciones ofreció lecciones importantes sobre la importancia clave que un presidente diplomático y proactivo de la COP puede tener.  Y en el año 2011, en la COP17, Sud África ganó aprobación por su cuidadosa dirección del proceso, mientras que el año pasado, en la COP18, Qatar fue criticado por su falta de liderazgo y falta de acción sobre el cambio climático al nivel nacional.
 Venezuela es un país que vocea sus críticas en las negociaciones climáticas y demanda justicia y ambiciosas reducciones de emisiones para países desarrollados.  Pero al nivel nacional e internacional sus opiniones  vehementes sobre la justicia climática no son respaldadas por acción decisiva a nivel nacional ni un alto nivel de ambición para todos los países en las negociaciones de la ONU, lo cual socava su postulación para patrocinar la COP20.
 Venezuela ha anunciado un plan para crear un proyecto de mitigación nacional para limitar la emisión de gases de efecto invernadero pero se ha rehusado imponer metas para lograr una reducción o eliminar subsidios a los combustibles fósiles. Comentaristas han criticado el plan Venezolano a nivel nacional por no ofrecer detalles y opinan que el gobierno ha demostrado poco interés genuino en confrontar el tema.
 Venezuela posee una dudosa historia para alentar el diálogo entre los países desarrollados y en vías de desarrollo. Tal diálogo es una necesidad urgente para lograr un límite de 2 grados de temperatura.  Su tendencia a castigar los países ricos por no esforzarse más para reducir emisiones es justificada pero no es apropiada para un presidente de una COP, en un proceso donde la diplomacia, el consenso, y los acuerdos son cruciales.
 Recientemente Venezuela ha comenzado a participar en el Grupo de Afinidad (Like-Minded Group) junto a China, India, Arabia Saudita, Ecuador, y Bolivia.  El Grupo fue creado para mantener la división entre el Norte y el Sur y el respeto para los importantes conceptos de equidad y las Responsabilidades comunes pero Diferenciadas y sus Respectivas Capacidades.  Sin embargo, pese a que el Grupo de Afinidad es parte del G77, ya no pueden contar con el apoyo de otros países del G77 en las negociaciones climáticas.
 Perú ofrece una alternativa.  En el 2008, en la COP14, fue el primer país en vías de desarrollo en ofrecer un objetivo voluntario para la reducción de emisiones. La promesa del Perú para el 2020  incluye una reducción neta de la deforestación a cero para el año 2021.
 Junto a Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, y Panamá, Perú se unió a un nuevo grupo en COP18, la Asociación Independiente de Latino América y el Caribe (AILAC).  El grupo intenta fomentar relaciones entre países y romper las divisiones Norte Sur y fomentar la obligación de todos los países de llegar a un acuerdo.
 Perú también participa en el Diálogo de Cartagena para la Acción Decisiva junto a sus socios en AILAC y varios otros países como Australia y el Reino Unido.  El Diálogo no es un grupo oficial pero si es un foro informal para sostener diálogos sobre cómo obtener consensos en las negociaciones.
 La postura  flexible del Perú ante las Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas y sus Respectivas Capacidades, y que todos los países, tanto en vías de desarrollo como desarrollados, necesitan actuar para reducir emisiones de un modo u otro, lo coloca en una posición favorecida para patrocinar el COP20.
 En 2010, el Ministerio del Ambiente del Perú publicó un Plan de Acción para la Adaptación y Mitigación del Cambio Climático (PlanCC).  Según el informe del Adaptation Partnership del 2011, Perú es el líder en Sudamérica en cuanto a la inclusión del concepto de adaptación en la política nacional.
 En un proceso de descentralización, los gobiernos regionales del Perú tienen la responsabilidad de dirigir e implementar los objetivos ambientales, pero la legislación ambiental es creada al nivel nacional.  El proceso de descentralización no se ha desenvuelto sin problemas, y la implementación del Plan Nacional de Reforestación ha sido muy lento.
 Para Venezuela tanto como para Perú el tema del cambio climático ha sido más bien un asunto de interés en las relaciones exteriores, y no obedece una prioridad nacional.  El Patrocinio de la COP20 podrá alentar la acción gubernamental sustancialmente, e incrementar inversiones, atención de los medios informativos, y la participación de la ciudadanía en actividades relacionadas al cambio climático para el candidato exitoso.
 Aunque Venezuela propone fuertes reducciones de emisiones para los países desarrollados, se rehúsa ofrecer una meta voluntaria para la reducción de sus emisiones, esta postura junto a su membrecía de la  Agrupación de Países Afines debilita su candidatura.
 La buena voluntad del Perú para promover un compromiso voluntario para la reducción de emisiones, su membrecía en AILAC y del Diálogo de Cartagena sugiere que es más probable que busque consenso y recortes en emisiones más profundas entre todos los países.
 Ningún presidente de la COP puede pretender salvar el planeta por sí solo.  Urgencia, ambición, equidad y diplomacia son los elementos esenciales para establecer las condiciones necesarias para negociar un tratado exitoso. En el camino hacia el 2015, el ofrecimiento del Perú para patrocinar la COP20 es un paso seguro.
 Gracias a Sophie Laing y Gabriela Pérez por la traducción de este artículo.
enviado en red foroba 

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