Perú y Venezuela compiten para patrocinar la COP20 en 2014
Guy Edwards
El próximo año un
país Latino Americano y Caribeño patrocinaran las negociaciones anuales de la
ONU sobre el cambio climático denominada
‘COP20’ de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). Se rumora que tanto Perú como Venezuela están
interesados en patrocinar COP20.
Mientras el plazo de 2015 para crear un nuevo tratado global sobre el
cambio climático se acerca, Perú parece ser el candidato favorecido.
Climate Action Network opina que el patrocinio de una
conferencia COP requiere una considerable labor para lograr un resultado digno
de confianza basado en la integridad ambiental y la diplomacia experta. Los presidentes de la COP deberán dejar a un
lado sus intereses nacionales para tratar los asuntos de todos los países y
llegar a acuerdos prácticos y constructivos. Acción en el frente doméstico
también es importante en la lucha para combatir el cambio climático, tal como
la consejera de la UNFCCC, Christiana Figueres sugiere: “la acción a nivel
nacional abre el espacio político para llegar a un acuerdo internacional y
facilita un programa ambicioso”.
Previos presidentes
de la COP han demostrado lo difícil que es lograr un balance correcto. Ya que solo quedan tres conferencias COP
antes de la fecha tope del 2015, iniciativas diplomáticas que recalcan la
urgencia, la ambición y la equidad en lograr un acuerdo climático nunca han
sido más importantes.
La COP 15, en 2009
durante la presidencia de Dinamarca, resultó un fiasco cuando el borrador del
texto para iniciar las negociaciones se divulgó de antemano, lo cual creó un
escándalo y riñas entre los países en vías de desarrollo que no habían sido
consultados de antemano. En el año 2010 en la COP16, el triunfo diplomático de
México al rescatar las negociaciones ofreció lecciones importantes sobre la
importancia clave que un presidente diplomático y proactivo de la COP puede
tener. Y en el año 2011, en la COP17,
Sud África ganó aprobación por su cuidadosa dirección del proceso, mientras que
el año pasado, en la COP18, Qatar fue criticado por su falta de liderazgo y
falta de acción sobre el cambio climático al nivel nacional.
Venezuela es un país
que vocea sus críticas en las negociaciones climáticas y demanda justicia y
ambiciosas reducciones de emisiones para países desarrollados. Pero al nivel nacional e internacional sus
opiniones vehementes sobre la justicia
climática no son respaldadas por acción decisiva a nivel nacional ni un alto
nivel de ambición para todos los países en las negociaciones de la ONU, lo cual
socava su postulación para patrocinar la COP20.
Venezuela ha
anunciado un plan para crear un proyecto de mitigación nacional para limitar la
emisión de gases de efecto invernadero pero se ha rehusado imponer metas para
lograr una reducción o eliminar subsidios a los combustibles fósiles.
Comentaristas han criticado el plan Venezolano a nivel nacional por no ofrecer
detalles y opinan que el gobierno ha demostrado poco interés genuino en
confrontar el tema.
Venezuela posee una
dudosa historia para alentar el diálogo entre los países desarrollados y en
vías de desarrollo. Tal diálogo es una necesidad urgente para lograr un límite
de 2 grados de temperatura. Su tendencia
a castigar los países ricos por no esforzarse más para reducir emisiones es
justificada pero no es apropiada para un presidente de una COP, en un proceso
donde la diplomacia, el consenso, y los acuerdos son cruciales.
Recientemente
Venezuela ha comenzado a participar en el Grupo de Afinidad (Like-Minded Group)
junto a China, India, Arabia Saudita, Ecuador, y Bolivia. El Grupo fue creado para mantener la división
entre el Norte y el Sur y el respeto para los importantes conceptos de equidad
y las Responsabilidades comunes pero Diferenciadas y sus Respectivas
Capacidades. Sin embargo, pese a que el
Grupo de Afinidad es parte del G77, ya no pueden contar con el apoyo de otros
países del G77 en las negociaciones climáticas.
Perú ofrece una
alternativa. En el 2008, en la COP14,
fue el primer país en vías de desarrollo en ofrecer un objetivo voluntario para
la reducción de emisiones. La promesa del Perú para el 2020 incluye una reducción neta de la
deforestación a cero para el año 2021.
Junto a Colombia,
Costa Rica, Chile, Guatemala, y Panamá, Perú se unió a un nuevo grupo en COP18,
la Asociación Independiente de Latino América y el Caribe (AILAC). El grupo intenta fomentar relaciones entre
países y romper las divisiones Norte Sur y fomentar la obligación de todos los
países de llegar a un acuerdo.
Perú también
participa en el Diálogo de Cartagena para la Acción Decisiva junto a sus socios
en AILAC y varios otros países como Australia y el Reino Unido. El Diálogo no es un grupo oficial pero si es
un foro informal para sostener diálogos sobre cómo obtener consensos en las
negociaciones.
La postura flexible del Perú ante las Responsabilidades
Comunes pero Diferenciadas y sus Respectivas Capacidades, y que todos los
países, tanto en vías de desarrollo como desarrollados, necesitan actuar para
reducir emisiones de un modo u otro, lo coloca en una posición favorecida para
patrocinar el COP20.
En 2010, el
Ministerio del Ambiente del Perú publicó un Plan de Acción para la Adaptación y
Mitigación del Cambio Climático (PlanCC).
Según el informe del Adaptation Partnership del 2011, Perú es el líder
en Sudamérica en cuanto a la inclusión del concepto de adaptación en la
política nacional.
En un proceso de
descentralización, los gobiernos regionales del Perú tienen la responsabilidad
de dirigir e implementar los objetivos ambientales, pero la legislación
ambiental es creada al nivel nacional.
El proceso de descentralización no se ha desenvuelto sin problemas, y la
implementación del Plan Nacional de Reforestación ha sido muy lento.
Para Venezuela tanto
como para Perú el tema del cambio climático ha sido más bien un asunto de
interés en las relaciones exteriores, y no obedece una prioridad nacional. El Patrocinio de la COP20 podrá alentar la
acción gubernamental sustancialmente, e incrementar inversiones, atención de
los medios informativos, y la participación de la ciudadanía en actividades
relacionadas al cambio climático para el candidato exitoso.
Aunque Venezuela
propone fuertes reducciones de emisiones para los países desarrollados, se
rehúsa ofrecer una meta voluntaria para la reducción de sus emisiones, esta
postura junto a su membrecía de la
Agrupación de Países Afines debilita su candidatura.
La buena voluntad del
Perú para promover un compromiso voluntario para la reducción de emisiones, su
membrecía en AILAC y del Diálogo de Cartagena sugiere que es más probable que
busque consenso y recortes en emisiones más profundas entre todos los países.
Ningún presidente de
la COP puede pretender salvar el planeta por sí solo. Urgencia, ambición, equidad y diplomacia son
los elementos esenciales para establecer las condiciones necesarias para
negociar un tratado exitoso. En el camino hacia el 2015, el ofrecimiento del
Perú para patrocinar la COP20 es un paso seguro.
Gracias a Sophie
Laing y Gabriela Pérez por la traducción de este artículo.
enviado en red foroba
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