Una mujer que lucha con su hijo discapacitado de 2 años, relató en su muro de facebook como fue tratada por los empleados de un bar de la ciudad ed Corrientes. Leé la historia y opiná.
El relato publicado por Claudia Mori en su muro de Facebook cuenta que en la noche del miércoles 27 de febrero fue con su madre y su hijo de 2 años que es discapacitado, a un bar ubicado en Costanera y Avenida Italia, en el centro de la ciudad de Corrientes.
"Llegamos al lugar le preguntamos a uno de los mozos donde nos podiamos ubicar, nos indica un lugar en el sector de restaurante, nos sentamos ahí y viene otra de las mozas y nos dice que esos lugares están reservados, nos dice a nosotras y a otras dos señoras que están en la mesa de al lado, nos levantamos y nos vamos al otro sector y vemos que las mismas señoras que estaban junto a nosotras anteriormente, se sientan en la mesa de la que nos habiamos levantado, entonces a mí me entra la duda de porque esa diferenciación", relató la mujer.
Al consultar al mozo por el episodio éste contesta: "Lo que pasa es que es un lugar para comer comidas más elaboradas y es más caro". Ya molestas por eso, la mujer le respondió que hasta el momento nadie le había preguntado qué querían comer, ni siquiera habían logrado ver la carta.
Al pedir la presencia del engarcado, para que explique la situación, el responsable del lugar le dice que esos lugares estaban reservados, al plantear lo de esas otras dos señoras que tampoco tenian reserva, y como era miércoles y la promoción es 50 % menos en mesas de mujeres, el hombre les dice que no corre la promoción por el nene. La mujer le explicó que el niño estaba sentado en el chango, que no come, no camina y no molesta. "Pero es varón", le respondió.
Para concluir, Claudia agregó que el último de los consultados le dijo: "Yo soy el encargado acá, y soy el que pongo las reglas, si le gusta bien, si no le gusta, se retira". Ofendida por sentirse discriminada por el changuito, la mujer le preguntó si era por el cochecito la diferenciación. a lo que lel hombre respondió; "Sí, ese es el problema".
Antes de salir, la mujer solicitó el libro de quejas, que no tenían en el lugar pese a ser una obligación de los locales.
En diálogo con la web de El Litoral, remarcó que lo vivió y lo sintió como un acto de discriminación, "porque tengo el mismo derecho que cualquier otra persona, de salir, sentarme a disfrutar con mi hijo discapacitado, por lo cual voy seguir necesitando salir con chango, o con silla de ruedas, o con cualquier otro elemento que me sirva para trasladarlo, toda su vida" dijo Claudia a lo que agregó: "Hemos tenido otros inconvenientes antes en otros lugares y uno los deja pasar, pero cuando me tocan a mi niño no puedo aceptarlo" remarcó.
Contó que Felipe tiene 2 años y medio, nació prematuro y estuvo mucho tiempo conectado a un respirador. Tiene hidrocefalia y no puede ver, caminar, hablar o comer de a bocados. Por razones lógicas se moviliza en changuito "Les aclaré que hoy es un changuito, pero mañana, será una silla de ruedas. Lo que más me indignó es el trato, nos sacaron de un lugar para meternos a otro, en un rincón, atrás nuestro estaba el lugar donde sacaban la vajilla y teníamos que corrernos todo el tiempo" recordó.
"El trato es lo primero, al decirme el encargado " si no le gusta se retira", todos están avalando éstas actitudes. Los lugares como estos tienen que estar preparados para recibir gente", agregó Claudia.
Mori hizo la denuncia ante el Inadi, Corrientes desde donde recibió apoyo y seguirá con la denuncia porque "lo que más les molesta a los empresarios en este caso, es que se haga público" manifestó.
"Llegamos al lugar le preguntamos a uno de los mozos donde nos podiamos ubicar, nos indica un lugar en el sector de restaurante, nos sentamos ahí y viene otra de las mozas y nos dice que esos lugares están reservados, nos dice a nosotras y a otras dos señoras que están en la mesa de al lado, nos levantamos y nos vamos al otro sector y vemos que las mismas señoras que estaban junto a nosotras anteriormente, se sientan en la mesa de la que nos habiamos levantado, entonces a mí me entra la duda de porque esa diferenciación", relató la mujer.
Al consultar al mozo por el episodio éste contesta: "Lo que pasa es que es un lugar para comer comidas más elaboradas y es más caro". Ya molestas por eso, la mujer le respondió que hasta el momento nadie le había preguntado qué querían comer, ni siquiera habían logrado ver la carta.
Al pedir la presencia del engarcado, para que explique la situación, el responsable del lugar le dice que esos lugares estaban reservados, al plantear lo de esas otras dos señoras que tampoco tenian reserva, y como era miércoles y la promoción es 50 % menos en mesas de mujeres, el hombre les dice que no corre la promoción por el nene. La mujer le explicó que el niño estaba sentado en el chango, que no come, no camina y no molesta. "Pero es varón", le respondió.
Para concluir, Claudia agregó que el último de los consultados le dijo: "Yo soy el encargado acá, y soy el que pongo las reglas, si le gusta bien, si no le gusta, se retira". Ofendida por sentirse discriminada por el changuito, la mujer le preguntó si era por el cochecito la diferenciación. a lo que lel hombre respondió; "Sí, ese es el problema".
Antes de salir, la mujer solicitó el libro de quejas, que no tenían en el lugar pese a ser una obligación de los locales.
En diálogo con la web de El Litoral, remarcó que lo vivió y lo sintió como un acto de discriminación, "porque tengo el mismo derecho que cualquier otra persona, de salir, sentarme a disfrutar con mi hijo discapacitado, por lo cual voy seguir necesitando salir con chango, o con silla de ruedas, o con cualquier otro elemento que me sirva para trasladarlo, toda su vida" dijo Claudia a lo que agregó: "Hemos tenido otros inconvenientes antes en otros lugares y uno los deja pasar, pero cuando me tocan a mi niño no puedo aceptarlo" remarcó.
Contó que Felipe tiene 2 años y medio, nació prematuro y estuvo mucho tiempo conectado a un respirador. Tiene hidrocefalia y no puede ver, caminar, hablar o comer de a bocados. Por razones lógicas se moviliza en changuito "Les aclaré que hoy es un changuito, pero mañana, será una silla de ruedas. Lo que más me indignó es el trato, nos sacaron de un lugar para meternos a otro, en un rincón, atrás nuestro estaba el lugar donde sacaban la vajilla y teníamos que corrernos todo el tiempo" recordó.
"El trato es lo primero, al decirme el encargado " si no le gusta se retira", todos están avalando éstas actitudes. Los lugares como estos tienen que estar preparados para recibir gente", agregó Claudia.
Mori hizo la denuncia ante el Inadi, Corrientes desde donde recibió apoyo y seguirá con la denuncia porque "lo que más les molesta a los empresarios en este caso, es que se haga público" manifestó.
tomado de diario el litoral
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